miércoles, 1 de julio de 2015

Padres

 
Daniel Medina Sierra
A veces es muy complicado entender a los padres y que ellos a su vez nos entiendan a nosotros, los hijos.

    Entender por que un padre no compra el regalo de cumpleaños que deseabas tanto, esa vez que esperabas que estuviera a tu lado... Parece que se nos olvida que antes que padres son hombres/ mujeres, es más, se nos olvida que nosotros también cometemos errores.

   Por desgracia sueles darte cuenta cuando ya no están y meditas sobre como te comportaste y caes en la cuenta de que el oficio de padre es un aprendizaje que consiste en tratar que tus hijos no caigan en los mismos errores que ellos. El problema básico es que lo hijos creemos saberlo todo y muchas veces no acudimos a la persona que más nos conoce, sino que al contrario; pedimos consejos a todos menos a ellos.

      Eso no significa que necesariamente acates su voluntad, más bien que haya un vínculo más fuerte entre los dos, complicidad, confianza y por supuesto respeto. Un padre es a veces el amigo que te escucha con paciencia. Lamentablemente no hablo por experiencia. Hay quien tiene la suerte de tenerlo pero no lo percibe, no obstante también hay padres que no tienen idea de la demanda de cariño, pero como hablan un idioma distinto no acaban de entenderse.

      Cuando te toca un mal padre y lo comparas con otros padres eres más consciente de la suerte que tienen los demás niños, en cambio ellos no lo perciben como tu. No es que sean desagradecidos, simplemente están acostumbrados a que la actitud de ellos sea de lo más cotidiano.


        Yo recuerdo a los padres de mis amigos y me daba cuenta de las carencias que tenía: afecto, cariño, atención, comprensión y un largo etc., no había cumples, juegos, cuentos... Lo que sí había en abundancia era pobreza, analfabetismo, violencia, indiferencia.. Para mí también llegó a ser algo cotidiano, pero supe desde siempre que no era "normal" ese modo de vida.

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