De seguir así: una bolsa enorme de excluidos sociales,
millones y millones; un progreso irracional e inhumano, mecanizado y con
poder ‘robotizante’; la democracia
convertida en partitocracia, y gobernada la sociedad por una casta de políticos
serviles, entregados al progreso material, a la ideología ‘progre’ y buenista,
que aspira a crear un paraíso en la tierra, creado y gobernado por ellos...
De seguir así, algún día estallará la bolsa inmensa de
‘desechos humanos’ que está generando este modelo social, auspiciado por la
misma ONU. Lobis, gobiernos y numerosos grupos y asociaciones pretenden, si es
en vano ya se verá, controlar la explosión. Para ello propician el exterminio
de los más débiles, los que tenían que nacer y no se les permite salir vivos
del vientre de sus madres; los que se cansan de vivir, o los que viven en
condiciones muy difíciles, tendrán la posibilidad de excluirse radicalmente. ‘Pensionan’
a los que decidan incluir en sus presupuestos, según baremos discriminatorios:
por género, procedencia, ideología, o si consume alguna sustancia...
A los que no acepten los dogmas de la ‘nueva política’, no
escuchen a los predicadores de la ‘Nueva Era’, esos serán perseguidos,
marginados, no tendrán acceso a los cargos públicos que se controlan a través
de los nuevos partidos. Así es como surge una alianza siniestra entre la
izquierda y la derecha, ricos y pobres, coincidentes en acabar con todo lo bueno
que nos ha conducido hasta aquí, para colocarse ellos en lugar seguro desde el
que poder disfrutar del progreso cada vez más refinado, sutil y exclusivista. Por
eso desparecen los partidos clásicos, liberales, comunistas, derechas,
izquierdas, o al menos tratan de adaptar sus ideologías a los nuevos tiempos.
En España ya no nos queda ningún partido
íntegro de los que fundaron el régimen modélico de la Transición :
-
La UCD, que en paz descanse..., se sacrificó con
el líder para escenificar el fin de la Transición política de la Dictadura a la
democracia, dando paso a nuevos partidos en el gobierno de la nación, el PSOE,
que hizo cuanto pudo para arrebatarle el poder al gran político Adolfo Suárez, contando
siempre con la simpatía y algo más del Rey hasta su renuncia o abdicación, por
los mismos motivos que el líder del psoe perdió el poder en España y en su
partido: la corrupción. La misma causa, junto con la traición generalizada a la
misma constitución, que está acabando ahora con el llamado régimen de la
Transición.
-
el PSOE está
desintegrado, en manos de una gestora que no respetan y de unos aspirantes
enfrentados y desorientados que utilizan la poca fuerza que les queda en
desgastarse. El hueco que dejan está queriéndolo ocupar un nuevo partido, que
se llama nada menos que PODEMOS, precisamente... pero que antes de llegar a
ejercer el poder ya está dividido y enfrentado, porque no han podido ‘alcanzar
el cielo’ (la Moncloa, el poder), que ya acariciaban ante el derrumbe del
régimen de la transición y el auge del separatismo...
-
El PP (antes fue AP) no es el que era, el que
defendía la unidad de la patria (aunque hoy esté feo decirlo así. Pero a mí me
suena a madre, a protección, a defensa, a entrega, a generosidad, y me estimula
por todo ello a dar lo mejor de mí...), el que defendía la unidad de la patria,
la igualdad entre todos los españoles, los
valores tradicionales y el derecho a la vida de todos, tanto frente al
terrorismo como frente al ‘derecho’ al aborto... el que continuaba la buena
marcha de la historia de nuestro país en el mundo, conjugando tradición,
democracia y progreso. Ahora se ha entregado de lleno a la ‘nueva ola’, para
eso han hecho desaparecer de la escena a los políticos que lo crearon; los
nuevos líderes, que no cuentan con la simpatía de nadie, quieren conservar el poder aunque para ello
tengan que ‘matar el alma’ que lo formó.
-
Y en todo el mundo se están produciendo estos
cambios o parecidos, pero como los que mejor conozco son los de mi patria, pues
aquí termino este relato inconcluso de los cambios que se están produciendo y
los que se avecinan, del caos (¿controlado?) que define la crisis que padecemos
y que quizá esta sea una crisis que
perdure...
Bueno, ya lo dice el Evangelio, ‘todo reino dividido entre
sí, perecerá’... Por otro lado, Dios se ha valido de los mismos hombres que lo
niegan para darnos avisos contundentes de su presencia entre nosotros, aunque
lo hayamos abandonado, y para hacernos ver las consecuencias que se siguen de
este abandono de lo sagrado, lo trascendente, lo que nos contiene en nuestras
insensateces y malos actos, lo que nos salva en definitiva y nos permitiría
vivir en paz y progresivamente hasta alcanzar la vida eterna.
Vida que empieza
aquí, se gana aquí, se prepara aquí. Vivir para la vida eterna significa
desprendimiento, vivir como administradores de bienes comunes, que pasan de
padres a hijos... solo así conseguiremos el triunfo del bien común y de la paz,
el bien común que presagia una vida eterna, feliz para siempre.
"Y es que cuando
la política quiere ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la
obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoniaca"
Joseph Ratzinger
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