Cáritas agradece la mirada desde las periferias que los obispos hacen en el documento presentado hoy.
www.caritas.es
SERVICIO
DE NOTICIAS – 27 de abril de 2015 – Nº 2.269
Es un motivo de
estímulo para nuestra institución, el análisis
exhaustivo de los efectos que la vulnerabilidad social ha tenido en los últimos
años, y sigue teniendo, para tantos conciudadanos y conciudadanas nuestras,
víctimas de lo que el papa Francisco ha definido con acierto como la “cultura del
descarte”.
Deseamos destacar algunos de los puntos de la
instrucción pastoral:
- Los
inmigrantes, los más pobres
“los pobres
entre los pobres”. “Los inmigrantes sufren más que nadie la crisis que ellos no
han provocado”, y “en estos últimos tiempos, debido a la preocupación del
momento económico que vivimos, se han recortado sus derechos”.
“los más
pobres entre nosotros son los extranjeros sin papeles, a los que no se les
facilita servicios sociales básicos”.
- La
corrupción, un mal moral
Aplaudimos la llamada urgente a “recuperar una economía
basada en la ética y en el bien común por encima de los intereses individuales
y egoístas”, así como la constatación (puntos 19 y 20) de que “la crisis no ha
sido igual para todos” y de que “para algunos, apenas han cambiado las cosas.
De gran valentía,
además, es la denuncia reiteradamente expresada por nuestra Confederación, de
que “aspectos como la lucha contra la
pobreza, un ideal compartido de justicia social y de solidaridad –que deberían centrar
nuestro proyecto como nación–, se sacrifican en aras del crecimiento
económico”.
Las personas, en el centro
Esto significa algo tan
primordial para Cáritas como poner a las
personas en el centro de cualquier modelo de crecimiento, “importante
para la armonía de la vida social”.
Apelan, a este
respecto, a la responsabilidad de la comunidad política “de garantizar la realización de los derechos de sus ciudadanos” y de
“promover las condiciones necesarias para que, con la colaboración de toda la
sociedad, los derechos económicosociales puedan ser satisfechos, como el
derecho al trabajo digno, a una vivienda adecuada, al cuidado de la salud, a
una educación en igualdad y libertad”.
- Vivir
una espiritualidad encarnada en los pobres
Especialmente
inspiradora resulta la exhortación pastoral que los obispos nos lanzan para
vivir a fondo “la espiritualidad que
anima a los que trabajan en el campo caritativo y social”, que “no es una
espiritualidad más” ya que se trata de una “espiritualidad encarnada y de ojos
y oídos abiertos a los pobres, una espiritualidad de la ternura y de la gracia”,
que es, precisamente, la que inspira esa salida a la escucha del otro que
define el modelo de acompañamiento de Cáritas.
- Propuestas
Elogiamos, en este sentido,
el amplio capítulo de propuestas que los
prelados lanzan al final del documento, que van desde la de crear empleo
(empresas) o la de garantizar derechos y mantener el estado social de bienestar
(Administraciones públicas), hasta la de cada
uno de nosotros “orientemos nuestras vidas hacia actitudes de vida más austeras
y modelos de consumo más sostenibles” y “desarrollemos, desde la coherencia ética
con nuestros valores, iniciativas conjuntas, trabajando en red, con las
empresas y otras instituciones apoyando, también con los recursos eclesiales,
las finanzas éticas, microcréditos y empresas de economía social.
No hay comentarios:
Publicar un comentario