10 de outubro de 2015 https://www.facebook.com/jlmartins?fref=nf
La vida nos exige que seamos profetas. Que consigamos llevar luz fuerte y esperanza verdadera a quien no la tiene. Todos. Cada uno a su manera. Pero nunca las palabras son suficiente. Sólo es profeta quien sea capaz de esforzarse para que sus obras estén de cuerdo con su misión y objetivo. No se exige que seamos perfectos, pero sí que nunca nos olvidemos de luchar por eso.
En los caminos de
nuestra historia, importa pensar bien en los momentos de llegada, pero también
en lo que podemos y debemos hacer después. La vida es un viaje retrasado, un
gran encuentro y una laga despedida…
¿Qué he escogido? ¿Porque insisto tantas veces en no querer escoger, prefiriendo que sean las circunstancias las que acaben escogiendo en vez de yo mismo? ¿Por qué razón confío más en lo que tengo o puedo tener, que en lo que soy o puedo ser?
Que yo sepa descubrir y apreciar siempre la esencia de la vida en cada escenario… por más vacío que parezca. Que yo me esfuerce por llenar de amor los desiertos y las noches de quien encuentro y anda perdido. Que yo luche por ser justo y pida perdón por todas las veces en que me quise perder… Porque no hay paz sin justicia, ni justicia in perdón.
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