Daniel Medina Sierra
Cuando tienes la oportunidad
de cambiar tu vida ¿Qué haces?
Tal y como yo lo veo solo
existen dos opciones:
- Uno: Te la juegas y la
recibes con ilusión.
- Dos: Huyes todo lo lejos
que puedas.
Es... curiosa la
conclusión a la que he llegado, mucha gente huye.
Prefieren recrearse en su
pena y su dolor, en vez de asumir que no lloverá eternamente. Hay muchas razones por las que vivir. Desde
luego sé de buena tinta que el paso hacia adelante no es fácil, son muchos los
obstáculos que nos vamos a encontrar.
Nada es lo que pensaba, ni
en sueños, ni buenos ni malos, creí que estuviera con cuarenta años en esta
situación. Divorciado, en paro, “Sin familia”, sin amigos, sin
dinero, sin casa... Sin nada.
Y
aquí estoy, con una tablet que me regalo
un buen amigo, por el que puedo contaros
de primera mano, las crónicas de un pobre
que ha vuelto a la lucha. Mi familia ahora es más grande, tengo la
suerte de tener amigos de verdad.
Desde
hace un año en adelante he progresado mucho.
Tengo mucho mejor aspecto, tengo más confianza en mí mismo y he aprendido tantas y tantas cosas
buenas. Ahora sé que existen las buenas personas de
verdad, que la fuerza no reside en los puños sino en tu corazón, que todo pasa por
algún motivo, no hay nada al azar.
Puede
que todo lo sufrido durante estos seis años, esta dulce agonía en la que ni estas
vivo ni estas muerto, pero que puede
volverte literalmente loco, haya pasado ya; puede que me esperen cosas buenas,
buenos momentos para recobrar aliento para la próxima embestida.
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