lunes, 17 de octubre de 2016

Las costumbres a la carrera

Daniel Medina Sierra

Esta mañana, charlando con compañeros voluntarios, amigos, y el padre Luis; comentamos de pasada la sorprendente rapidez de los acontecimientos, las trasformaciones de las costumbres, las diferencias generacionales... Entre todos hicimos un pequeño, pero completo balance de la sociedad actual.

El de mayor edad, el padre Luis, decía que todo va muy rápido, que la inmediatez es una doctrina, que se corre tanto que no te dá tiempo siquiera a reaccionar. Todos estábamos de acuerdo con ese análisis de la sociedad actual. Yo, el más joven de los presentes, no pude por menos no solo de reconocer que es cierto, sino que estas diferencias no solo no ocurren en un periodo largo en el tiempo, ocurren con tan solo una diferencia de una década.

Estos temas los hemos hablado en  numerosas ocasiones y en innumerables situaciones y siempre terminamos con la misma convicción. Es imposible que estemos evolucionando. Me hablaran de riqueza cultural, de tecnología, de medicina, arte...¿ Y que ocurre con nuestra consciencia? eso que nos ayuda a ser quien somos, a darnos cuenta de nuestro ser. Sin ella, no importa las veces que fallemos, las veces que ganemos o perdamos, no importa donde estemos ni con quién estemos, sin ella nada importa. Estamos viendo personas sin sombra, sin identidad propia, sin personalidad, sin sueños reales, y con una cultura autodestructiva.

 Una involución del ser humano, no hacia el animal propiamente dicho, sino en lo peor de éstos. Lucha encarnizada por las posesiones materiales, competitividad desigual, todo derechos, nada de deberes, leyes a la carta, según convenga, cultura del mínimo esfuerzo, de la superficialidad, la esterilidad, la cobardía disfrazada de ego impostado, de seres egoístas, individualidad, escaso sentido del bien y del mal, de la mentira dicha mil veces...

Ese no soy yo, no me identifico con esa aberración y sin embargo convivo con ella todos los días. Las buenas personas no tienes cabida en este entorno, son presa fácil para estos parásitos que aparentan tener la misma forma que tu. Para ellos somos débiles, cobardes o estúpidos, seres de lo más despreciable. Fijaos en cuantas noticias oís, no veis que sean positivas, que informe de alguna buena acción, y de todo, como algo pasajero.

cuántos programas hablan de esta realidad que amenaza con devorarnos a nosotros mismos? Yo no escucho ninguno.Todo lo positivo que hemos aprendido se está olvidando y sustituyendo por patrones de conductas únicos para todos, todos con una misma forma de pensar y de actuar y a quien piense distinto se le desecha o se excluye.

La consciencia te permite pensar por ti mismo, conocerte, aprender, interactuar con todo lo que te rodea, un ser único dentro de un mismo núcleo donde todos cabemos en perfecta consonancia. Lamentablemente volveremos a repetir los errores del pasado si no conseguimos rerecordar quién fuimos y para que estamos aquí.


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