sábado, 6 de junio de 2020

¡Las pantuflas y el sofá nos arruinan!



 José Luís Nunes Martins
  

Mucho más que el trabajo, nos envejece la pereza, hace que los días pasen al tiempo que los años vuelan… Sus raíces están en el espíritu, la molicie del cuerpo es solo una consecuencia del desistimiento interior.

La pereza nos sienta mal, porque poco o nada de bueno producimos, ni para nosotros ni para nadie.  Hacer poco o nada nos provoca angustia, es solo un vacío infértil disfrazado de descanso. Pero que cansa. Desgasta y corroe.

¡La ociosidad es la tierra donde mejor dan fruto los vicios! No hay virtud que nazca en terreno de la inacción. Todo lo que es malo necesita que renunciemos a gobernar nuestro destino… y nos dejemos llevar.

Claro que el camino de quien no hace nada está lleno de obstáculos, mientras que aquel que se dedica y empeña en lo que busca encuentra siempre la forma de convertir los obstáculos en escalones.

¿De qué sirven nuestros talentos y fuerzas si no hacemos nada con ellas? Es necesario que nos esforcemos por ser quienes somos, si no seremos poco más que nada. Algo con mucho potencial, pero ninguna utilidad.

Es esencial que todos los días nos levantemos y volvamos a nuestra tarea. Procurando no descansar antes de cansarnos. La felicidad depende de lo que hacemos, no de lo que posponemos a veces sin fin.

Si te faltan objetivos que te inspiren y motiven, búscalos en el fondo de ti. Ellos están allí, tal ves bajo mucho polvo e incluso confusos.

¡Es importante que seamos capaces de matar la pereza antes de que ella nos sepulte vivos!



https://agencia.ecclesia.pt/…/as-pantufas-e-o-sofa-arruina…/

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