El arrepentimiento
supone tener el valor necesario para afrontar la nueva situación. Sí, valor,
pues es necesario verte cara a cara con tus propios fallos, con tus fantasmas.
Daniel Medina Sierra |
Es
imprescindible sanar las heridas sufridas bajo esta mente imperfecta que comete
errores y debe, por narices, seguir su desarrollo con la consciencia
relativamente tranquila. Yo he cometido muchos errores en mi vida, muchos; queriendo y sin quererlo, también he hecho
daño a las personas que me querían.
No se trata de perdonar o que te perdonen, se
trata de perdonarte a tí mismo, un ejercicio de autoanálisis muy duro si lo
haces sin censuras, sin mentirte, sin engañarte y con el difícil fin de
librarte de algunas cadenas que te estén atormentando.
No somos santos y tampoco inocentes,
somos víctimas, pero también verdugos; no es tu verdad, ni su verdad, ya que
cada uno tiene una versión de lo sucedido a favor de quien la cuente.
Es más
complicado que eso, mucho más, debes intentar ponerte en el lugar del otro
aunque te cueste, considerar al otro como a ti mismo y entender sus motivos.
Puede que no sea así, que en esa ocasión no hubo otra opción, no se... Pero
absolutamente todos tenemos o tuvimos nuestro margen de actuación para
afrontarlo de otra forma, aunque en su día no lo viéramos. Yo tengo mucho de
que arrepentirme y no tengo miedo a pagar el precio de mirarme al espejo y ser
consciente de que soy un ser con tantos defectos como virtudes. Espero ser
mejor persona, eso es lo que me mueve a mirar tanto mi interior.
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