sábado, 3 de junio de 2017

Políticos a corto plazo


OPINIÓN DE JOSÉ LUÍS NUNES MARTINS

En los tiempos en que se levantaban catedrales, muchos fueron los hombres que soñaron y trabajaron por algo, aunque supieran que nuca lo irían a ver terminado. Aceptaban con humildad que su propio valor residía, no en ellos, sino en la grandeza de lo que construían. Luchaban por la edificación de una cosa que solo sus hijos o sus nietos verían construido. Sí se preocupaban de no buscar otro provecho sino el de saber que habían hecho su parte del camino.

Corresponde a cada uno de los que tienen la responsabilidad de representar a su comunidad decidir de acuerdo con lo que fuera mejor para todos. Los que ya son miembros activos y los que han de ser, para con los cuales tienen el deber de dejar las condiciones necesarias para que puedan vivir bien y que, en paz, busquen su felicidad y la de sus descendientes.

Pensar solo en sí mismo y en sus intereses, o tener un horizonte solo hasta la fecha de las próximas elecciones  debía ser considerado un crimen.

El planeta es la más bella de las catedrales. Tenemos el deber de no contribuir  a su destrucción, aunque puede que no lleguemos a ver el final de esa obra.

Los mares, el cielo y la tierra son dones que tenemos la obligación de preservar, aunque esa obra no se concluya en el tiempo de nuestros días.

El que no se acuerda de aquellos que nos confiaron el mundo en que vivimos, y no tiene presente a aquellos que ha de venir después de nosotros, olvídese de que el mundo es aún más de ellos que nuestro.


(ilustração de Carlos Ribeiro)

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