Tengo
que poner música relajante para poder sentarme a escribir, escribir
sobre algo que causa estupor, indignación, rebeldía, aunque
también, ante la impotencia para evitarlo, siento una profunda
tristeza, porque refleja el estado caótico, errático y
manipulable, de la Justicia en España.
Sus
consecuencias son enormemente perjudiciales, para los que menos
medios tienen para defenderse, para los que sufren la doble
injusticia de ser pobres, y no por propia voluntad, teniendo que
recurrir para su supervivencia a comprar en mercados baratos, o no
autorizados, lo que necesitan, y luego la injusticia de ser víctimas
del abuso de los desaprensivos y de la misma justicia, 'justiciera',
inclemente con los pequeños y desprotegidos de ella misma y blandita
con los que cometen infracciones de lesa patria o de índole
gran economía.
Hasta la
justicia emplea ahora como suyo el criterio progre de 'la discriminación
positiva'... tan injusto, por eso se aplica solo a determinadas
faltas, como la violencia de género, que condena a priori al hombre
antes que a la mujer, o si eres víctima de algún tipo de consumo, o si eres extranjero...¿Entonces, por qué no hay un juez que
discrimine a un pobre, positivamente, acusado de algo cotidiano, como
comprar un móvil robado?
Sé que exagero un poco al decir esto, porque sí hay algunos jueces que miran por los más desamparados de la sociedad, o se atreven a hacer justicia sin discriminación alguna, fieles al principio más democrático: 'todos somos iguales ante la ley', y por eso saben ajustar la pena a los delitos sin causar alarma social o descontento alguno, pero desgraciadamente son pocos y por eso tan admirados por la mayoría de ciudadanos honrados.
Sé que exagero un poco al decir esto, porque sí hay algunos jueces que miran por los más desamparados de la sociedad, o se atreven a hacer justicia sin discriminación alguna, fieles al principio más democrático: 'todos somos iguales ante la ley', y por eso saben ajustar la pena a los delitos sin causar alarma social o descontento alguno, pero desgraciadamente son pocos y por eso tan admirados por la mayoría de ciudadanos honrados.
Esta
tarde ha acudido a nuestra oficina de cáritas parroquial una acogida
nuestra para presentar unos papeles, entre otros la justificación de
que la justicia le ha embargado la ayuda social que cobraba. Ante
nuestra extrañeza, pues pensábamos que las pensiones sociales no se
pueden embargar más allá de un porcentaje, ella nos explicó lo que
le había pasado, con vergüenza y dolor.
Tuvo la
mala suerte de comprar un móvil en un mercadillo, y a los pocos días
llamarla la policía para decirle que ese móvil era robado. Recurrió
a un abogado de oficio, que nada pudo hacer, o no supo, pues la
condenaron a arresto domiciliario (y tiene cuatro hijos) durante
veintiocho días, y al pago de una multa de 500€, más los gastos
del juicio...
Ya es el
caso no sé cuántos que me dicen que le han embargado la nómina.
¿Pero es que ya no se respetan las ayudas y pensiones sociales, en
caso de tener la mala suerte de cometer alguna infracción, o de ser
víctimas de alguna estafa o abuso, como también ha pasado? Si esto
hace la Hacienda pública, cómo no van a hacer los bancos otro
tanto, engordando sus beneficios a costa de los impuestos que
cobran por el mantenimiento de cuentas que basan sus ingresos en una
pensión, o cualquiera otra de las ayudas sociales.
Realmente
somos un pueblo abandonado, y la mentira se ha convertido en un juego
para los políticos, a ver quien dice la mayor y se lleva los votos y
el poder, luego ya veremos como nos juntamos y con quien para llevar
a cabo unos proyectos aberrantes, que no han sido incluidos en sus
campañas electorales, las cuales no son más que falsos señuelos,
meros espejismos para atraer a incautos, que pronto se desvanecen.
Pero,
como se suele decir: 'la esperanza es lo último que se pierde', y
por supuesto que la hay, y cada uno debe buscar la suya. Hay,
ciertamente, valores permanentes, universales, y trascendentes, más
elevados que la mera política, incluso que el propio ser humano,
pero que si los respeta y los pone en práctica le permitirán
entender y comprender la fragilidad humana, al tiempo que le aportan
la firmeza necesaria para no desfallecer ante las adversidades y
salvarse él y los que de él dependan, en esta vida y la venidera.
Difícil solución si la sociedad en su conjunto no actúa.
ResponderEliminarFíjate en todas estas manifestaciones en contra del referéndum en Cataluña. Sin políticos chupando cámaras, tan sólo ciudadanos de a pie unidos por una misma causa. Esa es la España que me representa, pero es un sabor agridulce por que no salen para defender a los más nevnecesitados en masa, no hay medios de comunicación presentes en los actos, charlas o conferencias sobre la pobreza en España, no existe compromiso real y duradero por parte de ningún diligente político, no hay voluntad de cambio. Somos pocos buenos, pocos malos y muchos confusos o simplemente superficiales.