lunes, 23 de noviembre de 2015

Utopía o realidad 2



Daniel Medina Sierra



Es bien sabido que la financiación de la política no parte solo del erario público sino también privado (Bancos, empresas...) Por consiguiente el trato con los bancos se resuelve en privado, a espaldas del resto de ciudadanos ( Contribuyentes).
Es un problema de rol, es decir, un político es un funcionario público al que se le dio la encomienda de gestionar los bienes y servicios para la garantía y mantenimiento de los mismos a beneficio del contribuyente.
Aquí es donde está la madre del cordero. El político en vez de hacer su trabajo hizo de nuestros bienes y servicios un instrumento para su propio beneficio.



¿ Cómo ocurrió, que hicimos mal, que responsabilidad tenemos los ciudadanos? Púes ocurrió por lo que ocurren casi todas las cosas malas que ocurren en el mundo, simple y llanamente, parsimonia. Por no querer asumir nuestra responsabilidad dejamos que unos pocos lo asumieran y les dimos luz verde a sus reformas, leyes, enmiendas...
¡Lo bueno lo alabaremos y lo malo lo criticaremos! Así de fácil, que otros asuman toda la responsabilidad; educación, economía, salud.



Vivimos en un mundo en el que el sinvergüenza tiene más ventajas que el honrado. Por experiencia sé que es bien cierto lo que digo, en más de una ocasión lo he escuchado.- Esto te pasa por honrado.
Si lo pensamos fríamente es desolador, ( El pueblo creó el problema a través de la pasividad y el pueblo sufre por su propia pasividad). Lo peor de todo es que no quedan resquicios de empatía capaz de contrarrestar al miedo, al egoísmo de un sistema hecho para la élite, no para la ciudadanía.




No veo a la mayoría de los ciudadanos exigiéndoles que cumplan con su trabajo, que luchen por los derechos de los más desfavorecidos. No, no lo veo; no lo veo porque eso significaría que todos asumiríamos nuestras responsabilidades.
Esto es así de fácil, en el mismo momento en el que nos quitemos la venda de los ojos y veamos todo con perspectiva real, os lo aseguro; se acabará el desempleo, la educación mejorará sustancialmente, la sanidad será de las mejores en el mundo y cada ciudadano tendrá derecho a vivienda y deber de pagarla a un precio justo, el trabajo será de calidad... Ya, ya... Que es una utopía, bueno; eso lo decidimos todos.

¿Y tú, que decides?...


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