He dedicado muchos post
a personas que a penas conozco, que pasan por la oficina de cáritas en busca de
alojamiento o alguna información, y
dejan algo de su equipaje interior sobre la mesa de tertulia, permanentemente
dispuesta, con un café calentito, y si hubiera, algunas galletas o dulces.
Sin embargo, hay
alguien, con quien llevamos compartiendo ya algunos meses, y sin embargo no he
sido capaz de escribir una sola palabra, quizá porque él se expresa bien,
relama y busca por su cuenta llegar a ser autónomo. Aún así se merece un post
por derecho propio y méritos sobrados.
Desde que lo conozco me admira su resistencia, clama por el derecho
al trabajo, denuncia constantemente la ayuda cicatera que le conceden los servicios
sociales, o cáritas, siempre abrumado con papeles, justificaciones, para nada…
Bueno, para muy poco,
pues en absoluto le van a permitir a él rescatar su casa embargada, comer caliente
todos los días, poder estudiar o leer con luz eléctrica, no padecer insomnio
por el mucho pensar, o tener que madrugar para recoger colillas y poder fumar
algún cigarrillo… Él no es de los de pedir, o ir a un comedor social, albergue,
etc.
Este hombre sufre mucho
en su dignidad ahora. Pero ha sufrido mucho desde niño ya que su familia ha pasado
por muchos sufrimientos. Huérfano de madre desde muy temprana edad, se
convierte en el responsable de la familia; el padre enfermo, dos hermanos
discapacitados profundos, otros a su aire… Por lo cual tuvo que dejar de ir al
colegio… hasta que por fin se casa, monta un negocio y quiere empezar una vida
normal… Pero, la crisis da al traste con el negocio y el matrimonio…
Tras superar los peores
momentos y controlar los impulsos más negativos e incluso destructivos, aquí
está este hombre, luchando. A él le gustaría sentirse más acompañado en la lucha
por la dignidad de todos y cada uno de los que han perdido su trabajo, o no
disponen de los medios suficientes para hacer frente a la vida de manera autónoma,
pero… eso hoy es gritar en desierto.
¡Qué gran hombre, si
hubiera “buen señor”, hoy diríamos si hubiera un sistema más justo, o más
personas implicadas en la vida de los demás! ¿Qué haces con tu hermano?, es el lema
de Cáritas para esta campaña, un lema acertadísimo, que no deja a nadie al margen,
pues todos somos responsables de la vida de todos, desde el Estado hasta el último
ciudadano con recursos. Este hombre ha ayudado a su familia entera desde que
era un niño, y ahora, a él ¿quién le ayuda? Él ya se está ayudando a sí mismo no
cayendo en la desesperación…
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