sábado, 4 de febrero de 2017

¿Explosión controlada o incontrolada?


De seguir así: una bolsa enorme de excluidos sociales, millones y millones; un progreso irracional e inhumano, mecanizado y con poder  ‘robotizante’; la democracia convertida en partitocracia, y gobernada la sociedad por una casta de políticos serviles, entregados al progreso material, a la ideología ‘progre’ y buenista, que aspira a crear un paraíso en la tierra, creado y gobernado por ellos...

De seguir así, algún día estallará la bolsa inmensa de ‘desechos humanos’ que está generando este modelo social, auspiciado por la misma ONU. Lobis, gobiernos y numerosos grupos y asociaciones pretenden, si es en vano ya se verá, controlar la explosión. Para ello propician el exterminio de los más débiles, los que tenían que nacer y no se les permite salir vivos del vientre de sus madres; los que se cansan de vivir, o los que viven en condiciones muy difíciles, tendrán la posibilidad de excluirse radicalmente. ‘Pensionan’ a los que decidan incluir en sus presupuestos, según baremos discriminatorios: por género, procedencia, ideología, o si consume alguna sustancia...

A los que no acepten los dogmas de la ‘nueva política’, no escuchen a los predicadores de la ‘Nueva Era’, esos serán perseguidos, marginados, no tendrán acceso a los cargos públicos que se controlan a través de los nuevos partidos. Así es como surge una alianza siniestra entre la izquierda y la derecha, ricos y pobres, coincidentes en acabar con todo lo bueno que nos ha conducido hasta aquí, para colocarse ellos en lugar seguro desde el que poder disfrutar del progreso cada vez más refinado, sutil y exclusivista. Por eso desparecen los partidos clásicos, liberales, comunistas, derechas, izquierdas, o al menos tratan de adaptar sus ideologías a los nuevos tiempos. En España ya  no nos queda ningún partido íntegro de los que fundaron el régimen modélico de la Transición :

-       La UCD, que en paz descanse..., se sacrificó con el líder para escenificar el fin de la Transición política de la Dictadura a la democracia, dando paso a nuevos partidos en el gobierno de la nación, el PSOE, que hizo cuanto pudo para arrebatarle el poder al gran político Adolfo Suárez, contando siempre con la simpatía y algo más del Rey hasta su renuncia o abdicación, por los mismos motivos que el líder del psoe perdió el poder en España y en su partido: la corrupción. La misma causa, junto con la traición generalizada a la misma constitución, que está acabando ahora con el llamado régimen de la Transición.

-        el PSOE está desintegrado, en manos de una gestora que no respetan y de unos aspirantes enfrentados y desorientados que utilizan la poca fuerza que les queda en desgastarse. El hueco que dejan está queriéndolo ocupar un nuevo partido, que se llama nada menos que PODEMOS, precisamente... pero que antes de llegar a ejercer el poder ya está dividido y enfrentado, porque no han podido ‘alcanzar el cielo’ (la Moncloa, el poder), que ya acariciaban ante el derrumbe del régimen de la transición y el auge del separatismo...

-       El PP (antes fue AP) no es el que era, el que defendía la unidad de la patria (aunque hoy esté feo decirlo así. Pero a mí me suena a madre, a protección, a defensa, a entrega, a generosidad, y me estimula por todo ello a dar lo mejor de mí...), el que defendía la unidad de la patria,  la igualdad entre todos los españoles, los valores tradicionales y el derecho a la vida de todos, tanto frente al terrorismo como frente al ‘derecho’ al aborto... el que continuaba la buena marcha de la historia de nuestro país en el mundo, conjugando tradición, democracia y progreso. Ahora se ha entregado de lleno a la ‘nueva ola’, para eso han hecho desaparecer de la escena a los políticos que lo crearon; los nuevos líderes, que no cuentan con la simpatía de nadie,  quieren conservar el poder aunque para ello tengan que ‘matar el alma’ que lo formó.

-       Y en todo el mundo se están produciendo estos cambios o parecidos, pero como los que mejor conozco son los de mi patria, pues aquí termino este relato inconcluso de los cambios que se están produciendo y los que se avecinan, del caos (¿controlado?) que define la crisis que padecemos y que quizá  esta sea una crisis que perdure...

Bueno, ya lo dice el Evangelio, ‘todo reino dividido entre sí, perecerá’... Por otro lado, Dios se ha valido de los mismos hombres que lo niegan para darnos avisos contundentes de su presencia entre nosotros, aunque lo hayamos abandonado, y para hacernos ver las consecuencias que se siguen de este abandono de lo sagrado, lo trascendente, lo que nos contiene en nuestras insensateces y malos actos, lo que nos salva en definitiva y nos permitiría vivir en paz y progresivamente hasta alcanzar la vida eterna. 

Vida que empieza aquí, se gana aquí, se prepara aquí. Vivir para la vida eterna significa desprendimiento, vivir como administradores de bienes comunes, que pasan de padres a hijos... solo así conseguiremos el triunfo del bien común y de la paz, el bien común que presagia una vida eterna, feliz para siempre.

"Y es que cuando la política quiere ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoniaca"

Joseph Ratzinger

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