sábado, 30 de noviembre de 2019

¿Desgracias. Por qué a mí?



José Luís Nunes Martins



Siempre que alguien es víctima de un infortunio, es corriente preguntarse: “¿Por qué a mí?”. De la misma forma, cuando sabemos que alguien que ha tenido una alegría en alguna cosa de la vida, sea por haber luchado por ella o por simple suerte, cuestionamos el logro: “Pero, por qué a él y no a mí?”

Estos raciocinios son simples pero  revelan una verdad profunda que vale la pena analizar: ¡cada uno de nosotros considera que es superior a los otros, por lo que es una injusticia a evitar que seamos blanco de un mal querer… y creemos igualmente que a los otros es más justo!

Cuando se trata de algún tipo de éxito, casi nunca consideramos si la persona ha luchado, o no, mucho por ello, solo envidiamos. Creemos que la suerte se habrá engañado y ha dado al otro lo que era nuestro.

Es importarte que nos apartemos de esta forma tan inmadura de leer el mundo.

El sentido de la vida existe, pero de ahí hasta que logremos comprenderlo va una distancia mayor de lo que dista este mundo del otro.

Creemos que nuestra inteligencia es capaz de abarcarlo todo. Tal vez la verdad se esconda para unos y se muestre a otros, ¿ pero,  prefiere revelarse a los que se creen más inteligentes?

Mi vida no es un cuento infantil en el cual todo tiene un sentido y un valor concreto y evidente. Al contrario, vivir es navegar en un mar revuelto de incertidumbres, tempestades y preguntas sin respuesta, y desiertos, muchos desiertos. A veces, una bonanza, una certeza, un oasis… pero durante poco tiempo.

¿Por qué razón estoy vivo? ¿Por qué yo? ¿O que habré hecho para merecer vivir esta vida? ¿Es que ya existía? ¿En el corazón de alguien?

¿Por qué razón valoro el bien solo cuando lo pierdo? ¿Por qué no soy capaz de comprender que, no siendo más uno más, tampoco soy la persona más importante?

Hay personas sufriendo mucho, algunas son capaces de sonreír más que yo. ¿Por qué? ¿Son ellas las que están equivocadas?


Hay personas felices con mucho menos de lo que yo tengo. ¿Cuándo voy  a comprender que hay tantas cosas que tengo y que quiero aún tener que no sirven de  nada para la felicidad, o mejor, incluso alejan?

La vida es justa, pero la lógica de su justicia no es la de este mundo.







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