Mucho hubo que esperar para que el Albergue Federico Ozanan estuviera
preparado para ofrecer algunas plazas para mujeres sin techo o en dificultades.
Pero a nadie se nos habría ocurrido
pensar que alguna de las mujeres acogidas, algún día, y tan pronto, fuera a
tener un niño. Pues así es, una de las mujeres acogida ahora está en estado de
buena esperanza.
La embarazada es extranjera, un poco inocente, o infantil,
pero muy valiente. Cuando supimos la noticia ella no estaba muy animada o
decidida a tener el niño, seguramente se le vinieron a la mente tantos
inconvenientes que se asustó. Pero inmediatamente se pusieron en marcha algunos
mecanismos de ayuda tanto por parte de Red Madre, como de las trabajadoras del
albergue y, naturalmente, de Cáritas.
Es sin duda una buena noticia que D. acepte tener a su
hijo/a, y también que el albergue haya aceptado tener entre sus acogidos a esta
mujer valiente, y sin recursos propios. Es conmovedor verla tan contenta
siempre, y ahora más todavía, esperando a su hijo, al que sonríe acariciando su vientre. Ella suele
pasar un buen rato en la oficina de Cáritas cada mañana tomando café, ahora
leche con calcio, o un colacao, o un refresco. Se lleva muy bien con todos, y
casi todos tienen algo agradable que decirle, incluso alguno acaricia su
vientre, y ella se siente halagada.
Va a ser el niño del albergue, y eso, cuando los niños no
siempre son bienvenidos, por eso es algo digno de reconocer, y de agradecer.
Damos la enhorabuena anticipada (ya está en su séptimo mes) a la mamá sobre todo, tan valiente,
y al albergue Federico Ozanan por haber dado acogida a esta madre y facilitarle
los cuidados necesarios, así como a Red
Madre, que acudió enseguida en su ayuda, y a Cáritas que también colabora con las
medicinas y otros cuidados.
Gracias a todos por permitir que la vida siga su curso, y no
solo eso, sino que se le faciliten los medios para su desarrollo.
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