domingo, 30 de octubre de 2016

¡Si me amas deja la puerta siempre abierta!


JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

Un hombre tenía un pájaro en casa. Siempre que estaba más triste iba hasta cerca de la  jaula y se desahogaba... se sentía siempre mejor después de hacerlo. Un día, después de largos años de convivencia, dice al pájaro:

- Mi querido amigo, has sido un compañero fiel de mi vida. De los pocos que no me han abandonado... pídeme lo que quieras, yo te lo daré...

Después de un tiempo, y de forma inesperada, se dejó oír una voz:

- Si me amas, deja siempre la puerta abierta. A lo largo de este tiempo te has olvidado de cerrar algunas veces y yo nunca salí afuera. Te confieso que me gustó dar un paseo por los alrededores, pero volví. Cerré siempre la puerta con cuidado para que no te sintieses mal. 

¡Estoy aquí y estaré... pero sería muy bueno que mereciese tu confianza!

- Tengo miedo de que si dejo la puerta abierta, tú no vuelvas mañana...

- Sabes, si lo hice fue porque no soy quien merece tu dedicación. Sólo con la puerta siempre abierta podrás saber si te estimo o no. No es una puerta cerrada la que garantiza que dos corazones tienen el mismo destino. Sin libertad, no hay amor. Sólo una apariencia enferma de eso. Quien se queda solo porque tiene la puerta cerrada o miedo de lo que pueda suceder después de salir... no ama.

El hombre abrió la puerta a su amigo y nunca más volvió a cerrarla... El pájaro a veces volaba lejos y volvía, siempre... le gustaba ser libre y merecer la confianza de quien lo amaba. Sus alas le servían para volar, para ir y también para volver.

Le gustaba aquella casa, de la jaula, de la compañía de su amigo y de la libertad de tener el mundo entero.

Una puerta abierta es señal de amor.


(ilustração de Carlos Ribeiro)


http://rr.sapo.pt/artigo/67210/se_me_amas_deixa_sempre_a_porta_aberta

miércoles, 26 de octubre de 2016

Es fácil...

Fernando Pessoa

É fácil trocar as palavras,
Difícil é interpretar os silêncios!
É fácil caminhar lado a lado,
Difícil é saber como se encontrar!
É fácil beijar o rosto,
Difícil é chegar ao coração!
É fácil apertar as mãos,
Difícil é reter o calor!
É fácil sentir o amor,
Difícil é conter sua torrente!
Como é por dentro outra pessoa?
Quem é que o saberá sonhar?
A alma de outrem é outro universo
Com que não há comunicação possível,
Com que não há verdadeiro entendimento.
Nada sabemos da alma
Senão da nossa;
As dos outros são olhares,
São gestos, são palavras,
Com a suposição
De qualquer semelhança no fundo."


¡Es fácil intercambiar palabras,
Lo difícil es interpretar los silencios!
¡Es fácil caminar de lado a lado,
Lo difícil es saber cómo se encuentra!
¡Es fácil besar el rostro,
Lo difícil es llegar al corazón!
¡Es fácil apretar las manos,
Lo difícil es retener el calor!
¡Es fácil sentir el amor,
Lo difícil es contener su torrente!
¿Cómo es por dentro una persona?
¿Quién es el que lo sabrá soñar?
El alma de otros y otro universo
Con el que no hay comunicación posible,
Con el que no hay verdadero entendimiento.
Nada sabemos del alma
Sino de la nuestra;
Las de los otros son miradas,
son gestos, son palabras,
que suponen
alguna semejanza en el fondo.”

(traducción libre)



Purificación


Miguel Torga


PURIFICAÇÃO

Não é propositado o meu silêncio.
São as próprias palavras que não querem
Dizer nada de mim.
Cansaram-se do uso
E do abuso
Que fiz delas
A vida inteira.
Prostituídas na minha voz,
Que o tempo corrompeu,
Mentirosas nas horas mais sinceras,
Regressaram de novo à virgindade
Que lhes roubei.
E aguardam servir outra humanidade
Que comece por onde comecei.

Diário XIII



Purificación

No es mi silencio intencionado.
Son las palabras mismas las que no quieren
decir nada de mí.
Se cansaron del uso
y del abuso
que hice de ellas
la vida entera.
Prostituidas en mi voz,
que el tiempo corrompió,
mentirosas en las horas más sinceras,
regresaron de nuevo a la virginidad
que les robé.
Y aguardan para servir a otra humanidad
que comience por donde comencé.

Diario XIII



https://www.facebook.com/Miguel-Torga-A-Cria%C3%A7%C3%A3o-do-Mundo-231708357028803/?hc_ref=NEWSFEED&fref=nf

martes, 25 de octubre de 2016

El becerro de oro


¿¡Cómo íbamos a pensar que algún día el progreso iba a hacerse a costa de los mismos seres humanos que lo habíamos creado, que la “filosofía” del “usar y tirar”, o del “descarte” iba a ampliarse a los seres humanos, del mismo modo como se hace con los objetos de consumo!?

Pues así es,  esta “sociedad del bienestar” se ha vuelto Tirana y manipuladora, divide y enfrenta a unos contra otros, en una competencia disparatada: destroza familias, amistades, rompe las relaciones sociales pacíficas y fructíferas, así como las relaciones equitativas en el trabajo; aleja a los gobernantes de los gobernados. Unos políticos dicen que quieren “trascender las instituciones”, otros, que ya están en el poder, se aprovechan de ellas... Cualquiera puede caer en la exclusión social, justo al lado nuestro, y no enterarnos, o peor aún, pasamos de largo,  miramos para otro lado, no sea que lo que le pasa al vecino caído sea contagioso, y caiga yo con él.

En un número creciente de humanos, desorientados y afectados por la mayor de las ignorancias, pues ignoran lo que es en verdad un ser humano, por haber eliminado de los planes educativos las Humanidades en beneficio del conocimiento del medio y las ciencias, se practica con absoluta irresponsabilidad el descarte. Se descartan en pareja: ya no me sirves, ya no me divierto contigo, necesito “realizarme”, tengo que hacer mi vida. Los niños estorban, no representan ya el propio futuro por eso no se entregan los padres en cuerpo y alma para que sea el mejor de los futuros, que sería, con toda seguridad el suyo propio. Les cuesta hacer amigos, y por eso se da el nombre de amigo a otro tipo de relaciones, pueden llegar a tener “un millón de amigos” en facebook y no relacionarse con ninguno. (Tener amigos hoy parece más bien  una señal de poder, de fama, o de prestigio, como en épocas antiguas poseer el mayor número de vacas, o cabras, y hasta de mujeres... te convertía en el dueño de la tribu). O quizá es una huída de la soledad, del vacío, un modo de disimular las carencias personales.

El acceso a las subvenciones está lleno de trabas y condiciones, si eres más bien honrado y valoras las cosas y el dinero aunque sea público, o estás bastante enfermo, tendrás más dificultades y menos derechos que si eres una víctima de algún “consumo”, o eres extranjero o emigrante. Hoy no se llevan las conductas honradas, discretas y normales, incluso se las desprecia o ridiculiza, por eso nos fiamos poco, o nada,  unos de otros, y nos encasillamos según prejuicios.

Lo que era la “Beneficencia”, según la RAE: “Acción y efecto de hacer el bien a los demás”, o, “Conjunto de Instituciones y servicios de ayuda a los necesitados”, ha pasado en gran parte al Estado, es pública, y no está mal que así sea, porque es signo de que la sociedad progresa también en la práctica la justicia social, para que nadie se sienta excluido  y pueda vivir con la mayor dignidad que pueda en cada momento de su vida. Asume así una de las funciones que tradicionalmente estaba en manos de particulares piadosos que voluntariamente dedicaban, y dedican en la actualidad, su tiempo y su dinero en beneficio de los desfavorecidos,  a los que por sí mismos no son capaces de acudir a los servicios sociales aunque tengan derecho, pero no lo saben, o a los que temporalmente no perciben alguna ayuda o subvención, esperando a que se cumpla el plazo exigido para poder solicitarla...

Llegó la crisis y entonces los Servicios Sociales han sido los primeros en ver reducidos los presupuestos, por eso se saturan los centros tradicionales de beneficencia, los albergues son trágicamente insuficientes, las familias se ven sobrepasadas al tener que acoger a hijos mayores, solteros o casados, casados y con hijos... Muchos particulares que antes contribuían con organizaciones altruistas ahora no pueden hacerlo, o reducen su aportación. Pero, gracias a Dios, son muchos los esfuerzos que se hacen por los más conscientes de la grave situación social que atravesamos, y se empeñan en mantener los lazos sociales, tratando de impedir que haya más excluidos, que la sociedad se deshumanice, devorada por el egoísmo.

Pero frente a las exclusiones están las grandes fortunas, los progresos ilimitados en la tecnología, la voracidad de los bancos. Muchos quieren blindar su poder, sus derechos o sus riquezas, adaptando la ley a su medida, lo que hace que la brecha entre riqueza y pobreza sea más ancha y profunda, abismal, insalvable, si Dios no lo remedia.

Este Progreso, voraz, inmoral e incontrolado, a mí se me parece al becerro de oro que hicieron los israelitas en el desierto, porque pensaban que Dios y Moisés, su caudillo, los habían abandonado. Quisieron ser como los demás pueblos y construyeron un ídolo a quien adorar y ofrecer sacrificios materiales, animales, incluso humanos... Tanto se indignó  Moisés, que bajaba de hablar con Dios, que rompió las Tablas de la Ley que Dios le había dado para el buen gobierno y la salvación de su pueblo... Pero Dios tuvo misericordia de su pueblo, una y mil veces lo perdonó... así que tenemos que tener confianza en Dios, que todo lo puede y perdona, no vamos a ser menos nosotros que nuestros antepasados.


lunes, 24 de octubre de 2016

LA SAL DE LA TIERRA

Pablo Garrido Sánchez

Una y otra vez hay que volver a las fuentes. Esto es lo que se dice cuando es preciso revisar una institución, un grupo humano o la propia persona en particular. Cada época, corriente  social o movimiento ha de reinterpretarse a sí mismo para  encontrar su identidad. Quien se reconoce puede tener objetivos y luchar por ellos; el que encuentra difuminada su identidad entra en una parálisis progresiva. Resulta más cómodo intentar la búsqueda de razones para la acción comprometida fuera de uno mismo, pero este camino es corto y decepcionante. JESÚS en el Evangelio nos ofrece algunas máximas que se aproximan a nuestra identidad. JESÚS nos dice que “somos la luz de mundo y la sal de la tierra” (Cf. Mt 5,13); también nos ofrece ser sus amigos (Cf. Jn 15,14 ); pero sin dejar de cubrir el camino del siervo (Cf. Lc 17,1) como ÉL mismo lo hizo. Desde otra perspectiva, estamos llamados a ser discípulos aprendiendo de ÉL como Maestro (Cf Lc 9,52-62) por medio de su palabra y ejemplo (Cf Jn 15, 3). Y sobre todo nuestra identidad adquiere todo su contenido por la condición de hijos de DIOS, al que podemos dirigirnos  como PADRE  (Cf. Jn 20 ,17 ; Mt 6,8 ).

Nuestra condición humana requiere una renovación incesante. Sabemos que la vida no es una línea continua ni un camino sin obstáculos. La Escritura, y de modo especial el Nuevo Testamento, está acreditada como una fuente permanente de renovación personal. Pero esta palabra revelada hay que digerirla . El proceso requiere conocimiento y acción. La propia identidad, el conocimiento y la acción se retroalimentan, es decir, se sostienen y dinamizan mutuamente. La acción puede  tener éxito o fracasar, pero eso es lo menos importante, lo que se debe producir es la asimilación equilibrada por parte de la persona tanto del éxito como del fracaso. Vamos por  un camino de Fe y libertad, y estamos llamados a ser “la sal de la tierra”.

¿El mundo necesita a los cristianos? Podemos responder de forma retórica con otra pregunta: ¿Necesita el mundo renovarse en el Amor de DIOS?  La sal viene bien cuando no es excesiva ni escasa o ha perdido el sabor, por lo tanto el propio texto nos indica que nuestra presencia es necesaria, pero nunca dominante; sencilla y sincera y nunca coactiva. Buscando otra imagen traída  del libro de los Reyes, nuestra presencia  en el mundo debe ser una brisa reconfortante para los demás, y nunca una gran tormenta (Cf.  1Re 19,12-13).



domingo, 23 de octubre de 2016

Otra vez al SAE


Iba tan confiado a la oficina del SAE, pues sería de los primeros en formalizar la solicitud para convertirse en uno de los beneficiarios del nuevo programa de empleo para parados de larga duración de entre treinta y cincuenta años... Sin embargo, un fallo en la solicitud de la cita le impidió llevar a cabo su propósito ¡Cómo pudo cometer ese error, él, que tiene tanta práctica en esto de pedir citas, echar currículos, y otros menesteres, propios de parados de larga duración!

Nos contaba lo sucedido y entonces el trabajador social de cáritas le dice que es posible que esa cita se tenga que pedir en “Prestaciones”, no en “demanda de empleo”. Verdaderamente hay que ser un experto parado para saber donde hay que acudir, qué casillas hay que cubrir para que te atiendan con resultados prácticos...

Ni corto ni perezoso, el trabajador social le ayudó a rellenar la cita para “Prestaciones”, y, tan contentos, aún era tiempo de ser de los primeros en echar la solicitud, pues le dieron cita para dos días más tarde.

Acompañé a mi amigo a las oficinas del antiguo INEM. Me senté frente a la pantalla donde informan del turno y no estaba cómodo, se me iba hacia atrás  el respaldo de la silla, y me dice mi amigo que está rota. Todas estaban rotas. Bueno, hay que ahorrar, que para eso estamos en el INEM, o SAE, o como quieran llamarlo en cada momento, siempre para ocultar su inutilidad. No tuvimos que esperar demasiado tiempo.

Nuestra sorpresa fue que la nueva funcionaria tampoco sabía de la existencia de ese “Programa”. Pero íbamos preparados, llevábamos buscada en el móvil la página de internet donde venía la noticia de dicha ayuda. Cuando se lo dijimos, nos respondió, amablemente esta vez, que claro, eso era un “Programa”, que ella llevaba lo de prestaciones, y los “Programas” eran en la oficina de al lado, una mesa más allá.

Nos acercamos a la mesa de información de la oficina del SAE y la nueva funcionaria tampoco tenía noticia de tal “Programa de empleo”... Al menos se interesó y anotó, con interés, la página web que llevábamos preparada en el móvil.

Aunque la respuesta de la funcionaria nos había quitado la sonrisa de la cara: "Para un programa, sea este u otro, no tienes que echar solicitud alguna, como ya estás inscrito en nuestras oficinas, ya te llamarán si reúnes las características que se pidan en cada uno. Nosotros te llamamos. Tú, no tienes que hacer nada".

Esa fue nuestra última aventura con la administración para tratar de encontrar trabajo para mi amigo ¿Pero cómo creen los gobernantes y los que pueden ofrecer empleos que van a sobre vivir las personas sin empleo, sin ingresos, sin autonomía, durante años y más años? Por más que te muevas, si no eres señalado por el dedo de la administración, o de quien tiene en su mano el poder de convocarte para reincorporarte al grupo de los ciudadanos activos,  de los productores y contribuyentes del Estado, o sea al grupo de "ciudadanos con  todos los derechos y deberes"...

Me gustaría mostrarme más optimista, pero los últimos acontecimientos en mi vida particular y entre los que me rodean no son para estar precisamente optimista, sin embargo, sí digo que no debemos rendirnos nunca, no vamos a permitirles a quienes les corresponda alguna responsabilidad, que sigan ignorando a tantas personas, expulsándolas a la "exclusión social".

Dios no lo permita, Él, que tiene un solo contrato, y un salario, igual para todos, del que sólo están excluidos los que lo hacen voluntariamente, los que no Lo quieren, los que reniegan de Él; los que ambicionan más de lo que necesitan, los que no cumplen con su responsabilidad al servicio del bien común, y los que odian y desprecian a los demás...




lunes, 17 de octubre de 2016

Un golpe bajo a la esperanza



Hoy ha recibido un duro golpe la esperanza. No ha sido uno de los mejores días. Sí, algunas ayudas, como prestar el teléfono, para anular unas citas porque eran demasiadas, comprar unas docenas de huevos a A., para que puedan comprarse ellos algunas cosas, echar gasolina al coche. Pero, se nota la fatiga en los rostros de las personas que acuden diariamente a ver si pueden conseguir cualquier tipo de ayuda, una información para entretener el tiempo por lo menos.

Hoy he palpado el cansancio, el desaliento... Es demasiado tiempo, años, esperando para normalizar una vida que lucha, que bracea para no ahogarse en soledad y tristeza, para no dejarse vencer por la desesperanza.

En concreto, quien mejor expresaba hoy ese abatimiento era mi amigo J. mientras me comentaba el resultado de la cita en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE). Nada. !No tenían ni idea, los mismos funcionarios! de una medida aprobada y publicada en las redes sociales que promete una ayuda especial para parados mayores de treinta años. !Sabemos más nosotros...!

No me cansaré de denunciar lo mal que ejercen su trabajo muchos trabajadores de los servicios públicos, la carencia de empatía que manifiestan con la persona que acude a ellos para resolver algún asunto, importante y decisivo a veces para sus vidas o las de sus familiares. No saben, no tienen la preparación suficiente, ni voluntad de enmendar sus carencias.

!Cuánta ilusión habían puesto las personas a las que había informado de esta ayuda hace unos pocos días!, habían pedido la cita el mismo día y... en poco tiempo, unos funcionarios de la "Oficina de Empleo" les 'cortan los vuelos', les hacen más  larga la espera, y ponen un obstáculo más en su carrera hacia la normalidad, tan llena de obstáculos, tan larga, años y más años.

Pero no es la culpa de los funcionarios, es de los políticos, legisladores, jueces e instituciones públicas que no cumplen con su promesa de fidelidad a la Constitución y como servidores publicos, en cambio son unos inútiles, unos ignorantes, cuando no unos aprovechados o unos descuidados guardianes de los bienes de todos. Ahí están todos esos juicios que atestiguan que todos hemos consentido, de una manera u otra, en la creencia de  que lo publico es un bien que está ahí para el que sepa aprovecharse de ello, el más pillo, no el más listo.

Y cuando terminamos de desahogarnos, de culpar a los políticos de que matan la esperanza, minan la confianza de la sociedad, entonces se me ocurre decir "y que vamos esperar de una sociedad en la que muchos estamos separados, divididos, enfrentados, enemistados..." Así es muy fácil ahora gobernar, porque no hay fuerza capaz de parar este desgobierno, este caos administrativo. Hemos vendido, como particulares y como sociedad, nuestra alma a la corrupción, en sus múltiples manifestaciones. La excelencia, lo noble y honesto, lo hermoso, han sido despreciados, humillados, desterrados, sustituidos por otros valores inconsistentes,  convencionales,  relativos, que conducen a la autodestruacción y al caos social.

"Ama al prójimo como a ti mismo". Habrá un mandamiento, o una ley, o un consejo, que mejor exprese como se puede construir una sociedad justa, equilibrada, pacífica, y todavía mejor si se le añade  "Amarás a tu Dios y al prójimo... y al prójimo como a ti mismo".  Dios ha escrito su ley en el corazón, en la intimidad de todos y cada uno, nadie podrá escapar a su propia conciencia, no está solo, todos dependemos de todos, y todos de Dios.

Las costumbres a la carrera

Daniel Medina Sierra

Esta mañana, charlando con compañeros voluntarios, amigos, y el padre Luis; comentamos de pasada la sorprendente rapidez de los acontecimientos, las trasformaciones de las costumbres, las diferencias generacionales... Entre todos hicimos un pequeño, pero completo balance de la sociedad actual.

El de mayor edad, el padre Luis, decía que todo va muy rápido, que la inmediatez es una doctrina, que se corre tanto que no te dá tiempo siquiera a reaccionar. Todos estábamos de acuerdo con ese análisis de la sociedad actual. Yo, el más joven de los presentes, no pude por menos no solo de reconocer que es cierto, sino que estas diferencias no solo no ocurren en un periodo largo en el tiempo, ocurren con tan solo una diferencia de una década.

Estos temas los hemos hablado en  numerosas ocasiones y en innumerables situaciones y siempre terminamos con la misma convicción. Es imposible que estemos evolucionando. Me hablaran de riqueza cultural, de tecnología, de medicina, arte...¿ Y que ocurre con nuestra consciencia? eso que nos ayuda a ser quien somos, a darnos cuenta de nuestro ser. Sin ella, no importa las veces que fallemos, las veces que ganemos o perdamos, no importa donde estemos ni con quién estemos, sin ella nada importa. Estamos viendo personas sin sombra, sin identidad propia, sin personalidad, sin sueños reales, y con una cultura autodestructiva.

 Una involución del ser humano, no hacia el animal propiamente dicho, sino en lo peor de éstos. Lucha encarnizada por las posesiones materiales, competitividad desigual, todo derechos, nada de deberes, leyes a la carta, según convenga, cultura del mínimo esfuerzo, de la superficialidad, la esterilidad, la cobardía disfrazada de ego impostado, de seres egoístas, individualidad, escaso sentido del bien y del mal, de la mentira dicha mil veces...

Ese no soy yo, no me identifico con esa aberración y sin embargo convivo con ella todos los días. Las buenas personas no tienes cabida en este entorno, son presa fácil para estos parásitos que aparentan tener la misma forma que tu. Para ellos somos débiles, cobardes o estúpidos, seres de lo más despreciable. Fijaos en cuantas noticias oís, no veis que sean positivas, que informe de alguna buena acción, y de todo, como algo pasajero.

cuántos programas hablan de esta realidad que amenaza con devorarnos a nosotros mismos? Yo no escucho ninguno.Todo lo positivo que hemos aprendido se está olvidando y sustituyendo por patrones de conductas únicos para todos, todos con una misma forma de pensar y de actuar y a quien piense distinto se le desecha o se excluye.

La consciencia te permite pensar por ti mismo, conocerte, aprender, interactuar con todo lo que te rodea, un ser único dentro de un mismo núcleo donde todos cabemos en perfecta consonancia. Lamentablemente volveremos a repetir los errores del pasado si no conseguimos rerecordar quién fuimos y para que estamos aquí.


lunes, 10 de octubre de 2016

Esperanza



Incluso en esta oficina se habla de los toros, y no son pocos los que   están en contra de la fiesta nacional. Es algo que a mí me sorprende, personas que sufren en sus carnes una violencia en forma de exclusión social, y en muchos casos de larga duración, cuando no permanente, les preocupa tanto la "violencia" que según su opinión se ejerce sobre los toros.

Yo, en cambio, pienso que deberían ver más un ejemplo en las corridas de toros, de lucha contra lo malo y los peligros de la vida, sus propias carencias y sus adicciones, en algunos o muchos casos. No en vano decimos que hay que "saber torear", o "tener más valor que un torero", cuando tenemos que hacer frente a una dificultad o un problema grave.

Pero es "lo que se lleva" ahora, hay que manifestarse pacífico o tolerante atacando sin la menor consideración a quienes defienden una postura diferente, lo mismo en el tema de las corridas de toros que en otros relacionados con el trato a los animales, la naturaleza, etc. Lo cierto es que hoy hay un culto a la violencia verbal para justificar la defensa de los animales, las personas, los valores de lo "progre", lo políticamente correcto, y un gusto extravagante por los eufemismos para denominar a la violencia contra las personas y que provoca la división social: "interrupción voluntaria del embarazo", por aborto; "ayuda a bien morir, o muerte digna", por eutanasia "violencia de género", para darle un golpe muy certero a la familia como siempre se ha entendido, etc.

A veces parece que logran arrinconar a quienes nos sentimos a gusto con las tradiciones, los españoles que nos han parecido y que con su esfuerzo, sus aciertos y errores, nos han legado una sociedad próspera y con futuro.
Aún estamos a tiempo de no malograr los exitos logrados en la transición, y seguir avanzando en paz y tolerancia auténtica, y no permitir que se implante esa violencia verbal que emplean algunos políticos  "nuevos" que pretenden conquistar ahora el pasado, haciendo pasar al rival político por enemigo, y al que piensa diferente por carca, antiguo, incluso despreciable...

Lo que de verdad importaba hoy entre los que aquí vienen diariamente  a buscar ayuda era, como siempre, eso, lograr la ayuda que precisa. Y hoy precisamente ha sido uno de esos días que te dan ánimos, que vienen a garantizar la conveniencia y la necesidad  de la continuidad de este servicio a personas sin hogar, que complementa a los servicios sociales públicos, y otros que se dedican a personas necesitadas, que expresan, por otra parte, más que el simple deseo de hacer el bien por parte de muchas personas, de la sociedad en su conjunto. Ciertamente es insuficiente, nunca vamos a atender a todas y cada una de las personas que necesitan ayuda de otro ser humano, o del Estado, pero al menos unos pocos la reciben y son una ventana abierta a la esperanza, para los que tienen paciencia y buscan, para los que han perdido toda esperanza pero son encontrados por algún buen samaritano, tarde o temprano.


Han sido pequeños detalles, pero pueden suponer un cambio para alguno, dejar el teléfono a alguien para que pueda concertar un trabajo, informar a todos de la nueva ayuda del Estado a mayores de treinta años y pedir la cita al sae para solicitar dicha ayuda. Informar a un recién llegado de los recursos que puede encontrar en el pueblo para combatir el ocio, el aburrimiento, la exclusión...

Hace ya unos años, entre las trabajadoras sociales de caritas y del Ayuntamiento, dieron la oportunidad a una cogido del albergue de desempeñar un voluntariado, consistente en llevar al colegio a un niño discapacitado, por el que se le daba una pequeña cantidad de dinero a la semana, para sus gastos. Fue una buena experiencia, para el niño y para el que lo llevaba, una vez el niño guardó una naranja desde el viernes hasta el lunes para regalársela a su amigo...

Era un buena iniciativa, pero no se ha vuelto a repetir. Yo mismo recuerdo la brigada de voluntarios, con personas del albergue, que nos ayudaba en una caritas parroquial a descargar víveres, a hacer las bolsas... Algo falla hora, no es como antes, y fue hace poco tiempo.  !Sólo la crisis!? O se trata de una crisis más profunda... Dios lo sabe, pero no recurrimos a Él como debieramos hacerlo, con humildad, con confianza , porque sabemos que volverá y entonces...mi

domingo, 9 de octubre de 2016

!!Alguien pretende desmontar la sociedad!?



En los últimos días me acosan diferentes preocupaciones, y me producen inquietud, de día y de noche. Pero sólo de dos de ellas quiero dar cuenta ahora, y dejar constancia por escrito, para que se vea lo malo de esta sociedad, y, si fuera posible, cada cual aporte el remedio que esté en su mano.

Una es el desprecio y la marginación más absoluta que sufren las personas que padecen de locura, que sufren de enajenación mental, y andan por la calle, solos  sin nadie que les tienda la mano y los ponga a salvo de lo peligros que corren ellos mismos, y de las miradas, incluso del desprecio de los más insolidarios con los más débiles. Ahora le toca el turno a A. Todos los días viene, has!ta tres veces a lo largo de la mañana para tomarse un cafe, y pedirnos algo que es incapaz de expresar, con lo cual no podemos ayudarle, pero es más, incluso se altera si lo escuchamos Durante un rato y no somos capaces de seguir su discurso y dar solución a su problema indescifrable. Se vuelve agresivo, pero estoy seguro que es contra si mismo, porque no es capaz de hacerse entender, a pesar de sus esfuerzos, de su insistencia en que lo comprendamos, ayer, hoy y mañana.

Ya no le permitimos entrar en la oficina, le servimos el café en la puerta, tenemos que estar todos los voluntarios y el trabajador alerta, para que no agreda a ninguno cuando lo atiende o escucha, que eso si lo hacemos todavía, lo mismo que a otro pobre, extranjero, que no se lava desde hace meses y huele a distancia, y aunque le digamos que se duche no hace caso, solo quiere comentar con nosotros las últimas noticias, este si las sabe todas y las comparte, pero con ese olor, nadie quiere darle conversación, y se va, a recorrer el pueblo hasta el dia siguiente. Más de una vez hemos tenido que decirle a las personas que van a Cáritas en busca de ayuda, que no le falten, que no se quejen tanto del olor, que en Cáritas tenemos que atender a todos.

Lo que ocurre en estos casos es que la ayuda que podemos ofrecer es poca, que se necesita la intervención de la autoridad competente, o de un servicio especial, que actúe eficazmente, en beneficio de todos y por su seguridad. Pero, cada vez los servicios públicos son peores, parece que no consideran al que deben atender una persona, un ser humano, sino un simple número, un ser de segunda o tercera, que no merece tanto como cualquier ciudadano que por suerte sí tiene trabajo y puede contribuir con el Estado en bien de todos.

El otro asunto también tiene mucha miga, parece simple, y hasta inocente y bueno, pretende ser una medida de protección a la infancia, pero a mí me parece una medida más hacia el  control absoluto, despótico, del Estado sobre sus ciudadanos. O también, y esto sí que parece ya insoportable, extender la sospecha sobre todos los ciudadanos como posibles delincuentes. Se critica a la Iglesia, a los curas, porque amenazan con el infierno, porque nos consideran a todos los seres humanos pecadores... Pues parece que el Nuevo Estado, nacido en la Nueva Era pretende jugar a un dios justiciero,  o caprichoso, como hacian los dioses del Olimpo con los heroes y los humanos...

Todo esto que he dicho viene a cuento de la última medida que ha tomado el Estado, según la cual todos los trabajadores o voluntarios que tengan trato con menores deben autorizar al que corresponda el acceso al expediente personal, libre de delitos contra menores. En principio suena bien, pero entre los voluntarios de caritas que conozco ha causado un revuelo, muchos nos sentimos ofendidos, indignados, porque para hacer el bien ahora tenemos que demostrar que estamos limpios, que no tenemos antecedentes. Además, se aprovecha y se meten en el mismo saco a todos, buenos y malos. !Ya no podemos fiarnos unos de otros, cuánto hemos cambiado! Todos somos sospechosos. Pero así no hay sociedad, con la desconfianza por delante. Incluso hacer el bien se vuelve más costoso, se le ponen más trabas de las que ya de por si le ponemos por nuestra cuenta, por lo que tiene de exigencia, de disciplina, de preparación personal, o porque no siempre vemos los resultados o es bien recibido por la otra parte.

Al final firmaremos la mayoría, y quien sabe si algún día nos llevamos una sorpresa, alguien que sospecha y te denuncia, alguien que quiere hacer daño a una institución y levanta sospechas infundadas. O el mismo Estado utiliza la información caprichosamente, como un estado autoritario, imponiendo sus criterios, vigilando a cada ciudadano y atemorizando. !Que raro es todo! !ya nada es lo que parece! Nos falta la referencia fundamental, Dios. El Dios que habla a la conciencia, en la mayor intimidad de uno mismo, le hace sentirse pequeño y protegido, y le impulsa a respetar a los demás, hermanos e hijos del mismo Padre, sea por devoción, sea por convicción, incluso sea por temor, santo temor de Dios, !Venga a nosotros tu reino!



sábado, 8 de octubre de 2016

Entorno

Daniel Medina  Sierra

Estoy rodeado de personas incoherentes. Por un lado dicen que son humildes, pero son egocéntricos; dicen ser responsables, pero las consecuencias de sus actos las asumen otros; dicen esforzarse, pero no hacen más que soñar despiertos;dicen ayudar, pero son ellos lo que siempre piden; dicen ser críticos, pero no aceptan ser criticados; dicen tener sentimientos, pero son superficiales.

Seamos serios, somos esclavos de nuestras palabras y dueños de nuestro silencio. A veces es mejor callar que opinar de lo que se escapa a nuestro conocimiento.

El problema con la frase "tienes que quererte a ti mismo para que te quieran los demás" es que muchos caen en el egocentrismo.

Debes aceptarte tal como eres, no te debe importar lo que piensen los demás, hacer autocritica; mejorar como persona no es ver las faltas, defe tos y errores de los demás, sino ver tus propias faltas, tus defectos y tus errores. Sólo así serás mejor persona y vivirás mejor contigo mismo.