sábado, 14 de septiembre de 2019

¿En cuántas personas confías?



José Luís Nunes Martins


La confianza es la principal moneda de cambio en nuestro mundo. Para criar y mantener una relación humana de cualquier tipo es esencial tener confianza. Sin ella, o hay un juego de engaños donde nadie gana, o se produce la separación en poco tiempo.

Los puentes entre las personas están hechos de confianza. Esperanza firme y convicción en el valor del otro y nuestro. Fe valiente.

¡Los que confían viven, ganan y pierden; los desconfiados no viven y solo pierden! A veces, es bueno desconfiar, con humildad, de lo que pensamos, sentimos y queremos.

Sin embargo, sin confianza en nosotros mismos no conseguiremos alcanzar nada importante.

El que no confía en sí mismo, no confía en nadie. O entonces termina por confiar en las personas  equivocadas.

De la confianza nace la paz. Una especie de atrevimiento frente al mundo imprevisible. Como si supiese que muchas cosas pueden cambiar, pero hay personas que no cambian.

Los ignorantes son siempre desconfiados.

Los que pasan la vida exigiendo confianza no se dan cuenta de que esa es una forma eficaz de ir desgastándose hasta el punto de desaparecer.

Es imprescindible confiar en el otro para ganar la confianza. Puede llevar años ganar la confianza de alguien, pero no es necesario más que un instante para perderla toda de una vez.

Se debe creer en alguien, en lo que hace y en lo que puede y va a hacer, para depositar en él la confianza. No se trata de una cuestión de contabilidad, confiar es, y será siempre, un salto más allá de lo razonable.

Sin confianza jamás se hace alguna cosa grande. Es importante desconfiar de los miedos que, de todos modos, tratan de quitarnos la felicidad.

Confía. Se de confianza, igualmente. ¿Qué importa que alguien confíe en ti si tú lo vas a traicionar cuando fueres puesto a prueba?

¿Y tú? ¿Cuántas personas pueden confiar en ti?



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