jueves, 26 de noviembre de 2015

Utopía o Realidad 3




Por Daniel Medina Sierra

Hoy asistimos a la manifestación por la defensa de los derechos de las personas sin hogar en Cádiz, e hicimos un manifiesto escrito y luego leído para el que quisiera escuchar. Fue en la plaza San Juan de Dios, frente al ayuntamiento, y estuvimos un grupo bastante nutrido de hombres y mujeres, voluntarios/as, trabajadores/as sociales de Cáritas y chicos jóvenes  que quisieron participar en esta reunión.


Para mi ha sido una jornada agotadora y lo cierto es que acabé rendido, pero como en toda  reunión, siempre hay asuntos o situaciones de las que se puede sacar muchas lecturas.



Me gustó mucho la convivencia y experiencias de todos los compañeros y amigos, como siempre le dábamos miles de vueltas a la situación precaria que pasamos los excluidos sociales y los que están en riesgo de exclusión social. A medida que encontrábamos problemas intentamos buscar las soluciones y siempre son las mismas. Puesto que hemos analizado el problema desde todos los puntos de vista, también hemos dado con alguna solución.


Todo parte de la ciudadanía y como dije en el anterior escrito esto dura lo que la sociedad quiera que dure; paso por alto a los políticos ( Que no hubo en la reunión), Paso por alto bancos y empresas ( Que desde luego no iban a estar). Hay un sector al que no puedo ignorar ni pasar por alto, la sociedad, a una buena parte de esta sociedad.
Una pequeña escena vivida hoy, y que dice mucho en que se ha convertido el ser humano. Salimos con máscaras blancas, camiseta con el lema ( Ninguna persona sin hogar) Una buena cantidad de personas, en fila india, con pancartas, bueno... Púes todavía la gente preguntaba qué hacíamos allí, frente al ayuntamiento.


Eso, señores, no es ignorancia, no, eso es pasotismo puro y duro.
A pesar de algunas situaciones absurdas como esta fue una jornada provechosa, y espero que el próximo año las cosas empiecen a cambiar un poco y podamos hablar de cuestiones distintas y más positivas, de hecho, ese es el objetivo de Cáritas, acompañar al que este mal hasta que su situación mejore y pueda hacer vida normal.



No quiero pasar por alto una última observación, una última crítica. Lo diré tal y como lo pienso y lo siento, aunque alguien se pueda ofender. Si no hay políticos ni admiraciones públicas, si no hay sindicatos ni empresas, si no hay una gran participación ciudadana es simple y llanamente porque saben que tienen mucha, mucha culpa de lo que está  sucediendo en este país. Seguramente teman que les señalemos con el dedo, tal y como ellos nos señalan a nosotros, temen enfrentarse a su propio espejo y ver que son la antítesis de la compasión, de la verdad, del sentido mismo del ser humano, de empatía para con otros.



Se esconden o hacen gala de su supuesta ignorancia que yo personalmente no me creo. Debe  ser muy gratificante que otros carguen con sus equivocaciones y encima señalar a otros para despistar.
He dicho.


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