José Luís Nunes Martins
jornal i
26 de julho de 2014
http://www.ionline.pt/iopiniao/elogio-da-imprudencia
Ilustração de Carlos Ribeiro
Cada decisión debe ser
pensada. El gobierno de nuestra vida debe pasar por un examen cuidadoso de las
circunstancias, una consideración de todas las perspectivas posibles,
escogiendo los fines y los medios seguros y adecuados.
Esta coherencia se
construye mediante una conciencia que equilibra todas las partes. La prudencia
es un pilar esencial de nuestra estructura interior.
Importa aceptar el
mundo y cuidar siempre de proyectarnos y conducirnos en función de la realidad.
Desconfiando de lo que se oye o se ve…
sospechando incluso de nosotros mismos y de nuestra capacidad de
analizar, evaluar y decidir. Sólo quien es humilde distingue lo deseable de lo
indeseable.
Pero esperar por
rigurosas certezas es un enorme error. La prudencia aconseja que no se pierdan
las oportunidades, actuando, en esos momentos, sin grandes pensamientos o
moderaciones.
El mayor peligro en la
vida es el de perdernos por falta de coraje. Aquellos que escogen ser cobardes
deciden ser nada en vez de ser…
Una cierta ponderación
permite tomar tiempo con antelación y administrar el esfuerzo; el exceso de
timidez hace como que nada tenga sentido. Quien reusa el papel de autor y actor
de su destino se condena a ser espectador y figurante de un teatro que nunca
llega a representarse.
Los prudentes pueden
vivir mucho más que los audaces, pero ninguno llega a ser feliz sin arriesgar.
El amor no es compatible con muchos discernimientos.
Debemos cuidar de
nosotros mismos, de garantizar nuestra comodidad, hoy y mañana. Pero hay
valores mucho más altos que nuestra tranquilidad. ¿Para qué nos sirven los años
si no somos capaces de superar el egoísmo? ¿De qué nos sirve una vida entera si
no somos capaces de arriesgarnos a la vista de lo mejor?
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