Daniel Medina Sierra
Es bien sabido que la
financiación de la política no parte solo del erario público sino también
privado (Bancos, empresas...) Por consiguiente el trato con los bancos se
resuelve en privado, a espaldas del resto de ciudadanos ( Contribuyentes).
Es un problema de rol, es
decir, un político es un funcionario público al que se le dio la encomienda de
gestionar los bienes y servicios para la garantía y mantenimiento de los mismos
a beneficio del contribuyente.
Aquí es donde está la
madre del cordero. El político en vez de hacer su trabajo hizo de nuestros
bienes y servicios un instrumento para su propio beneficio.
¿ Cómo ocurrió, que
hicimos mal, que responsabilidad tenemos los ciudadanos? Púes ocurrió por lo
que ocurren casi todas las cosas malas que ocurren en el mundo, simple y
llanamente, parsimonia. Por no querer asumir nuestra responsabilidad dejamos
que unos pocos lo asumieran y les dimos luz verde a sus reformas, leyes,
enmiendas...
¡Lo bueno lo alabaremos y
lo malo lo criticaremos! Así de fácil, que otros asuman toda la
responsabilidad; educación, economía, salud.
Vivimos en un mundo en el
que el sinvergüenza tiene más ventajas que el honrado. Por experiencia sé que
es bien cierto lo que digo, en más de una ocasión lo he escuchado.- Esto te
pasa por honrado.
Si lo pensamos fríamente
es desolador, ( El pueblo creó el problema a través de la pasividad y el pueblo
sufre por su propia pasividad). Lo peor de todo es que no quedan resquicios de
empatía capaz de contrarrestar al miedo, al egoísmo de un sistema hecho para la élite, no para la ciudadanía.
No veo a la mayoría de los
ciudadanos exigiéndoles que cumplan con su trabajo, que luchen por los derechos
de los más desfavorecidos. No, no lo veo; no lo veo porque eso significaría que
todos asumiríamos nuestras responsabilidades.
Esto es así de fácil, en
el mismo momento en el que nos quitemos la venda de los ojos y veamos todo con
perspectiva real, os lo aseguro; se acabará el desempleo, la educación mejorará
sustancialmente, la sanidad será de las mejores en el mundo y cada ciudadano
tendrá derecho a vivienda y deber de pagarla a un precio justo, el trabajo será
de calidad... Ya, ya... Que es una utopía, bueno; eso lo decidimos todos.
¿Y tú, que decides?...
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