Queridos hermanos y
hermanas:
La Cuaresma es un tiempo de renovación para la Iglesia,…Pero
sobre todo es un «tiempo
de gracia» (2 Co 6,2).
Dios… Está interesado
en cada uno de nosotros, nos conoce por nuestro nombre, nos cuida y nos busca
cuando lo dejamos… Pero ocurre que cuando estamos bien … Entonces nuestro
corazón cae en la indiferencia. Uno
de los desafíos más urgentes sobre los que quiero detenerme en este Mensaje: la
globalización de la indiferencia.
Pero Dios no es
indiferente al mundo…En la encarnación, en la vida terrena, en la muerte y
resurrección del Hijo de Dios, se
abre definitivamente la puerta entre
Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra… Y la Iglesia es como la mano que
tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la
celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad
(cf. Ga 5,6).
Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo
y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en
Él. Así, la mano, que es la Iglesia,
nunca debe sorprenderse si es rechazada, aplastada o herida.
El pueblo de Dios, por
tanto, tiene necesidad de renovación:
1.- «Si un miembro sufre, todos sufren con él»
(1 Co 12,26)
Pedro no quería que
Jesús le lavase los pies… Este servicio sólo lo puede hacer quien antes se ha
dejado lavar los pies por Cristo. Sólo éstos tienen "parte" con Él
(Jn 13,8) y así pueden servir al hombre.
La Cuaresma es un
tiempo propicio para dejarnos servir por
Cristo…, en particular en la Eucaristía …nos convertimos en lo que
recibimos: el cuerpo de Cristo...
La Iglesia es communio sanctorum,… Y puesto que estamos unidos en
Dios, podemos hacer algo también por quienes están lejos, por aquellos a
quienes nunca podríamos llegar sólo con nuestras fuerzas…
2. «¿Dónde está tu hermano?» (Gn 4,9)
Para recibir y hacer fructificar plenamente lo
que Dios nos da es preciso superar los confines de la Iglesia visible
en dos direcciones.
A.- Uniéndonos a la
Iglesia del cielo en la oración...
…Hasta que esta
victoria del amor no inunde todo el mundo, los santos caminan con nosotros,
todavía peregrinos…. Su alegría por la victoria de Cristo resucitado es para
nosotros motivo de fuerza para superar tantas formas de indiferencia y de
dureza de corazón.
B.- cruzando el umbral
que la pone en relación con la sociedad que la rodea, con los pobres y los
alejados. La Iglesia por naturaleza es misionera… La Iglesia sigue a Jesucristo
por el camino que la lleva a cada hombre, hasta los confines de la tierra (cf.
Hch 1,8).
Queridos hermanos y
hermanas, cuánto deseo que en particular nuestras parroquias y nuestras comunidades,
lleguen a ser islas de misericordia
en medio del mar de la indiferencia.
3. «Fortalezcan sus corazones» (St 5,8) –
¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber
por esta espiral de horror y de impotencia?
- orar en la comunión
de la Iglesia terrenal y celestial… La iniciativa 24 horas para el Señor, que
deseo que se celebre en toda la Iglesia —también a nivel diocesano—, en los
días 13 y 14 de marzo, es expresión de esta necesidad de la oración.
-podemos ayudar con
gestos de caridad…
- El sufrimiento del
otro constituye un llamado a la conversión…
… resistir a la
tentación diabólica que nos hace creer que nosotros solos podemos salvar al
mundo y a nosotros mismos.
Por esto, queridos
hermanos y hermanas, deseo orar con ustedes a Cristo en esta Cuaresma: "Fac cor nostrum secundum Cor
tuum": "Haz nuestro corazón semejante al tuyo" (Súplica de
las Letanías al Sagrado Corazón de Jesús). De ese modo tendremos un corazón
fuerte y misericordioso, vigilante y generoso, que no se deje encerrar en sí
mismo y no caiga en el vértigo de la globalización de la indiferencia.
Con este deseo, aseguro
mi oración para que todo creyente y toda comunidad eclesial recorra
provechosamente el itinerario cuaresmal, y les pido que recen por mí. Que el
Señor los bendiga y la Virgen los guarde.
Vaticano, 4 de octubre
de 2014
Fiesta de san Francisco
de Asís
FRANCISCUS PP.
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