JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS
No comprendo por qué razón
los milagros suceden, ni qué sentido puedan tener, ni por qué parece que
suceden solo a unos y no a otros... ¿O será que les ocurren a todos?
Admiro la simplicidad de los
milagros. Pasan siempre desapercibidos a la mayor parte de las personas.
Incluso también a quien los recibe. A veces, se dan solo con una mirada. Con
una palabra. Con un gesto. Otras veces, con una tempestad que llega o en una ventisca
que desaparece... ¡poco importa!
Es sorprendente la fe de los
que los niegan... creen que todo es mera obra de la casualidad. ¡Si se dieran
cuenta de que eso sería incluso un milagro mayor!
Los milagros suceden... y
son tantos como los misterios de la vida.
Hay un suelo suave, pero
seguro que impide que la caída en el abismo no tenga fin... una luz que ilumina
el camino de vuelta... y unas alas que nos hacen volar hasta casa... y hay una
sonrisa en los ojos de quien llora. Y hay siempre mucha gente que no se da
cuenta de nada de esto...
Un breve instante es
suficiente para que nos llegue lo que durante mucho tiempo nos fue negado.
Los milagros tienen siempre
una historia. Son un encuentro difícil y demorado entre dos voluntades libres,
que, de repente, se da.
No importa si lo
consideramos imposible o que incluso lo podamos tener olvidado... si fuera el
momento, sucederá. Siempre de forma sutil. Discreta. Escondida, paciente y
perfecta.
Hay noches y días, dolores y
alegrías... Hay puertas que no necesitan cerradura y ventanas que nunca cierran.
Sé que es lo mismo cuando me
callo, tú oyes... y, hasta puede ser que antes que yo, tú ya lo sepas.
Y es que en un silencio sin
fin alguien me dice: Llora, pero no te destruyas. Yo te amo.
(ilustração de Carlos Ribeiro)
http://rr.sapo.pt/artigo/62242/eu_acredito_em_milagres
No hay comentarios:
Publicar un comentario