Durante la 72ª Asamblea
General de Cáritas Española, celebrada los días 26, 27 y 28 de junio, se habló
principalmente de la necesidad de promover esta economía, con ejemplos de
empresas que siguen estos parámetros:
«Tener un trabajo puede ser el puente para pasar de la exclusión a la
integración», dice Cristina Larrayoz, responsable de márketing y
comunicación de Koopera, una
empresa con presencia en nueve diócesis españolas basada en la economía
solidaria.
. La finalidad era «transmitir que la economía, por
naturaleza, no es egoísta, que se puede crear una economía que sea solidaria y
que esto es muy compatible y es mejor», cuenta a Alfa y Omega uno
de los ponentes, Enrique Lluch, profesor de Economía de la Universidad Cardenal
Herrera CEU de Valencia.
Prioridad del trabajador
«Desde el punto de
vista del cristianismo, sólo cuando la economía es solidaria, cuando se introduce el amor en la economía,
ésta funciona bien», prosigue Lluch.
La economía solidaria, parte de «anteponer
el respeto al planeta y a sus recursos a otros intereses de corto plazo»,
según la definición que sigue Cáritas, que ha puesto en marcha diferentes
iniciativas basadas en el «respeto a los
derechos humanos y a la justicia social». La finalidad de la economía
solidaria «es impregnar cada una de las
actividades que realizamos», afirma Rubén Requena, técnico del Equipo de
Economía Solidaria de Cáritas Española.
Se trata –añade Lluch–
de «introducir criterios solidarios en
el funcionamiento de la empresa, en los criterios de contratación y de compra,
en el trato a los trabajadores…, dando siempre prioridad a los trabajadores
sobre el capital».
Los hechos avalan la economía solidaria
Carmelo Corada, de Cáritas Bizkaia, explica los diferentes
proyectos en los que trabajan: «el principal ámbito en el que trabajamos es en la red social Koopera, que abarca
la recogida, reciclaje y puesta en valor
de textil, calzado, aparatos eléctricos y electrodomésticos, juguetes, libros y
otros artículos de bazar que son depositados en los contenedores y puntos
limpios». De esta forma, se genera empleo y se asegura una venta justa en
todos sus aspectos.
Koopera, con 433 personas y 242 empleos de inserción, es
un proyecto interdiocesano que trabaja para «mejorar la situación de las
personas, especialmente de las que necesitan otra oportunidad, haciendo
realidad una economía social y solidaria», asegura Cristina Larrayoz.
«Nuestro quehacer diario lo guía el innovar y crecer, con las personas como
centro», explica.
Finanzas éticas
Otro de los proyectos
pioneros apoyados por Cáritas y que lleva varios años en marcha es la Banca Ética FIARE, «una herramienta
financiera que se diferencia de otros bancos porque las personas que la forman
participan de la toma de decisión de una manera muy intensa», afirma Rubén
Requena. «Siempre ha sido una
cooperativa de crédito y ahorro, y ahora puede operar como banco en España a
través de la Banca Popolare Etica, un banco italiano». Esta entidad
financia proyectos de la economía social y solidaria y se mueve bajo los
principios de la transparencia, la participación, la democracia y el crédito
como derecho.
Cáritas Madrid, destaca la labor de Taller 99,
creado hace 21 años para el arreglo de zapatos y para dar trabajo a personas en
riesgo de exclusión. Este
proyecto se amplió a la producción de artículos de piel y confección de ropa
infantil.
Es un lugar donde «se aprende a trabajar trabajando»,
cuenta. «Un técnico de inserción ayuda a las personas que llegan al proyecto a
desarrollar no sólo sus habilidades laborales, sino también de puntualidad,
trato con los demás, la convivencia, etc.». Cuca destaca que, después de un
tiempo con ellos, «ver que pueden trabajar y ser autónomos con la ayuda que les
ofrecemos aquí te agranda el corazón».
Alicia Gómez-Monedero
http://dioxinet.dibecla.es/23663/caritas-apuesta-por-la-economia-solidaria
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