¡Comienza y acaba!
Comienza, aunque no tenga mucha voluntad. La voluntad aparecerá
luego y hasta con entusiasmo. Más tarde, tendrás problemas para mantenerte en
la lucha, porque casi nunca imaginamos la distancia del camino, pensando
siempre que será menor… Por fin, y por más que cueste, por más imperfectos que
sean los resultados, llega el tiempo de acabar. Y acabar casi duele tanto como
empezar. ¡No seas perfeccionista, acaba! No te preocupes, siempre tendrás muchos
proyectos por delante.
¡Por más que cueste comenzar, trabajar tanto y terminar,
a pesar de todo, compensa mucho más este recorrido que el de aquellos que está
esperando que algo descienda del cielo para decirles que es tiempo de comenzar,
para que, después, llegue del cielo un ejército de ángeles para ayudarles a
cada paso y que, por fin, surja una luz sublime que torne el producto perfecto,
y así sea el tiempo perfecto para acabar la obra! Claro, en estos sueños, el
mérito les es atribuido solo a ellos y a su (extraña e interesada) fe.
¿Cuántas veces sabemos con convicción que debemos hacer
algo pero no lo hacemos?
El momento más importante para el éxito de un proyecto es
aquel en que, después de haber tomado la decisión , se pasa a la acción.
Comenzar es lo que más importa, más que saber el punto donde se comienza. El final
es el que define el triunfo, no el comienzo. Pero nunca habrá fin sin comienzo.
Puede decirse que importa acertar en el momento adecuado.
¿Pero qué decir de aquellos que lo
esperan sin hacer otra cosa que no… esperar? Es increíble como conseguimos
llenar nuestras vidas de tiempos inútiles y de disculpas, sin darnos cuenta de
eso.
Habrá quien tenga miedo. Miedo. Tanto que acaba por no
hacer nada. Ahora bien, la fuerza que nos puede mover hacia lo mejor de
nosotros es la misma que nos hace aceptar un fracaso sin perder el entusiasmo.
El miedo al fracaso es estúpido, en la medida en que, si nos impide actuar, se
convierte en un fracaso mayor que aquel que se pretendía evitar.
Son muchos los que desisten por el camino. Algunos
incluso antes de comenzar. Otros, por tantas razones, terminan por reducirlas a
simple falta de confianza en sí mismos. No confían en sí y pretenden evitar ser
vistos como fracasados.
Es increíble la cantidad de talento y la potencia de las
fuerzas que tenemos en nosotros y que desconocemos por completo, hasta el
momento en que se revelan -que es cuando son precisamente necesarias. Nos
creemos débiles y eso nos parece una excelente disculpa para justificar nuestra
deliciosa pereza, que traerá enormes amarguras a nuestra vida si no combatimos
sus encantos.
Sin trabajo no hay éxito. Sin el primer paso no hay
camino. Sin un destino concreto no tiene sentido caminar.
Acabar es esencial. Más que el reloj o el calendario para
decidir cuándo se está preparado, debe
ser cada uno de nosotros quien lo decide. No buscando la perfección, sino, con
el coraje de entregar lo posible, y abandonar lo que se ha hecho .
La mayor parte del camino para el futuro que sueñas es justo
por donde no suelo. Cuando hayas terminado ese camino, habrás dejado un suelo
más, aún más importante, habrás hecho de ti alguien capaz de dar sentido a tus
talentos, tus fuerzas y tu vida.
Valor. Comienza y acaba.
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