La era
de la intercomunicación, la era de dioses hechos hombres u hombres hechos
dioses; un
truco de ilusionismo capaz de cegar las mentes más estables. Nos
creíamos mejores que los demás hombres, más guapos, más inteligentes,
simpáticos... Creíamos poder tocar nuestros sueños con las manos sin esfuerzo,
por arte de magia.
Daniel Meddina Sierra |
La
televisión, internet y otros aparatejos nos manda imágenes de personas felices,
con fama, dinero y poder; chicas guapas y relaciones esporádicas por doquier
como un semental o como si no existiera un mañana. ¡ Vive la vida, disfruta,
coge lo que quieras sin esfuerzo, sin problemas!.
Desgraciadamente no es más que una estafa, mentiras disfrazadas de
verdad o verdades disfrazadas de mentiras, lo mismo da. Es tal el
convencimiento, que cada día, a cada minuto, necesitamos exhibir fotos, vídeos
y comentarios en las redes sociales sin tener en cuenta algo tan importante
como es la privacidad. Cada vez necesitamos más atenciones y para ello contamos
y enseñamos lo que sea necesario por unos minutos de gloria que te puedan
conceder los " amigos" de las redes sociales. A su vez, nos sentimos
más vacíos, con la duda de si nuestra personalidad es propia o construida por
otros.
Curiosamente, nos sentimos más solos, más perdidos; puesto que van
pasando los años y no eres rico, ni famoso, con lo cual el sentimiento de
frustración es más evidente y creciente. Es casi imposible salir de la tela de
araña que va manejándose por su cuenta dándote más necesidades y creando
verdaderos enfermos de estas redes sociales y a ser posible, borregos de la
moda o tendencias como así lo llaman. Lo curioso de todo este maremagnum de
información no es la comunicación o el acercamiento a otros hombres, sino más
bien lo contrario, puesto que el mensaje final es el individualismo. Curioso
¿Verdad?, tantas ganas de comunicarte, tantos medios para hacerlo, pero con
cada uno de ellos sólo preocupado por sus propios asuntos.
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