Daniel Medina Sierra
Tiempos difíciles para cultivar mente y alma, pedir perdón,
dar las gracias, conceder el don de la duda, tener espíritu crítico …
Dones o virtudes poco usadas, recicladas por la ignorancia, el vacío espiritual, sustituidos por un dios más terrenal, más asequible, corruptible y con moral dudosa.
Superficialidad, valor monetario, lucha de clases,
competencia deshonrosa, inmoral.
El amor esta reducido a un rato de placer carnal, a lo
pasajero, lo fugaz. Carece de propósito elevado, carece de compromiso, de
responsabilidad.
Estamos en una isla desierta, encerrados en una urna de
cristal, que es la única protección ante tanto grito, odio, mentiras, abusos.
No en vano, tenemos muchos avisos de que el mundo, si
continua así, se volverá inerte. No es que no haya seres vivos, serán seres
vacíos.
Quién dudaría de la dependencia de las nuevas tecnologías de
comunicación, quién duda del control concedido a éstas mismas.
Las noticias nos acechan por todas partes, muchas de ella
falsas, no relacionamos por las redes sociales, ¡por Dios, si nos piden amistad
personas que te ven y no te saludan!
Admito que, a pesar de mi edad, estoy bastante lejos de las
tendencias, costumbres y nuevos valores actuales.
Los rechazo y no albergo absolutamente ningún sentimiento de
perder nada importante, es más, si accedo a ser aceptado por la mayoría, si
permito perder el juicio y olvidar la autocrítica, la rebeldía, la humildad, la
empatía, les vendo lo mejor de mí a cambio de nada, vacío.
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