sábado, 16 de mayo de 2015

Y un jamón…



Pues sí, nada menos que un jamón ha regalado esta Navidad una persona a todos los que diariamente frecuentan la oficina del Programa de Personas Sin Hogar de Cáritas. Alguien que ha visto de cerca la labor que aquí se realiza y ha entendido que tanto las personas que vienen en busca de ayuda, como los que intentan darla, se merecían este premio.

Pues no me queda más remedio que agradecérselo en nombre de todos, y expresarle nuestro reconocimiento al valorar tan alto este servicio. Porque no es lo que valga un jamón, es lo que significa: estima, aprecio y mucho agradecimiento a alguien, en este caso a nosotros.

La verdad es que es otro gesto extraordinario más que viene a reflejar que cada vez más personas se conmueven ante las carencias de otros. Como he dicho en otra ocasión, este año hemos apreciado una sensibilidad especial en el barrio hacia las personas que visitan nuestra oficina y hacia nosotros mismos. A mi me gusta vivir la sensación de que estas personas sin hogar que acuden a Isaac Peral 15 cada día  no son ignorados por los demás, no molestan a nadie e incluso buscan la manera de ayudarles.

A ver si este año el “tiempo de Navidad”, de la generosidad sin límite, se prolonga todo el año, enlazamos con las siguientes Navidades, y así sucesivamente año tras año, persiguiendo sin descanso la construcción del reino de Dios: Reino de paz, de justicia, de Amor y de paz.


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