Queridos fieles
diocesanos,
Cada año llega la
Cuaresma puntualmente. ¿Cambiará nuestra vida?
La Cuaresma es un tiempo de profunda renovación
bautismal. Debemos, pues, vivirla como un tiempo de gracia en el que Dios, como
el Padre de la parábola del hijo pródigo, ansía nuestro regreso.
Os invito, por tanto, a
vivir la Cuaresma intensamente.
He
dispuesto para esta Cuaresma varias propuestas:
- Charlas
cuaresmales
que se ofrecerán en
diferentes lugares y con diversos calendarios, centradas en la Exhortación del
Papa Francisco Evangelii Gaudium.
- Renovar
la vida de bautizados celebrando la liturgia dominical del Ciclo A
La liturgia del tiempo
cuaresmal sigue propiamente el proceso con el que los catecúmenos se preparan
para el bautismo. Este año (el Ciclo A) lo expresa más claramente. Seguir
sencillamente este itinerario sería suficiente para la renovación interior de la
vida de los hijos de Dios. Os invito, por tanto, a vivirla con la ayuda de
vuestros sacerdotes y las indicaciones que la Delegación de Liturgia ofrece a
las parroquias.
- Experimentar la gracia del perdón en el
Sacramento de la
Reconciliación
La Cuaresma es el
tiempo de la Misericordia por excelencia. La Reconciliación constituye un
momento fundamental.
El Santo Padre,
convencido de la necesidad del Sacramento de la Penitencia ha lanzado una
iniciativa cuyo objetivo es mostrar que las puertas del corazón de Dios Padre
están siempre abiertas… Esta iniciativa se llama “24 horas para el Señor”. Consiste en que se abran las puertas de
las parroquias o iglesias a partir de las 17.00 h. del viernes 28 de marzo y
por espacio de 24 horas se atiendan las confesiones de los penitentes que se
acerquen, viviendo durante ese tiempo, un momento más o menos prolongado de
adoración eucarística.
La iniciativa tiene la
fuerza simbólica de las puertas abiertas, …la potencia de ser una acción
eclesial, unitaria, con lo que esto significa de intensidad sobrenatural por la
fuerza de la intercesión de tantos monasterios, enfermos y en general de todos
los cristianos…
El Santo Padre
encabezará esta iniciativa, coincidiendo con las primeras vísperas del Domingo
IV de Cuaresma, con idea de que a partir de este año se confirme una tradición
en torno a este Domingo IV, llamado justamente Laetare por la alegría de la salvación.
Para preparar esta
celebración podéis consultar la página web www.novaevangelizatio.va
4.- Un esfuerzo significativo de
caridad con los pobres y necesitados.
El ayuno y la limosna
cuaresmal debe hacerse desprendimiento efectivo de aquello que nos cuesta. Ha dicho
el Santo Padre recientemente: ”¡Aquél
es el ayuno que quiere el Señor! Ayuno que se preocupa por la vida del hermano,
que no se avergüenza de la carne del hermano. Nuestro acto de santidad más
grande está precisamente en la carne del hermano y en la carne de Jesucristo.
El acto de santidad de hoy no es un ayuno hipócrita: ¡es no avergonzarse de la
carne de Cristo que hoy viene aquí! Es el misterio del Cuerpo y de la Sangre de
Cristo. Es ir a compartir el pan con el hambriento, a curar a los enfermos, los
ancianos, aquellos que no pueden darnos nada a cambio: ¡no avergonzarse de la
carne, es eso!”
Deseo y pido al Señor
que nos aproveche la oración común de toda la Iglesia y la oración nuestra de
unos por otros, que es la expresión primera de nuestra fraternidad.
Dado en Roma, junto a
los sepulcros de los apóstoles, durante la Visita ad limina
8 de marzo de 2014
8 de marzo de 2014
+Rafael Zornoza Boy,
Obispo de Cádiz y Ceuta
Obispo de Cádiz y Ceuta
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