sábado, 30 de julio de 2016

“La era de la envidia”

Ayn Rand

 “La cosa más inmoral del mundo es atacar a alguien por sus virtudes”

La envidia, etimológicamente, del latín: invidia, ‘no ver’. Según los diccionarios, disgusto por el bien ajeno. Deseo de poseer lo que el otro tiene (acompañado de odio al poseedor).

La envidia es producto del disgusto desencadenado por el sentimiento de inferioridad. En el mito bíblico que describe la creación del mundo, la caída de la humanidad  se produce cuando la astuta serpiente –envidiosa de la supremacía de su Creador- ofrece a la mujer la manzana prohibida, depositaria del conocimiento del bien y del mal. Aún más, conforme con la fuente bíblica, el primer fratricidio practicado sobre la tierra es igualmente patrocinado por la envidia.

Admitir que se es envidioso es reconocerse mediocre en una u otra faceta de la vida, razón por la cual la envidia es el más negado de todos los sentimientos. Todo el mundo se ve envidiado. Envidioso, claro, es siempre otro.

No obstante, cuando una persona se ufana de no haber sentido  nunca envidia, no se trata, es obvio, de una criatura pronta para ser canonizada, sino más bien de alguien que se niega a luchar con los propios sentimientos.

Resquicio de nuestro instinto de conservación, la envidia es innata. No es necesario aprenderla. Cuando se comprende bien, es conducida, se transforma en sana admiración por los hechos ajenos y consecuente estímulo para la aplicación de las propias potencialidades. Cuando es reprimida, se convierte en frustración y actitud vengativa. En esas condiciones, sirve de base para críticas mordaces, comportamientos corrosivos y, no es raro, criminales, que miran siempre la destrucción del envidiado.

Con su vocabulario lúcido y conciso, la filósofa y dramaturga Ayn Rand (1905-1982) habla acerca de lo que ella denominó “La era de la envidia”
http://www.revistapazes.com/coisa-mais-imoral-da-terra-e-atacar-alguem-por-suas-virtudes/


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