OPINIÓN
DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS
Ser libre es mucho más que
ser independiente. La libertad consiste en el usufructo completo e íntegro de
las facultades internas y externas, del cuerpo y del alma. La independencia
consiste en la exención o desapego de todos los lazos, y de toda sumisión
exterior que pueda influir sobre su uso y ponerle algún obstáculo.
La
libertad forma parte de la esencia de la vida. Sin ser libre, no se vive, solo
se sobrevive.
Tenemos
la capacidad de elegir entre el bien y el mal, pero no para determinar lo que
es bueno o malo. Tampoco para cuestionar la naturaleza o las circunstancias
específicas de cada uno.
Muchos
son los que se entregan como prisioneros en una guerra que quieren perder según
sus deseos… Se vuelven esclavos de los que tienen de más rastrero: el placer
egoísta que jamás se satisface. Dejan de ser señores de sí y pretenden que los
demás les presten atención, admiración y afecto. Cayendo así en manos del
orgullo -su enemigo- se convierten en cautivos de una imagen distorsionada de
sí mismos… siempre peor de lo que es en realidad.
A
veces, son perdonados por aquellos a quien no hacen bien. Dado el caso, hay
muchos que asumen eso como pretexto para vivir en desenfrenado libertinaje.
Sirviéndose de los otros, sin quererlos ver como iguales y dignos. Sino
instrumentos. Meros escalones. Cosas de usar y desechar.
El
mal uso de la libertad puede ser muy nocivo para algunos. Se hacen mal a sí
mismos, al tiempo que se creen dueños de la libertad del otro.
Nadie
me puede obligar a ser quien no quiero ser.
Mi
libertad está determinada por mi voluntad, de acuerdo con las posibilidades y
con lo que son mis deberes.
Ser
libre es obedecer. Tener un proyecto y luchar por él. Cada día. A veces, ser
libre es resistir con paciencia, a la espera de un momento mejor.
Ser
libre es mucho más que ser independiente. La libertad consiste en el usufructo
completo e íntegro de las facultades internas y externas, del cuerpo y del
alma. La independencia consiste en la exención o desapego de todos los lazos, y
de toda sumisión exterior que pueda influir sobre su uso y ponerle algún
obstáculo.
El
poder fascina y esclaviza a aquellos a quien promete este mundo y otro. Los
juegos de poder son una prueba de lo absurdo que el mundo puede ser.
El
amor es una renuncia al poder. Intencionada. Voluntaria y consciente. Libre, en
el sentido más absoluto.
¡Nadie
me puede obligar a amar, tampoco a amarlo! ¡Sólo yo me puedo obligar a amar!
El
amor es la certeza de salvación y depende solo de cada uno de nosotros. No de
pasiones pasajeras, sino de una voluntad sublime de ser exactamente quienes
queremos ser.
¡Amar
es tener la libertad de servir a quien se ama!
Ilustración
Carlos Ribero
“Ser libre es obedecer. Tener un proyecto y luchar por él. Cada día…” Claro, dicho así, parce muy simple, pero como supone haber elegido lo mejor, entonces habrá merecido la pena, aunque nos equivoquemos a veces… Muito obrigado. Fantástico texto.
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