miércoles, 7 de marzo de 2018

¡Gracias, Juanjo!


Cuando tomé conciencia de hacerme voluntario, acudí al párroco para ponerme a su disposición en la tarea que creyera más conveniente en la parroquia. No esperaba en ese momento que me aconsejara que colaborara en Cáritas, pues andaba  un poco despistado fuera del ambiente de la enseñanza. Cuando me pidió que me incorporara a Cáritas  sentí una gran satisfacción, porque siempre había admirado a esta institución de la Iglesia y a los voluntarios que dan gran parte de su tiempo al servicio de la Caridad.

Pronto me llamó la atención la cantidad de voluntarios que eran o habían sido militares, especialmente marinos, claro que estando en San Fernando, esto no debía haberme extrañado. Un poco más adelanté comprendí  por qué había tantos; sin duda tienen un elevado sentido del servicio, de la entrega, siempre dispuestos a socorrer a cualquier persona que se halle en peligro o cualquier necesidad.

Cáritas es fundamentalmente eso: servicio, providencia; y como su Fuente, debe ser incansable, inagotable, esperando siempre que Su intervención, siempre sabia y oportuna, nos libere del peligro del egoísmo y la indiferencia,  y satisfaga a los  que pasan necesidad.

Un ejemplo de voluntario, que merece nuestro reconocimiento, es nuestro Director de Cáritas Arciprestal, Juanjo, que se ha mantenido en el puesto, muy dignamente, antes y durante su enfermedad. Por esto pido a todos los directores de las  Cáritas parroquiales  que tengan a bien hacerle una despedida como se merece.

Su labor ha sido constante, con un gran sentido, como he dicho antes,  de servicio, fiel a las personas, a su tarea de coordinación entre los equipos y Cáritas Diocesana; atendiendo a las necesidades de cada equipo,  aportando fondos para atender necesidades puntuales de los acogidos, que les ayudaran a solucionar algún problema de salud, o para salir de la marginación y la necesidad… También era amigo de la verdad y denunciaba, aunque ‘paternalmente’, los fallos y actitudes que no ayudan al buen servicio de los acogidos. Pero siempre mantuvo una actitud respetuosa con todos y optimista frente a las dificultades.

Por todo esto, considero que debiéramos hacerle una  despedida como se merece, y si además con él termina la función de Director Arciprestal, con mayor motivo, pues haremos una despedida doble, a una buena persona y a un buen Director, que si Dios no lo remedia, será el último.

2 comentarios:

  1. Muy cierto. No lo conozco mucho, bastante menos que tu, aun así siempre me pareció una buena persona y no me equivoqué después de conocerlo. Muchos compaňeros como nuestro amigo Luis Z. También se despidió en silencio después de tantos aňos al frente de Cáritas del Santo Cristo. Gracias por tu labor Don Juanjo.

    ResponderEliminar