domingo, 9 de agosto de 2015

Donde había pecadores, ahora, por decreto o por descuido, incautos ‘multidelincuentes’

Iba a escribir un comentario al último post de mi amigo Daniel, y me salió tan largo, que se convirtió en otro post. Y dice así:

Este Estado, bueno, todos o casi todos, desde la ONU hasta el último rincón de la tierra, han empezado hace ya un tiempo a hacerse los dueños de la conciencia de las personas. Están empeñados en elaborar un laberinto de  leyes, tan absurdas, que la justicia se ha vuelto meramente humana, y es ‘un cachondeo’, ¿o qué es si no, que terroristas confesos, y otros criminales, con penas a medio cumplir, sin haberse arrepentido de sus crímenes abominables, anden sueltos; o qué pensar de normas de tráfico absurdas, que ni los mismos políticos cumplen por agobiantes y que sólo buscan crear ‘delincuentes de tráfico’ y cobrar multas, para excitar así el miedo y la frustración en los ciudadanos. Muchos hay que, por ser pobres además, han de cumplir condenas sociales al no poder pagar tan elevadas multas.

Y ya el colmo, el empeño en considerar el ‘cambio climático’ consecuencia de la maldad de los ‘hombres-ciudadanos-consumidores’, al que nos han abocado en cualquier caso por su codicia y su ineptitud; si tan listos son para verlo ahora lo pudieron haber previsto, los grandes sabios de la URSS al menos… Ahora debemos pagar todos la culpa que hemos cometido contra la naturaleza, de la que se creen dueños, ni mucho menos responsables ante Dios y las futuras generaciones, o ante los mismos ciudadanos que los eligen.

No quisiera meterme con las leyes que destruyen el concepto de familia, o las que regulan las separaciones y divorcios (porque soy una víctima más, y puede que no sea imparcial…jaja)  y los demás posibles estados civiles en la actualidad. No hay forma más atroz de fomentar el odio y la división, la ruina individualizada, la pobreza, y hasta la exclusión.

¿Hay contradicción más evidente, visible y desvergonzada que ver escrito en un paquete de tabaco ‘fumar mata’? Pero tú consume, que así elevamos los impuestos y vas pagando cigarro a cigarro la culpa por fumar, enfermarte… Después,  ya veremos si te curamos, por haber sido  ‘consumidor- fumador-pecador’ según el concepto sanitario moderno, que  busca la felicidad en ‘calidad de vida’, o en la prolongación de la misma, aunque no sé yo bien para qué, ni cuántos podrán disfrutar de estas ‘bendiciones estatales’ si la mayoría de la población es pobre.

Y así muchas cosas más: el relativismo, la ‘falsa tolerancia discriminatoria’ para justificar los ataques a la Iglesia católica, por ejemplo, o a la fiesta nacional de los toros, que está muy bien regulada; para impedir algunas manifestaciones públicas de fe, y en cambio sí permitir otras expresiones artísticas, o cabalgatas,  desvergonzadas,  de mal gusto y provocativas; permitir en la educación de los niños ciertos contenidos y prohibir otros, atentando contra la libertad de cátedra; así como impedir la objeción de conciencia a los médicos antiabortistas…

Sigo: ¡la aprobación de derechos para acortar o interrumpir la vida humana! ¡Cabe mayor despropósito, pues va contra el respeto sagrado a la vida humana, que indudablemente no nos pertenece. Estamos obligados a cuidarla, al menos por instinto de supervivencia de la especie! Matan cristianos o enemigos políticos, mueren africanos que huyen despavoridos de la miseria económica y política, de la violencia tribal exterminadora… a un occidente en crisis total, caótico, incapaz de regular su propia sociedad con verdadera justicia pacificadora.


Y termino, pues no pensaba extenderme tanto hoy, no quería juntar tantos agravios para no caer el desánimo. Prefiero elevar una oración al Dios Altísimo, que por los méritos de la pasión, muerte y resurrección de su querido Hijo, y hermano nuestro,  perdone nuestras ofensas, nos salve y nos proteja de nosotros mismos, para que seamos fuertes, y no caigamos en las garras del Gran Adulador y sus secuaces.

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