viernes, 14 de marzo de 2014

De la Carta de Don Rafael Zornoza Boy, Obispo de Cádiz y Ceuta, para la Cuaresma

Queridos fieles diocesanos,

Cada año llega la Cuaresma puntualmente. ¿Cambiará nuestra vida?
La Cuaresma es un tiempo de profunda renovación bautismal. Debemos, pues, vivirla como un tiempo de gracia en el que Dios, como el Padre de la parábola del hijo pródigo, ansía nuestro regreso.
Os invito, por tanto, a vivir la Cuaresma intensamente.

He dispuesto para esta Cuaresma varias propuestas:     

  1. Charlas cuaresmales

que se ofrecerán en diferentes lugares y con diversos calendarios, centradas en la Exhortación del Papa Francisco Evangelii Gaudium.

  1. Renovar la vida de bautizados celebrando la liturgia dominical del Ciclo A

La liturgia del tiempo cuaresmal sigue propiamente el proceso con el que los catecúmenos se preparan para el bautismo. Este año (el Ciclo A) lo expresa más claramente. Seguir sencillamente este itinerario sería suficiente para la renovación interior de la vida de los hijos de Dios. Os invito, por tanto, a vivirla con la ayuda de vuestros sacerdotes y las indicaciones que la Delegación de Liturgia ofrece a las parroquias.

  1. Experimentar la gracia del perdón en el Sacramento de la    
             Reconciliación

La Cuaresma es el tiempo de la Misericordia por excelencia. La Reconciliación constituye un momento fundamental.
El Santo Padre, convencido de la necesidad del Sacramento de la Penitencia ha lanzado una iniciativa cuyo objetivo es mostrar que las puertas del corazón de Dios Padre están siempre abiertas… Esta iniciativa se llama “24 horas para el Señor”. Consiste en que se abran las puertas de las parroquias o iglesias a partir de las 17.00 h. del viernes 28 de marzo y por espacio de 24 horas se atiendan las confesiones de los penitentes que se acerquen, viviendo durante ese tiempo, un momento más o menos prolongado de adoración eucarística.
La iniciativa tiene la fuerza simbólica de las puertas abiertas, …la potencia de ser una acción eclesial, unitaria, con lo que esto significa de intensidad sobrenatural por la fuerza de la intercesión de tantos monasterios, enfermos y en general de todos los cristianos…   
El Santo Padre encabezará esta iniciativa, coincidiendo con las primeras vísperas del Domingo IV de Cuaresma, con idea de que a partir de este año se confirme una tradición en torno a este Domingo IV, llamado justamente Laetare por la alegría de la salvación.
Para preparar esta celebración podéis consultar la página web www.novaevangelizatio.va 

4.- Un esfuerzo significativo de caridad con los pobres y necesitados.

El ayuno y la limosna cuaresmal debe hacerse desprendimiento efectivo de aquello que nos cuesta. Ha dicho el Santo Padre recientemente: ”¡Aquél es el ayuno que quiere el Señor! Ayuno que se preocupa por la vida del hermano, que no se avergüenza de la carne del hermano. Nuestro acto de santidad más grande está precisamente en la carne del hermano y en la carne de Jesucristo. El acto de santidad de hoy no es un ayuno hipócrita: ¡es no avergonzarse de la carne de Cristo que hoy viene aquí! Es el misterio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Es ir a compartir el pan con el hambriento, a curar a los enfermos, los ancianos, aquellos que no pueden darnos nada a cambio: ¡no avergonzarse de la carne, es eso!”

Deseo y pido al Señor que nos aproveche la oración común de toda la Iglesia y la oración nuestra de unos por otros, que es la expresión primera de nuestra fraternidad.

Dado en Roma, junto a los sepulcros de los apóstoles, durante la Visita ad limina
8 de marzo de 2014
+Rafael Zornoza Boy,
Obispo de Cádiz y Ceuta


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