sábado, 7 de diciembre de 2019

Presentación del INFORME FOESSA, a los voluntarios de Cáritas



Como cada año nos ha sido presentado el informe FOESSA, un informe veraz, lo más veraz posible, ya que se basa en datos reales, recientes, aportados por encuestadores profesionales a domicilio y los que aportan los voluntarios de cada equipo de Cáritas a través del sistema SICE, siempre actualizado y mejorado.

Es un informe veraz que se ofrece a toda la sociedad, una sociedad cada vez menos dispuesta a escuchar la verdad. Es por tanto una denuncia de las injusticias, pero una denuncia responsable y generosa ya que a la vez que muestra la realidad más dura de la marginación señala donde pueden los responsables políticos poner su mayor empeño para mejorar la sociedad, hacerla más justa, equitativa, solidaria y pacífica.

Dice  dicho informe:  Hoy en día, el número de personas en exclusión social en España es de 8,5 millones, el 18,4% de la población, lo que supone 1,2 de millones más que en 2007 (antes de la crisis). Son el rostro de la sociedad estancada, un nutrido grupo de personas para quienes “el ascensor de la movilidad social no funciona y no es capaz de subir siquiera a la primera planta.   
Dentro de este sector social, existe un grupo especialmente vulnerable que acumulan tantos problemas cotidianos que les impide tener un proyecto vital mínimamente estructurado: son 4,1 millones de personas en situación de exclusión social severa. Son los ciudadanos sobre los que se ceba la desigualdad y la precariedad en sus diferentes formas: vivienda insegura e inadecuada, desempleo persistente, precariedad laboral extrema e invisibilidad para los partidos políticos.
Dentro de este grupo en exclusión social severa existe un grupo de expulsados, que suman 1,8 millones de personas (600.000 en 2007), que acumulan tal cantidad de dificultades y de tal gravedad que exigirían de una intervención urgente, profunda e intensa en recursos para garantizarles su acceso a una vida mínimamente digna.”    https://www.foessa.es/blog/viii-informe-foessa-presentacion/                 

Y digo que es una denuncia porque la clase política en general y los diferentes gobiernos no aceptan  estos resultados, incluso los han criticado o menospreciado,  ya que los deja en evidencia frente a la sociedad, demostrando su incapacidad, cuando no su falta de voluntad, para acometer las reformas necesarias que permitan a  todos los ciudadanos  acceder a la condición de ciudadano de plenos derechos, y a ganarse la vida honradamente.

El informe, fue presentado por Raúl Flores, coordinador del Equipo de Estudios de Cáritas Española y secretario técnico de la Fundación FOESSA. Hoy era la presentación a los voluntarios de la Diócesis de Cádiz. Lo hizo de una  manera amena y pedagógica, para que los números y los porcentajes, tan enormes, no nos sobrecogieran a los escasos voluntarios presentes, viendo que la mies es mucha, y los operarios tan pocos.

Supo transmitirnos magistralmente lo que trasciende la frialdad de los números, toda la realidad humana menos agradable que acumulan, persona a persona, cada uno con sus cargas particulares. Nos dio una pauta importantísima para la acogida al explicarnos con toda claridad el descenso de una persona desde el estatus de ciudadano de plenos derechos  hasta caer en la marginación. Este es el momento en que carece de todo, ha perdido sus bienes, sus relaciones familiares, de amistad, hasta llegar a perder su autoestima, etc.

 FOESSA utiliza 35 indicadores que miden la participación en el empleo, en la capacidad de renta y en el acceso a derechos básicos (como la vivienda, la salud, la educación o la participación política), así como la ausencia de lazos sociales (soledad) y las relaciones sociales conflictivas.
Cada uno de los 35 indicadores identifica situaciones de exclusión social,…. La cantidad de indicadores afectadospermite dividir a la sociedad en 4 espacios: el de la integración plena, la integración precaria, la exclusión moderada y la exclusión severa” https://www.foessa.es/blog/viii-informe-foessa-presentacion/  
               
La caída es más rápida y difícil de controlar, pero la remontada es muy larga, y cuesta arriba, y necesita voluntad para ir sacando fuerzas de flaqueza, e ir remontando, paso a paso hasta llegar a su estatus de ciudadano de plenos derechos.  Se necesita por tanto mucha paciencia y  empatía, para acompañar a los que vienen en busca de ayuda. No basta la ayuda material, es el momento de recurrir a la fuerza de la fe con humildad y confianza en  la misericordia. Como nos dice San Pablo: “¡Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre e misericordia y Dios del consuelo! Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha, repartiendo con ellos el ánimo que nosotros recibimos de Dios. Si los sufrimientos de Cristo rebosan sobre nosotros, gracias a Cristo rebosa en proporción nuestro ánimo.” 2 Corintios 1, 3-5

De no ser así, es muy fácil caer en la impaciencia, en querer arreglo todo con solas nuestras fuerzas, o el desánimo, al ver que no somos capaces, incluso podemos llegar el abandono… si no, ¿por qué hay tan pocos cristianos voluntarios en los equipos, de nuestro entorno por lo menos?  A menudo nos quejamos de esto en nuestros encuentros y conversaciones, pero hace tiempo que ‘aprendimos’ a luchar contra el abandono y nos decimos para terminar: “somos pocos, pero aquí estamos, y seguiremos hasta que podamos, o Dios quiera”.

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