lunes, 16 de noviembre de 2015

Utopía o realidad

         
           Por Daniel Medina Sierra


Dicen que un mundo sin hambre es una utopía, también lo dicen de otros muchos problemas sociales como la energía limpia, las guerras, la pobreza y un sinfín de asuntos más.
¿De dónde hemos sacado esa conclusión? ¿Costumbres sociales de cada región, pero... desde cuándo? La respuesta la sabemos todos pero solo en uno de estos problemas voy a centrarme hoy: Pobreza.




Durante mucho tiempo he investigado la raíz de la crisis económica preguntando, leyendo, escuchando y, cómo no, sufriéndola. Bien, la primera pregunta es...¿A quién beneficia la crisis?. Cuando hacía esta pregunta muchos decían que a nadie; hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora tenemos que pagar los platos rotos. No es cierto, beneficia a muchos y los vamos a ir destapando uno a uno.



Los bancos fueron los primeros en enriquecerse, todos y cada uno de ellos. Para cazarte de por vida te invitan a un agradable paseo, te dicen,; ¡ Chico, tu mereces algo más! ¿Un bonito piso y así te casas a lo grande, y qué tal si lo amueblas? Qué opinas de tener tu propio negocio. ¿ Lo ves?.
Todos queremos una mayor calidad de vida y el más precavido pidió solo la hipoteca del piso y otros pidieron todo lo que se le ofreció.



Había trabajo, la gente consumía, las tiendas estaban llenas e incluso se abrieron las puertas del país para que trabajasen aquí los extranjeros. Vivíamos trabajando pero contentos con lo que creíamos que era lo correcto. Luego, muy poco tiempo después, estalla la burbuja inmobiliaria, las hipotecas suben, el consumo baja, las tiendas cierran y las personas no pueden pagar los cada vez más altos intereses del banco.



Todo ello orquestado desde los respectivos gobiernos de turno.
Ahora estas en paro, no puedes pagar ni el recibo de la luz, te llega una carta del juez dándote un plazo para que abandones tu casa por las buenas, por las malas te hecha a la fuerza la policía. Para colmo las condiciones laborales se modifican a favor te todos menos de los trabajadores, los hacen trabajar más horas por menos dinero y si no quieres, en la calle hay un montón de personas esperando su oportunidad.



Tuvimos a penas unos años en nuestra casa, con nuestra familia y ahora muchos de ellos están durmiendo en cajeros, solos. Nos prestaron un dinero que jamás existió puesto que el volumen monetario de un banco es limitado; ellos dicen que te prestaron 70.000 euros pero sólo fue un ingreso del comprador al vendedor,  pero ellos te piden el doble y con dinero de tu sudor.
No tuvimos bastante con la crisis y la reforma laboral cuando los políticos decidieron rescatar a bancos que nos desahuciaban, nos amenazaban por teléfono y para más inri, hipotecados de por vida.



Nos robaron, si, nos robaron más que el vil dinero. Nos robaron los sueños, nos robaron las familias, nos robaron la ilusión e incluso se quedaron con nuestras sonrisas.
Todas y cada una de estas decisiones se hicieron de manera unilateral, nadie nos preguntó y ellos no son mis dueños.

Está claro que la solución no nos va a venir por la política, la solución la encontraremos por medio de la sociedad misma. Fijaros como está el mundo, cada vez las desgracias están más cerca. Cuando decidamos despertar y actuar terminarán todos nuestros sufrimientos, y si nos equivocamos, al menos una vez más en la historia, seremos libres a la hora de cambiar nuestro futuro.

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