domingo, 25 de octubre de 2015

La libertad del silencio


24 de outubro de 2015

                                                             Ilustração de Carlos Ribeiro

Hablamos de más. Damos, tantas veces, nuestra opinión aunque nadie nos la pida, aunque tal vez a nadie le interese. Como si el silencio fuese peor… en verdad, nuestras palabras nos atan. Por hablar más de lo que debemos, acabamos por volvernos quienes no queríamos ser. Hay a quien parece gustarle tanto su voz que aprovecha el tiempo que debía dedicar a escuchar a otros en pensar  lo que va a decir después… no escuchan. Sólo hablan. De más. ¿Cómo puede saber hablar quien no sabe callar?

En el silencio hay más paz. Más libertad. Se escucha mejor toco lo que está a nuestro alrededor. Lo que dicen los otros y lo que no dicen. Incluso se ve mucho mejor.

La plaza pública es ruidosa e indiferente. Curiosa, quiere saber mucho pero todo lo olvida muy rápidamente

Es importante que seamos capaces de guardar nuestras palabras para nosotros y para quien nos las pide, más todavía cuando sean las más acertadas, deben solo ser dichas si alguien las quiere escuchar… caso contrario, lo mejor será siempre el silencio. Incluso porque tener razones no es tener la razón.

El silencio es el lugar del amor. La verdad no se dice, se hace. Se cumple. En gestos tan simples como escuchar, sufrir, contemplar, perdonar y agradecer.

Al final, el punto más elevado de nuestra existencia está en lo más profundo de nosotros. El silencio es la luz para que llegar allí.

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