José Luís Nunes Martins
1 fevereiro 2014
http://www.ionline.pt/iopiniao/verdade-entre-mentiras
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Ilustração de Carlos
Ribeiro
Hoy es necesario filtrar todas las
informaciones que nos llegan.Nuestra felicidad depende de la capacidad de
distinguir el bien en medio de los males, de que encontremos lo esencial entre
tantas superficialidades.
Durante siglos, el conocimiento se buscaba,
había que recorrer largos caminos y esperar pacientemente para tener acceso a
lo valioso. La escasez de fuentes y recursos garantizaba que, en la mayor parte
de los casos, lo poco que existía era de excelente calidad.Hoy es diferente.
Hay una producción brutal de informaciones a partir de fuentes de todos los
tipos. Hay demasiados contenidos…
Antes, era necesario salir de casa en busca
de lo importante, hoy, sólo se precisa entreabrir la puerta… pero sólo y solamente
en el momento adecuado… so pena de que tengamos la casa inundada de
inmundicias.
En pocos años, se pasó de una escasez de
informaciones valiosas a una abundancia inimaginable de contenidos dudosos.
En el mundo actual, casi todas las
informaciones están disponibles… pero mezcladas, y tantas veces contaminadas,
en montañas de ignorancia disfrazada de sabiduría. Los caminos errados son
siempre muchos.
Había poco y ahora hay mucho, aunque no se
juzgue que las circunstancias mejoraran… pues solamente se pasó de una forma de
pobreza a otra, más disfrazada. De una ignorancia a otra, más refinada.
Las generaciones más jóvenes viven en un
mundo diferente de aquel donde los más viejos crecieron. Estos, más
experimentados, también debido al mayor número de errores acumulados, deben
actuar de forma sabia y urgente a fin de llegar a los más jóvenes a tiempo de
ser referencias concretas, faros, alguien que a través de su ejemplo de vida
revele el criterio con el cual se filtra la verdad de entre las apariencias… la
llave con la cual se puede descifrar este enigma de incultura abundante
Es una señal de los tiempos esta enorme
abundancia y hartura, revelan este vicio de consumir lo que no se disfruta,
estas montañas de todo, que cada día se acumulan, no bastan y nunca serán
suficientes… por mayores que sean…ya que hay, en el fondo de los hombres de hoy
un hambre cada vez más evidente de… verdad.
Una de las estrategias más eficaces para la
resolución de este problema es algo simple: ayuno.
Cuando alguien se priva, de forma
voluntaria, de casi todo cuanto tiene por hábito consumir, poco tarda hasta
comprender que hay necesidades de varias categorías. Con un ayuno serio, las
necesidades más básicas se vuelven más evidentes y los bienes que las
satisfacen preciosos, al mismo tiempo que los otros deseos, más superficiales,
se desvanecen y los bienes que los satisfacían pierden su encanto.
Cuidado. Ayuno absoluto es ayuno absoluto.
Comenzar por una privación selectiva sólo de las cosas superficiales puede
tener efectos opuestos a lo que se pretende, porque puede provocar la creación
de una necesidad aún mayor de algo que no tiene valor, no mostrando la
línea que separa lo indispensable de lo accesorio. Sólo alguien privado de todo
comprende lo que tiene valor de fondo y lo que no lo tiene…
Después de un ayuno serio, por más
breve que sea, pasaremos entonces a una vida más reglada y sabia, porque hemos
renunciado a lo que se reveló no fundamental. No será un ayuno selectivo, sino
sólo una vida buena. Permitiendo que los anteriores excesos puedan ahora llegar
bajo la forma de dádiva a la vida de otros que no tienen lo esencial.
Hoy, más de lo que nunca ha
importado, debemos ser capaces de una meditación seria de nuestras necesidades
reales, una verdadera educación de los deseos… a fin de levantar nuestra propia
felicidad y constituirnos en
una referencia para
aquellos a quien queremos instruir, en el sublime arte de construir, entre
tantos yerros, el camino cierto, que ¡casi siempre es el más duro, pero el
único que dura y vale una vida entera!
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