José Luís Nunes Martins
jornal i
13 de setembro de 2014
http://www.ionline.pt/iopiniao/fogo-da-brilho-ao-olhar
jornal i
13 de setembro de 2014
http://www.ionline.pt/iopiniao/fogo-da-brilho-ao-olhar
Ilustração de Carlos Ribeiro
En ciertos momentos de nuestra vida llega la hora de afrontar los peligros de un viaje lleno de sombras y miedos, hacia lo más profundo de nosotros… al infinito misterio donde la llama de nuestro corazón arde. Ahí se encuentra la paz verdadera que se va perdiendo entre tantos ruidos y prisas.
Es el tiempo de pensar
en cada pilar de nuestra vida… en cada decisión. Separando lo que es esencial
de lo que no lo es. Lo que tiene valor de lo que sólo es apariencia. Comprender
el tiempo y las fuerzas aplicadas en el sentido correcto y las que se pierden
en vano. Poco a poco, con calma, van surgiendo pistas y señales importantes… es
preciso tener sosiego, paciencia y atención.
No debemos decidir nada
importante sin antes evaluarlo en el sosiego de nuestro corazón. Los grandes
viajes comienzan siempre mucho tiempo antes de la partida. Nuestras mayores
obras surgen siempre primero en el silencio íntimo de nuestra alma.
Es en lo más profundo
de mí donde me encuentro. Sólo así soy… yo.
¿Estoy solo en el
mundo?¿Qué me importa en la vida?¿Qué debo llevar de mi asado para el
futuro?¿Qué significo yo para los otros?
La vida está llena de
superficialidades, ilusiones y mentiras que, por más bellas y agradables que
sean, no son sino engaños que nos apartan de nuestra más noble condición.
Hay quien viaja mucho
(por el mundo y por los sueños) para huir de sí mismo. Hay también quien
desperdicia sus días con preocupaciones vacías…
haciendo de todo para vivir lejos de la realidad. Y aún hay quien vive
sin abrigo, fuera de sí. Quien busca en todas las cosas del mundo lo que traza
en el fondo de su corazón. Se necesita coraje para parar y dejarse atrapar por
este rasgo de silencio que todo lo muda.
Nadie se puede abrir al
exterior si no consigue abrirse a su interior. La armonía que tanto se busca
pasa por un equilibrio esencial, por una tensión de lo que soy a lo que quiero
ser. Proyectándome hacia delante, hacia un yo mejor. La conquista de la
felicidad se hace siempre desde dentro.
Las heridas profundas
no curan si estuvieran tapadas. Así se agravan mientras no seamos capaces de
asumirlas. De darles aire y tiempo… de dedicarles el amor que necesitan.
La intimidad asusta. El
interior es solo lo que está debajo de la superficie. Lo íntimo está bien al
fondo, es la esencia, la base dinámica de nuestra existencia. La verdad de lo
que hacemos de nosotros mismos. Yo soy. Sin artificios o accesorios. Somos
extraños muchas veces a nosotros mismos. Cuando, en verdad, el verdadero
silencio clama por nosotros desde siempre…
Valemos mucho, pero
sólo por lo que somos capaces de llevar a la vida de los otros. Por los fuegos
que seamos capaces de atizar y alimentar en el corazón de los que se cruzan con
nosotros… compartiendo nuestra luz y calor. Al final, sólo el amor cuenta, todo
lo demás es oscuro y frío.
Siempre es tiempo de
partir. No somos más de un espacio que de otro. No somos más de un tiempo que
de otro. Somos de nosotros mismos, pero no somos para nosotros mismos. Somos
amor. Partes ínfimas del camino, de la verdad y de la vida.
El brillo de nuestros
ojos resulta del fuego que, a pesar de todo, conseguimos mantener encendido en
el fondo de nuestro corazón. Pero que sirve para propagarse a otros, para sembrar luz en las
tinieblas por donde tanta gente anda perdida…
El fuego del amor no
consume ni destruye. Permanece, ilumina y perfecciona.
Somos una luz. Para los
otros.
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