lunes, 10 de octubre de 2016

Esperanza



Incluso en esta oficina se habla de los toros, y no son pocos los que   están en contra de la fiesta nacional. Es algo que a mí me sorprende, personas que sufren en sus carnes una violencia en forma de exclusión social, y en muchos casos de larga duración, cuando no permanente, les preocupa tanto la "violencia" que según su opinión se ejerce sobre los toros.

Yo, en cambio, pienso que deberían ver más un ejemplo en las corridas de toros, de lucha contra lo malo y los peligros de la vida, sus propias carencias y sus adicciones, en algunos o muchos casos. No en vano decimos que hay que "saber torear", o "tener más valor que un torero", cuando tenemos que hacer frente a una dificultad o un problema grave.

Pero es "lo que se lleva" ahora, hay que manifestarse pacífico o tolerante atacando sin la menor consideración a quienes defienden una postura diferente, lo mismo en el tema de las corridas de toros que en otros relacionados con el trato a los animales, la naturaleza, etc. Lo cierto es que hoy hay un culto a la violencia verbal para justificar la defensa de los animales, las personas, los valores de lo "progre", lo políticamente correcto, y un gusto extravagante por los eufemismos para denominar a la violencia contra las personas y que provoca la división social: "interrupción voluntaria del embarazo", por aborto; "ayuda a bien morir, o muerte digna", por eutanasia "violencia de género", para darle un golpe muy certero a la familia como siempre se ha entendido, etc.

A veces parece que logran arrinconar a quienes nos sentimos a gusto con las tradiciones, los españoles que nos han parecido y que con su esfuerzo, sus aciertos y errores, nos han legado una sociedad próspera y con futuro.
Aún estamos a tiempo de no malograr los exitos logrados en la transición, y seguir avanzando en paz y tolerancia auténtica, y no permitir que se implante esa violencia verbal que emplean algunos políticos  "nuevos" que pretenden conquistar ahora el pasado, haciendo pasar al rival político por enemigo, y al que piensa diferente por carca, antiguo, incluso despreciable...

Lo que de verdad importaba hoy entre los que aquí vienen diariamente  a buscar ayuda era, como siempre, eso, lograr la ayuda que precisa. Y hoy precisamente ha sido uno de esos días que te dan ánimos, que vienen a garantizar la conveniencia y la necesidad  de la continuidad de este servicio a personas sin hogar, que complementa a los servicios sociales públicos, y otros que se dedican a personas necesitadas, que expresan, por otra parte, más que el simple deseo de hacer el bien por parte de muchas personas, de la sociedad en su conjunto. Ciertamente es insuficiente, nunca vamos a atender a todas y cada una de las personas que necesitan ayuda de otro ser humano, o del Estado, pero al menos unos pocos la reciben y son una ventana abierta a la esperanza, para los que tienen paciencia y buscan, para los que han perdido toda esperanza pero son encontrados por algún buen samaritano, tarde o temprano.


Han sido pequeños detalles, pero pueden suponer un cambio para alguno, dejar el teléfono a alguien para que pueda concertar un trabajo, informar a todos de la nueva ayuda del Estado a mayores de treinta años y pedir la cita al sae para solicitar dicha ayuda. Informar a un recién llegado de los recursos que puede encontrar en el pueblo para combatir el ocio, el aburrimiento, la exclusión...

Hace ya unos años, entre las trabajadoras sociales de caritas y del Ayuntamiento, dieron la oportunidad a una cogido del albergue de desempeñar un voluntariado, consistente en llevar al colegio a un niño discapacitado, por el que se le daba una pequeña cantidad de dinero a la semana, para sus gastos. Fue una buena experiencia, para el niño y para el que lo llevaba, una vez el niño guardó una naranja desde el viernes hasta el lunes para regalársela a su amigo...

Era un buena iniciativa, pero no se ha vuelto a repetir. Yo mismo recuerdo la brigada de voluntarios, con personas del albergue, que nos ayudaba en una caritas parroquial a descargar víveres, a hacer las bolsas... Algo falla hora, no es como antes, y fue hace poco tiempo.  !Sólo la crisis!? O se trata de una crisis más profunda... Dios lo sabe, pero no recurrimos a Él como debieramos hacerlo, con humildad, con confianza , porque sabemos que volverá y entonces...mi

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