viernes, 19 de febrero de 2016

Agradecimiento

Daniel Medina Sierra



Quiero dar, si me permitís, un merecido homenaje a algunos seres especiales que tengo la suerte de conocer. Como no son dados a la exposición pública respetaremos sus nombres, tan sólo los
nombraré por la primera letra.
G. Es un gran hombre, padre, abuelo y esposo amantísimo y todos orgullosos de él, me ayudó en mis primeros pasos de la manera más práctica. Me compró un infiernillo, una bombona para calentarme la comida. Me acompañó a Cáritas de la iglesia mayor donde me atendieron muy bien. No solo le debo dinero, le debo consideración, complicidad, confianza e incluso algún enfado pasajero. Le debo preocupación y espero, algún día, merecer su amistad.


El siguiente es un cura querido por muchas personas por su gran bondad, Su nombre empieza por L. No es que seamos íntimos amigos, ni siquiera tenemos la religión en común pero la claridad de sus ojos al mirarme, una sonrisa amable... Si existen personas tan buenas tiene que existir Dios.


Tenemos a O. Es un padre más que amigo. Tengo la suerte de ser su amigo, es generoso hasta olvidarse de sí mismo, Si no lo paro un poco me mete en su casa, se preocupa por mí, por los demás, es un buen compañero y mejor amigo. Te hace sentir en casa, una sensación que hace mucho no sentía. Tengo tanto que agradecerle... No se lo digo tanto por no ser pesado ni para que crea que tiene ningún tipo de responsabilidad hacia mí, pero doy las gracias siempre.



A P. lo conozco menos pero parece que lo conozco desde hace mucho, es amable con todos, buen compañero, siempre aprendes cosas nuevas, puedes contar siempre con él. La impresión que me dio la primera vez que lo vi fue de un hombre bondadoso y no me equivoqué. Siempre ayudando a su prójimo sin pedir nada a cambio. Tengo la suerte de ser su compañero y amigo.

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