domingo, 26 de noviembre de 2017

¿Qué es lo mejor para mí?




Opinión de JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS



Nuestra inteligencia nos hace creer que siempre conseguimos evaluar las posibilidades a nuestra disposición, escogiendo después aquella que consideramos mejor.
Creer que hay sentidos que nos sobrepasan es algo de elemental humildad. ¿Por qué razón tendrían que caber los misterios del mundo en nuestras cabezas?
....
Nos engañamos a nosotros mismos, a veces sin darnos cuenta. Es curioso que no aprendamos a dudar  más de nuestras opiniones respecto a todo lo que nos rodea.

¿Hacemos lo que queremos o debemos?

Muchas veces la voluntad se confunde con los apetitos (impulsos naturales y básicos para la satisfacción casi ciega de necesidades primarias) y con los deseos (pulsiones de componente emotiva y que procuran satisfacer una atracción que no proviene de la razón).

Ser libre no es ser esclavo del deseo, tampoco de los apetitos. Ser libre es saber que no hay otro destino a no ser aquel que nuestras manos determinen. Aceptar los sacrificios de la misión forma parte del heroísmo de luchar por lo mejor.

Querer es aceptar las consecuencias de lo que se quiere.
En ese sentido, el mayor enemigo de cualquiera de nosotros es la mala voluntad.

Por la voluntad vencemos las adversidades. No es la intención donde está la diferencia, sino la decisión y la determinación con que se hacen las obras. ¿La medida de la voluntad? El esfuerzo y la disposición de que se es capaz, en particular la paciencia de afrontar el tiempo en que el bien se demora, sin perder la convicción.

La voluntad está en torno a la raíz del talento. De cualquier talento. Sin voluntad, ningún talento llega a concretarse.

Hay muchas cosas que son independientes a nuestra voluntad y que escapan a nuestro entendimiento. Podemos tratar de encontrarles algún sentido, como si fuesen una voluntad mayor y, tal vez, mejor.

Tendemos a dudar más que a tener fe, a despreciar más que a admirar, a buscar más que a esperar, a pensar más en nuestra satisfacción que en amar. Pero somos libres. Siempre. Incluso delante del amor podemos volver las espaldas e irnos en buena hora.

Entreguémonos a la vida, cumpliendo lo que nos corresponde, aceptando que hay sentidos mayores y mejores que aquellos que somos capaces de concebir.
Quiera yo el mayor bien para mí, aunque no lo comprenda ni sea el más agradable.

Aprenda yo a creer, a admirar, a esperar y a amar.
                                                    Ilustração Carlos Ribeiro

sábado, 25 de noviembre de 2017

XXV Campaña de personas sin hogar 2017


 SOMOS PERSONAS, TENEMOS DERECHOS. NADIE SIN HOGAR

Un año más, no, nada menos que veinticinco años, un cuarto de siglo, dando voz a los que no la tienen, o tenían, casi se puede decir. Sí, porque cada vez más se escucha a las personas sin techo, y se escuchan más sus reivindicaciones. Siendo la más necesaria el reconocimiento de sus derechos, ya que todos somos personas, nacemos iguales y tenemos derecho a vivir, y a vivir lo más dignamente posible, con arreglo al grado de desarrollo alcanzado por la sociedad en su conjunto.


Tiene una característica importante esta campaña y la celebración de los actos correspondientes, que se celebran simultáneamente en todas las ciudades de España, por cuatro importantes organizaciones que tienen como finalidad atender a las personas sin techo, hasta que consigan, siempre que sea posible,  recuperar su autonomía,  la plena integración en la sociedad.

Cáritas Diocesana de Cádiz eligió este año a San Fernando para presentar la campaña a la sociedad y la celebración de los actos correspondientes. La presentación tuvo lugar en los estupendos locales de la parroquia de  de San José Obrero. Primero nos dirigió unas palabras de bienvenida el Director Diocesano, agradeciendo su asistencia a las personas sin hogar que habían venido de Cádiz, de Chiclana, de Algeciras y del mismo San Fernando, y a los trabajadores sociales y voluntarios la preparación de dicho acto. Destacó de modo especial que era  la campaña número veinticinco, un número considerable, así como el de los logros alcanzados en estos años a favor de las personas sin hogar, que van haciendo menos radical o acortando la marginación de las mismas.


A continuación hicimos una breve oración inicial para pedir fundamentalmente  que los responsables políticos y toda la sociedad, aporten los medios necesarios para combatir la pobreza y la marginación.

Después asistimos a la presentación de la campaña como tal. El primero de los intervinientes destacó la necesidad de estas campañas, y su utilidad, para seguir concienciando a la sociedad, ya que aún queda mucho por hacer. También destacó la colaboración de las distintas organizaciones que se dedican a las personas sin hogar, repartidas por distintas comunidades de España. Continuaron los siguientes intervinientes exponiendo con detalle los objetivos, los logros alcanzados y también las carencias.

Y antes de salir para el flashmob nos habían preparado un chocolate estupendo, con bizcocho y otros dulces, que tomamos encantados.


Terminamos con el flashmob, en la Plaza de la Iglesia, hasta donde fuimos con las caretas puestas, y donde construimos un muro hecho con ladrillos (de cartón), en el cada ladrillo representaba un derecho, que todo ciudadano debe disfrutar, y formando con ellos una casa, que protege la dignidad de cada ciudadano. Y concluyó con la lectura del manifiesto.


Nos fuimos con ánimos renovados, satisfechos de haber contribuido a la campaña y dispuestos a seguir trabajando en favor de los más necesitados, que bien merece la pena.


sábado, 18 de noviembre de 2017

El silencio nuestro de cada día


Opinión de José Luís Nunes Martins


Nuestro espíritu debe descansar también. Es fundamental darnos paz a nosotros mismos. Sólo nosotros podemos conceder este don a nuestro corazón. Nunca nos va a llegar desde fuera.

Es esencial que sepamos encontrar y valorar los tiempos para parar, pensar y sosegarnos.

En cada hora un minuto, lleno de paz, sosiego y tranquilidad, será suficiente para que nuestra disposición y humor mejoren y, así, nos podamos disponer a los trabajos que forman parte de nuestro deber.

Que cada día haya un tiempo para cerrar los ojos, sintiendo la vida, agradeciendo las fuerzas y los talentos y saboreando las cosas buenas de la existencia, por más pequeñas que sean o nos puedan parecer.

Cada semana un día, dedicado a pasarlo con aquellos que están o debieran estar más próximos. Escuchando, admirando y cuidando. Compartiendo la alegría y las tristezas del día a día.

Cada año algunos días, hay que hacer un intervalo entre los desasosiegos, volar con el fin de ver bien la línea del camino construido y recorrido, así como para saber cuales serán las opciones en adelante. En verdad, por más que hayamos llegado al punto donde queríamos, eso, no significa que estemos caminando en el sentido correcto.

El silencio no tiene que ser un tiempo de aburrimiento o infelicidad. Muy al contrario, puede ser un punto álgido donde, apartados del tumulto cotidiano, nos podamos encontrar con nosotros mismos y dialogar. Descansar es también estar donde nadie nos vea. ¡A veces, podemos huir ante los ojos de otros, sin que ellos se den cuenta! ¡Ellos están ahí y nosotros... encima de una montaña desde donde se ve el mar!

Hay quien tiene mucho miedo de sí mismo y huye, por todos los medios, de los momentos en que teme oírse, de las ocasiones en que no puede mentir de ninguna forma, de los instantes donde la verdad es evidente.

Nuestro espíritu debe también descansar. Darnos paz a nosotros mismos es fundamental. Sólo nosotros podemos concedernos este don al corazón. Nunca nos va a llegar desde fuera.

La coherencia de vida y la armonía de la existencia se fundamentan en el bien que hacemos. En la forma como nos entregamos. E, si nos podemos entregar mejor, entonces es eso mismo lo que debemos hacer. Sin egoísmo, fingimiento, superficialidad, hipocresía, presunción, arrogancia u orgullo. El silencio y el descanso son esenciales para perfeccionarnos. El esfuerzo constante agota.

La grandeza de mi silencio está en la confianza de que, aquietando mis preguntas, podré cuchar respuestas que no son mías... y la verdad que susurran.

                                                            Ilustración Carlos Ribeiro


viernes, 17 de noviembre de 2017

"Catástrofes familiares", todos los días



Vuelvo a insistir en la necesidad de que, de la manera que sea y por quienes sea, se creen centros de acogida inmediata para las personas que se separan, para que en el momento mismo en que se ven fuera de la protección de su propio techo, después de haber perdido el calor de hogar, no tengan que pasar la primera noche en la calle o en cualquier albergue, donde no van a encontrar con seguridad una acogida cálida y comprensiva.

Hace ya tiempo, cuando comprobaba que la mayor parte de las personas que vienen a esta oficina de personas sin hogar para pedir plaza en el albergue, son separados, y que a muchos les cuesta reorientar sus vidas, porque añoran todo lo que perdieron: la esposa, los hijos, los amigos, el trabajo, la comodidad del hogar..., pues se me ocurrió que tenía que haber albergues especiales, para separados, para que pudieran pasar los primeros momentos del abandono total en un ambiente adecuado, que les permitiera recuperarse anímicamente.

Está bien que el Estado apruebe leyes que permitan la separación, el divorcio, pero estaría completo este 'servicio' al ciudadano si previera también las consecuencias afectivas, laborales, sociales. Nunca tendría que permitir que se creara un nuevo tipo de marginado social. Es cierto que los motivos que provocan la separación son innumerables, pero para eso hay sociólogos, sicólogos, médicos, que podrían advertir a los gobernantes, y estos tomar en consideración sus diagnósticos y terapias, para facilitar los medios y recursos necesarios con el fin de evitar males mayores.

Esta larga introducción está motivada porque hoy, desde hace mucho tiempo, no me encontraba con alguien tan necesitado de desahogo, de hablar de lo que le pasa. Esta persona ya días que viene por la oficina, pero a penas habla, da como un poco de apuro hablar con él, de sacarlo que su aislamiento, de su ensimismamiento, o forzar su timidez. Sólo habla de golpe, y por pura necesidad, las palabras justas para hacerse entender, y huye. Esa es la impresión que yo tengo. Me escudo en que quizá ha hablado con los otros compañeros, o mejor que lo hagan ellos, yo estoy algo cansado de hablar de problemas y no voy a saber responder en caso de que esté pasando por un mal momento.

Hoy, llegó el momento propicio, comenzamos a hablar, incluso me atrevo a hacerle alguna pregunta personal; con su respuesta, y ante todo con su expresión, me invita a seguir haciéndole otra pregunta, y una más para aclarar aquello que él trata de contarme de su vida personal, que lo ahoga, que no acierta a decir porque le puede el sentimiento. Hace a penas un mes que anda por ahí, después de ser echado de casa por la fuerza de los acontecimientos, con escándalo incluido. Ahora tiene que someterse a la justicia, aunque él no se considera culpable. Con una sonrisa me dio la mano y las gracias por la charla.

Pues a ver si algún día, igual que ante las catástrofes naturales y accidentes el Estado facilita un servicio de emergencia de sicólogos, médicos, etc, el mismo Estado proporciona una ayuda semejante ante las numerosas 'catástrofes familiares', que son las separaciones, a menudo con violencia y a veces con muerte. También una ayuda especial para los hombres, que sufren 'discriminación negativa' a priori (para las mujeres hay oficinas en los ayuntamientos)... “¿¡los hombres son unos brutos!?”..., vienen a decir, a groso modo, las leyes de género Yo conozco a muchos que no lo son, X., tampoco me lo parece, por su forma de hablar y comportarse.

Mejor sería, insisto, una actuación discreta y efectiva, por personal autorizado y adecuado, que atendiera a las víctimas, y no permitir y fomentar tras cada crimen o acto de 'violencia de género' unas manifestaciones, más o menos espontáneas, en las que se pretende apoyar a las víctimas con pancartas y en silencio, o gritando al aire consignas contra la violencia de género, insultos y desahogos contra el criminal, que lo más que hacen es eso, gritar, creyendo que con eso se es menos 'machista', o 'más feminista'... Pero eso no hace sino fomentar la división y el enfrentamiento artificial entre hombres y mujeres, el peor, pues los géneros están 'diseñados' para entenderse, no para atacarse o imponerse uno sobre el otro, y si no se corrige pronto este trágico enfrentamiento se pone en peligro la paz familiar, la paz social,  la paz mundial, y el futuro de la humanidad.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

¡¡¡ J U S T I C I A !!!



Tengo que poner música relajante para poder sentarme a escribir, escribir sobre algo que causa estupor, indignación, rebeldía, aunque también, ante la impotencia para evitarlo, siento una profunda tristeza, porque refleja el estado caótico, errático y manipulable, de la Justicia en España.

Sus consecuencias son enormemente perjudiciales, para los que menos medios tienen para defenderse, para los que sufren la doble injusticia de ser pobres, y no por propia voluntad, teniendo que recurrir para su supervivencia a comprar en mercados baratos, o no autorizados, lo que necesitan, y luego la injusticia de ser víctimas del abuso de los desaprensivos y de la misma justicia, 'justiciera', inclemente con los pequeños y desprotegidos de ella misma y blandita con los que cometen infracciones de lesa patria o de índole gran economía.

Hasta la justicia emplea ahora como suyo el criterio progre de 'la discriminación positiva'... tan injusto, por eso se aplica solo a determinadas faltas, como la violencia de género, que condena a priori al hombre antes que a la mujer, o si eres víctima de algún tipo de consumo, o si eres extranjero...¿Entonces, por qué no hay un juez que discrimine a un pobre, positivamente, acusado de algo cotidiano, como comprar un móvil robado?

Sé que exagero un poco al decir esto, porque sí hay algunos jueces que miran por los más desamparados de la sociedad, o se atreven a hacer justicia sin discriminación alguna, fieles al principio más democrático: 'todos somos iguales ante la ley', y por eso saben ajustar la pena a los delitos sin causar alarma social o descontento alguno, pero desgraciadamente son pocos y por eso tan admirados por la mayoría de ciudadanos honrados.

Esta tarde ha acudido a nuestra oficina de cáritas parroquial una acogida nuestra para presentar unos papeles, entre otros la justificación de que la justicia le ha embargado la ayuda social que cobraba. Ante nuestra extrañeza, pues pensábamos que las pensiones sociales no se pueden embargar más allá de un porcentaje, ella nos explicó lo que le había pasado, con vergüenza y dolor.

Tuvo la mala suerte de comprar un móvil en un mercadillo, y a los pocos días llamarla la policía para decirle que ese móvil era robado. Recurrió a un abogado de oficio, que nada pudo hacer, o no supo, pues la condenaron a arresto domiciliario (y tiene cuatro hijos) durante veintiocho días, y al pago de una multa de 500€, más los gastos del juicio...

Ya es el caso no sé cuántos que me dicen que le han embargado la nómina. ¿Pero es que ya no se respetan las ayudas y pensiones sociales, en caso de tener la mala suerte de cometer alguna infracción, o de ser víctimas de alguna estafa o abuso, como también ha pasado? Si esto hace la Hacienda pública, cómo no  van a hacer los bancos otro tanto, engordando sus beneficios a costa de los impuestos que cobran por el mantenimiento de cuentas que basan sus ingresos en una pensión, o cualquiera otra de las ayudas sociales.

Realmente somos un pueblo abandonado, y la mentira se ha convertido en un juego para los políticos, a ver quien dice la mayor y se lleva los votos y el poder, luego ya veremos como nos juntamos y con quien para llevar a cabo unos proyectos aberrantes, que no han sido incluidos en sus campañas electorales, las cuales no son más que falsos señuelos, meros espejismos para atraer a incautos, que pronto se desvanecen.

Pero, como se suele decir: 'la esperanza es lo último que se pierde', y por supuesto que la hay, y cada uno debe buscar la suya. Hay, ciertamente, valores permanentes, universales, y trascendentes, más elevados que la mera política, incluso que el propio ser humano, pero que si los respeta y los pone en práctica le permitirán entender y comprender la fragilidad humana, al tiempo que le aportan la firmeza necesaria para no desfallecer ante las adversidades y salvarse él y los que de él dependan, en esta vida y la venidera.

martes, 14 de noviembre de 2017

Colaboración extraordinaria



Hoy teníamos que descargar varios miles de kilos que el Banco de Alimentos nos proporciona, cada trimestre, más o menos.

Un asunto complicado, dado el escaso número de voluntarios al servicio de las cáritas, y a menudo son además jubilados. Cuando se acerca la fecha, nos entra una cierta inquietud acerca de como llevaremos a cabo semejante tarea. La verdad es que no debiera ser así, porque cada vez que llega la fecha acuden en ayuda de cáritas numerosos cofrades de todas las cofradías de la parroquia, y la verdad es que lo hacen con convinción y muy buenos resultados.

Tan buenos resultados que siempre parece un milagro. Aunque el milagro es permanente, y el mismo párroco lo airea siempre que tiene la oportunidad de hacerlo cuando dice: 'esta parroquia funciona ella sola, todos los grupos parroquiales cumplen su misión, y siempre están dispuestos a colaborar'.

Esta vez es más sorprendente el milagro, porque las vísperas eran bastante inciertas, y el comienzo de la mañana no era alentador, ya que comenzabamos con retraso. Temíamos que los voluntarios que habían venido se cansaran de esperar. Llegamos incluso a desconfiar que el vehículo, una furgoneta muy trabajada y pequeña, no aguantara tantos viajes... En fin, que para qué nos preocupamos en vez de confiar en nosotros mismos y en los demás grupos que forman la parroquia, ya que de todo esto no sucedió nada, más bien todo lo contrario: los voluntarios aguantaron con humor la espera del retraso y otras cuatro esperas más en otros tantos viajes al Banco de Alimentos, desde las diez de la mañana a la una de la tarde; la furgoneta aguantó perfectamente y aún terminamos antes de lo previsto, cerca de las tres de la tarde.

¿Por qué hay entonces tan pocos voluntarios en los equipos de Cáritas, por regla general? ¿Por qué no se reconocen y reparten las funciones y carismas de los voluntarios en los equipos? La verdad es que viendo la respuesta de hoy, como la de otras veces, me parece que los equipos de Cáritas debieran abrirse más, contar con la colaboración de otros grupos, haciendo que todos se integren en la labor principal de la Iglesia, la Caridad. Yo pienso que muchas personas están deseando que alguien les de la oportunidad de mostrarse generosos, porque desconocían cómo hacerlo, o sufrían alguna desconfianza o prejuicio.

Así quedó el almacén.

sábado, 11 de noviembre de 2017

el amor es una brisa


Opinión de José Luís Nunes Martins




En un juego de equilibrios, los que se aman se fortalecen por medio de lo que tienen en común y se fortalecen, de la misma forma, en lo que tienen de diferente, aunque complementario. En lo demás se perdonan.

Agrada, y viene de lejos besar el rostro de los que nos esperan, abrazarlos, envolverlos y elevarlos tan alto como las estrellas.

Alianza íntima de toda la vida, une dos existencias con un compromiso que, como un viento, va de un corazón a otro.

Invisible, se conoce solo por aquello que hace. Una brisa, sublime.

En un juego de equilibrios, los que se aman se fortalecen a través de lo que tienen en común y sefortalecen, de la misma forma, en lo que tienen de diferente, aunque complementario. En lo demás, se perdonan.

No podemos dejarnos llevar por las tempestades, a un lugar que ni ellas mismas saben cual es. Prueban nuestros propósitos y la firmeza con que creemos en ellos. La fuerza del perdón es capaz de calmar un huracán.

La eterna esperanza es la raíz de nuestro ser. La promesa de la felicidad ya es razón suficiente para una alegría verdadera y concreta, que nos hace crecer en las virtudes que nos permitirán alcanzar la paz de la sonriza de quien navega los mares del infinito.

La diferencia entre el viento y el amor es que el viento es ajeno a la voluntad humana, por más brillante y animado que sea.

Amar no es ser amado. La reciprocidad puede darse en algunos casos. El amor no es, en absoluto, personal, no dependiendo de cosa alguna.

Así como el viento es capaz de mover las arenas del desierto, del mismo modo el soplo del amor libera al hombre de la peor de las ventiscas: el egoísmo.

La intensidad regular es esencial... ni de más ni de menos. La constancia también... aunque puede comportar algunos fallos. La dirección es más importante, pues cuando no va de mí hacia el otro... no es amor.
Ilustración Carlos Ribeiro

http://rr.sapo.pt/artigo/98021/o-amor-e-uma-brisa


sábado, 4 de noviembre de 2017

¡Ten paciencia contigo!

Opinión de José Luís Nunes Martins

Cada uno de nosotros debe analizarse, de forma delicada y bondadosa. Comprendiendo que la existencia no está comuesta solo de buenos momentos, y que la alegría y la paz dependen mucho más de nuestro corazón que de las circunstancias en que vivimos.

Por más información que se tenga, eso no significa que se obtenga conocimiento, de la misma forma que muchos conocimientos no significan sabiduría.

La sabiduría es la ponderación y discernimiento de saber qué hacer, y qué evitar, en qué tiempo y en qué modo. Se adquiere por medio de una reflexión profunda y pausada sobre la existencia, mediante la cual se va consiguiendo identificar lo esencial por detrás de las apariencias.

Cuanto más sabios nos volvemos menos cosas necesitamos. Una renuncia a lo superficial con que tantas veces intentamos llenar los vacíos que sentimos en nosotros mismos.
Hay silencios buenos, aquellos en que con paciencia esperamos las respuestas; y los otros, aún mejores, en los que las encontramos...

Trabajar más no significa alcanzar mejores resultados, sino hacerlo bien, eso sí, aumenta la calidad de los frutos.

La vida vacila, en constante desequilibrio, en todos cuantos se creen solo con derecho a exigir, pero se yergue y eleva en aquellos que reconocen sus obligaciones para consigo mismo y con los demás, sin condiciones. Admirando y agradeciendo esta libertad y esta responsabilidad.

Cada uno de nosotros debe analizarse, de forma delicada y bondadosa. Comprendiendo que la existencia no está compuesta solo de buenos momentos, y que la alegría y la paz dependen mucho más de nuestro corazón que de las circunstancias en que vivimos.

Más que saber hacer, lo importante es que nos empeñemos en saber vivir. De manera tranquila y gradual.

Hay una melodía en cada día. La vida es una grandiosa sinfonía que debemos ir componiendo, interpretando y perfeccionando. No importa tanto como comienza sino si nos está (o no) llevando a donde queremos ir.

Ilustración Carlos Ribeiro

http://rr.sapo.pt/artigo/97407/tem-paciencia-contigo