sábado, 30 de mayo de 2020

¿Quién ama o quién no ama? ¿Quién pierde más?



 José luís Nunes Martins


Sin amor es mucho más fácil tener una vida tranquila, sin grandes altos y bajos. Todo se vuelve en el mundo tan relativo como equivalente, por lo que las elecciones se hacen de forma muy racional y, aun cuando algo no sucede de acuerdo con lo planeado, no se siente la pérdida o frustración, solo la señal de tener que escoger otro camino. Los días se suceden como los escalones de una larga escalera.

Amando, la vida es una tempestad. A veces, parece destruir todo el mal y crear espacio y tiempo para una vida nueva. Otras, destruye nuestros proyectos y mucho de lo que habíamos construido. Cada día estamos llamados a arriesgarlo todo, porque solo así conseguiremos ganar lo que queremos, siendo siempre posible que perdamos todo. No hay días iguales. La vida se presenta como un largo camino que pasa por montes y valles. Por jardines resplandecientes y por pozos de tinieblas.

Quien ama puede perder todo y, a veces él mismo. Aunque no sepa si lo podrá recuperar después.

El que no ama no pierde nada, porque nada ha hecho suyo.

¡Amar parece una flaqueza, pero es una fuerza! El amor nos permite abrirnos al otro, revelando nuestras más íntimas fragilidades. Al otro corresponde amarnos y protegernos o no amarnos y utilizar sus fuerzas para atacarnos en nuestros puntos débiles.

Quien ama, se da. No se pierde.

Quien no ama no sale de su yo, de su egoísmo. Su mundo es él mismo. Solo.

Quien ama sueña, sonríe y admira, incluso los días malos. ¡Por más que dé de lo que es y de lo que tiene, será siempre rico!

Quien no ama, no vive. Sobrevive y toda su grandeza es solo Parente. Es vacío. Por más que gane, explote o ahorre, será siempre pobre.

¡Si no ser amado es triste, no amar es la propia infelicidad!

¿Quieres llenar de cielo tu corazón? Deja que el amor te vacíe de ti mismo. Date. Entonces habrá espacio para que la luz brille dentro de ti, para los otros y para ti.






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