domingo, 13 de enero de 2019

BAUTISMO DEL SEÑOR



 Por Pablo Garrido Sánchez

Isaías 42,1-4.6-7  /  Salmo 28  /  Hechos 10,34-38  / Lucas 3,15-16.21-22

La alborada del Evangelio

La Navidad termina con el Bautismo de JESÚS en el Jordán por medio de Juan el Bautista. Este momento señala la manifestación de la LUZ verdadera, en la que reside la VIDA (Cf. Jn 1,9).  Ahora hace su aparición en la tierra de Israel la encarnación de la PALABRA, que es DIOS mismo (Cf. Jn 1,1); cumpliendo de esa forma las múltiples profecías de una intervención personal de DIOS en la historia de los hombres.


Por otra parte, la PALABRA, encarnada en JESÚS, existe desde antes de la encarnación y “ha sido y es la LUZ que alumbra a todo hombre que viene a este mundo” (Cf. Jn 1, 9).  … la LUZ, en este caso, coincide con la CONCIENCIA pura, personal y eterna.

La pregunta por el MESÍAS

… la inquietud por su llegada se respiraba en el ambiente de aquel momento. Juan manifiesta una característica del MESÍAS que no ofrecerá duda alguna: “el MESÍAS bautizará en el ESPÍRITU SANTO y con fuego” (Cf. Jn 1,26-27). El que tenga la potestad de ungir a los hombres con la acción del ESPÍRITU SANTO, ese es el verdadero MESÍAS, al que hay que escuchar y seguir.

El bautismo que ofrece Juan  … tiene por objetivo conducir a sus coetáneos al arrepentimiento y la conversión. El objetivo llevado a cabo por Juan no es de orden menor, pues cualquier giro o cambio en la vida personal que acerque a DIOS es un logro muy importante …

 “Vino a su casa...” (Cf. Jn 1,11)

… la PALABRA, que “desde siempre estaba junto a DIOS, y era DIOS” (Cf. Jn 1,1). La PALABRA, que es la  LUZ,  “ilumina a  todo hombre que viene a este mundo” (Cf. Jn 1,9), sin distinción de raza, religión o clase social;  la PALABRA, al encarnarse en la persona de JESÚS de Nazaret, excede todas las expectativas de los hombres de aquel momento histórico, … Tras la Revelación de la PALABRA en JESUCRISTO estamos en condiciones de llegar a la propia plenitud en la relación con DIOS.

El bautismo de JESÚS


El evangelio de Lucas, nos dice: “En un bautismo general, JESÚS  también se bautizó” (Cf. Lc 3,21). De modo sencillo, Lucas corrobora la doctrina expresada en el himno de la carta  a los Filipenses: “CRISTO actuó como un hombre cualquiera” (Cf. Flp 2,7) … este credo de Filipenses resuelve lo que la Fe de las primeras comunidades profesaban en torno a JESÚS: su excepcionalidad incluía la solidaridad con todos los demás hombres.

En esta versión de Lucas quien identifica a JESÚS es directamente el PADRE: “Y mientras oraba, JESÚS, se abrió el cielo, descendió el ESPÍRITU SANTO en forma de paloma, y se oyó una voz que decía, este es mi HIJO amado, mi predilecto” (Cf. Lc 3,21-22). Por otra parte, el evangelio de Juan, pone en labios del Bautista: “El que me mandó a bautizar me dijo: Sobre quien veas descender el  ESPÍRITU SANTO, ese es” (Cf. Jn 1,33)

Una acción simbólica

El bautismo de JESÚS en el Jordán es una acción simbólica con carácter profético, que precisa para su comprensión una trayectoria …

La inmersión de JESÚS en el Jordán es un anticipo de la inmersión en la Muerte; lo mismo que en la Cruz JESÚS murió recitando el Salmo veintiuno, así también en las aguas del Jordán rodeado de la multitud que confesaba sus pecados, JESÚS también oraba. La teofanía del Jordán, en que se manifiesta el ESPÍRITU SANTO revelando al HIJO, y atrayendo sobre ÉL la voz del PADRE, es un anticipo de la Resurrección, momento en el que el HIJO queda confirmado como SALVADOR de todos los hombres.

… es plausible decir, que JESÚS se sumergió en las aguas del Jordán para cargar con los pecados de todos los hombres representados por los allí presentes.

 Ahora adquieren una mejor comprensión los “Cánticos del Siervo de YAHVEH” contenidos en el libro de Isaías, de los que la liturgia nos ofrece hoy el primero de ellos.

“Mirad a mi SIERVO”  (Is 42,1)


La revelación contenida en los textos sagrados es suficiente para que después de veinte siglos sigamos contemplando el interrogante sobre JESÚS. Nuestra Fe mantiene su vigor en la misma medida que obtengamos alimento y contenido de la palabra sobre JESÚS en el Nuevo Testamento.

El gran prólogo, que constituye el Antiguo Testamento, pudiera sintetizarse en esa breve frase: “Mirad a mi SIERVO”. Él tiene el encargo de traer a las naciones el derecho que parte de DIOS. Un nuevo orden humano, que esperan las personas de buena voluntad; y para ello este SIERVO provisto de la unción del ESPÍRITU SANTO “no va a vocear ni gritar por las calles” en tono amedrentador, ni amenazador, … “la caña cascada no la quebrará y el pábilo vacilante no lo apagará”.  ... El ESPÍRITU del que va a estar dotado este SIERVO va a ser capaz de recuperar al que está considerado como desecho moral, en la imagen del pábilo vacilante; y al que la vida lo ha machacado hasta el punto de no dejarle parte ilesa alguna.

… Este Siervo de YAHVEH, amado, predilecto, ungido por el ESPÍRITU SANTO; … tiene poder para llegar a las regiones más profundas del abismo humano y liberar a los hijos de DIOS de los más bajos estadios del Mal. También en el abismo se dobla la rodilla ante el SIERVO que adquirió “el Nombre sobre todo nombre” (Cf. Flp 2, 9-10)


“La cosa empezó en Galilea” (Hch 10,37)


… como dice Pedro, en casa de Cornelio, “la cosa empezó en Galilea”; Y lo que allí dio comienzo, continúa hoy  en nuestros días con un Bautismo que supera del todo al que Juan realizaba: “Yo bautizo con agua, pero el que viene detrás de mí es más fuerte que yo. Ese os bautizará con ESPÍRITU SANTO  y fuego” (Cf. Jn 1,26-30 )

Si la Iglesia hoy puede seguir ofreciendo la unción del ESPÍRITU SANTO es gracias a que JESÚS de Nazaret le fue otorgado “el ESPÍRITU SANTO sin medida” (Cf. Jn 3,34); y ÉL se lo confiere a su Iglesia. Gracias a la presencia del ESPÍRITU SANTO permanecen el Bautismo y la Eucaristía entre nosotros para darnos una vida que no es de este mundo, sino del venidero, pero se nos da ahora por gracia en este mundo.

garrido19 | 12 enero, 2019 en 3:18 pm | Categorías: NAVIDAD | URL: https://wp.me/p9CT8C-2o

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