viernes, 28 de agosto de 2015

testimonio

              Esto va a ser complicado.
             Hace algún tiempo empecé a escribir pequeños textos a cerca de la exclusión social y de como
Daniel Medina Sierra
se vivía en este mundo, desde luego con la visión mía, no generalizada o influenciada por otras fuentes ajenas; pero hay algo que no he conseguido hasta ahora y es expresar con palabras el sentimiento vital. Creo que con tanta información tengo poco que hacer.
            Hace unos días mi amigo O. y yo estábamos viendo las noticias, y después de media hora viendo y escuchando tanta desgracia mundial, nos fuimos a cenar con un sentimiento de rabia, y con temor por lo que queda por venir, pero sobre todo, vimos la pasividad, la naturalidad con la que cuentan las cosas, la poca, o mejor dicho ninguna compasión por las víctimas de toda clase.


         Quieren que creamos que somos números, estadísticas; nos quieren convertir en carne al peso. Sí, con un precio, somos productos. En fin... que no sé, después de ver eso, que os puedo decir que llegue a vuestras almas, sinceramente, no lo sé, aunque me gustaría que los que leéis entendáis con el alma y no sólo con la mente. Pero lo que más me preocupa es que no me llegue tampoco a mí. Supongo que lo he hecho mal y os escribí con la mente y no con el alma. Aunque no tengo nada, conservo cierta discreción a la hora de hablar de mí...


            Hoy he visto una película, “ Conversaciones con Dios”,( se puede ver en youtube), los actores no son muy buenos, pasan por alto muchas cosas que pienso, siento y he vivido; pero claro, es una película, una historia real o ficticia resumida en dos horas. Me sentí bastante identificado con el actor principal y lo cierto es que consiguió  emocionarme. He pasado por distintos estados mientras mi declive iba avanzando, hay cosas, muchas cosas que  pueden resultar difíciles de entender por alguien que no haya pasado por este trance. Quiero dejar claro que no pertenezco a ninguna religión ni tengo creencias inamovibles, todos nos podemos equivocar, por muy convencidos que estemos de nuestras creencias; por eso, mi testimonio creo que es más... objetivo.


           ¡Quién me iba a decir a mí que acabaría prácticamente en una cueva, solo, sin luz ni agua, sin comida, sin amigos, sin vecinos, sin sociedad! Acabé por deformarme por completo, ya no era el mismo y siempre hacia las mismas preguntas al aire. ‘¿Cuánto tengo que sufrir para que me dejen de castigar, por qué yo, por que a mí, tan mala persona he sido? Y maldecía a todo ser viviente por permitir que viviera como una rata, rebuscando entre las basuras, de madrugada, para echarme algo a la boca, ir al baño una vez cada... trece o quince días, vivir sin lavarme durante años, sintiendo asco por mi; sobre todo asco, lo mismo que veían que sentían por mí.


          ¿Como resumo tanto dolor amigo X? ¿Cómo explico mi transformación en otra persona? ¿Cómo se lo dices a una sociedad que te culpa, o a lo sumo práctica una benevolencia más acorde con la prepotencia que con la capacidad de conmoverse? Me es imposible. Pero si callo, si no lo explico, no habrán servido de mucho tantas cosas que aprendí, buenas, útiles para quien quiera o las necesite. No es que yo tenga el don de la verdad, tampoco soy ningún iluminado, o estoy tocado por los dioses, o un angelito adorable me susurran al oído; no, es otra cosa.


           Me pasaron tantas cosas extrañas, tantas situaciones ilógicas y sin nexo aparente entre ellas, como un acertijo que aún no acabó de entender. Me di cuenta que era imposible tanta casualidad, las piezas empezaban a encajar, y no es que tengas certezas ni respuestas a cada pregunta; no, sólo tengo una certeza, sea lo que sea, me estuvo preparando para algo. Ni grande ni pequeño, pero para o por algo, de eso estoy seguro. Todavía hay gente que cuenta sus penas como si fuese algo para presumir de experiencia: ‘a más sufrimiento más rango tendrás’; algo así como el currículum del pobre.

          Os vuelvo a recomendar la película puesto que tiene mucho de verdad, según mi punto de vista. Yo busco como todos ser feliz, VIVIR, no sobrevivir, vivir con dignidad tal y como yo lo entiendo. Me parece ya muy largo mi comentario así que corto aquí y dejó que penséis, sintáis o paséis olímpicamente de todo lo que he escrito hasta el momento.

        


jueves, 27 de agosto de 2015

Job

Hoy me ha llegado por el facebook este artículo, extraordinario, sobre el sufrimiento. Y como, generlmente, por nuestro voluntariado, o profesión de trabajador social,  estamos cada día expuestos a 'compartir' todo tipo de sufrimiento, me ha parecido una reflexión muy oportuna y, seguramente, una gran lección... 


http://observador.pt/opiniao/job/
27/8/2015, 7:31

Lo que el Libro de Job dice va muy lejos en lo que respecta al sufrimiento. Y a la estupidez. El Libro de Job es también un gran escrito sobre la estupidez humana.

Hay escritos que parecen contener todo lo que puede decir de esencial sobre una determinada materia. Tómese, por ejemplo, el sufrimiento. Conocemos directamente el sufrimiento a lo largo de nuestras vidas, y desde el principio, de múltiples maneras. Y lo conocemos indirectamente a través de los otros. Las dos formas de conocimiento se encuentran, ciertamente, tan ligadas en tantos casos, cuando el sufrimiento de los otros viene de nosotros, y el nuestro de los otros, que es difícil separarlos absolutamente. Más allá de eso, el arte –la poesía, la música, las canciones, la pintura, las películas, todo- nos habla del sufrimiento. Y la televisión lo expone, debida o indebidamente, más indebida que debidamente, varias veces al día. Estamos, literalmente, rodeados de sufrimiento. Pero, en la medida en que hay algo esencial que se deja extraer en el capítulo en forma de palabras, no conozco escrito que mejor lo haga, de un modo indisimuladamente humano, que el libro de Job.

La historia comienza, como se sabe, con un desafío de Satanás a Dios. Job es un hombre de rectitud intachable y temeroso de Dios. Pero, dice Satanás, si Dios le toca en sus bienes, rectitud y temor desaparecerán en un instante. Ahora, Dios lo toca efectivamente en sus bienes. Todas sus propiedades son robadas y destruidas –y todos los hijos muertos. Sucede que Job reacciona a la catástrofe bendiciendo a Dios y sin proferir blasfemia alguna, aceptándolo todo. Viendo esto, Satanás, -con alguna razón, dígase de pasada-  no se desanima, y aconseja a Dios, le permita  una prueba conclusiva, tocar a Job directamente en el cuerpo, en los huesos y en la carne. Y Dios envía a Job una lepra maligna que le llena el cuerpo de pus. Y ahí el caso, en ciertos aspectos, cambia sensiblemente de aspecto.

Y cambia sobre todo de forma por la visita de tres amigos –Elifaz, Baldad y Sofar- que, al principio, ni siquiera lo reconocen, tal es la desfiguración provocada por la lepra. Se siguen siete noches y siete días de silencio, hasta que Job, en presencia de los amigos, maldijo el día de su nacimiento. Y los amigos y Job comienzan a alternar discursos, a partir de un patrón que se repite: mientras Job insiste en
que su sufrimiento no tiene sentido (habiendo sido él siempre un hombre recto y piadoso), los amigos, que se conceden un saber mayor que el de Job, procuran mostrarle que su sufrimiento tiene sentido, esto es, que sus causas son inteligibles y comprensibles. El sufrimiento físico y moral externo de Job es, por así decir, aumentado por esa afirmación del sentido de su sufrimiento que le viene de la boca de sus amigos.

El sufrimiento de Job no se podía expresar de forma más vehemente. Las flechas de Dios están clavadas en él y en la carne, cubierta de podredumbre e inmundicia, siente el veneno. Sus enemigos lo miran con ojos terribles, abren la boca para devorar y le golpean el rostro para ultrajarlo. Dios l despedaza el cuerpo herida sobre herida y dispara a él, objeto de escarnio, como un guerrero.

Los hombres le escupen el rostro y Job se siente hijo de la podredumbre y de los gusanos. Hermanos y amigos se apartan. Los criados lo miran con aire extraño, y tiene que suplicar que lo sirvan. La mujer siente repugnancia de su aliento. La piel se pega a los huesos descarnados. Perseguido por Dios e invadido de terror, su alma se disuelve. Es necesario precisamente leer el texto para darnos cuenta tanto de la extrema soledad en que Job se encuentra como de la terrible falta de diferencia entre el enorme dolor físico y el mal moral que le hace disolver el alma. Las imágenes de que Jo se sirve (me limito a algunos ejemplos) lo muestran de la forma más absoluta.

¿Y qué le dicen los amigos? Que nada sucede en el mundo sin motivo. Que lo quieren instruir. Que los lamentos de Job sólo revelan ignorancia, una ignorancia que merece reprensión. Que Job no conoce los secretos de la sabiduría de Dios, que no comprende sus caminos o su omnipotencia. Que lo que Job dice sólo muestra su iniquidad y su cólera contra Dios. Que sus discursos interminables son el resultado de la falta de reflexión. ¿Cuál es el fondo de lo que dicen sus amigos? La estupidez, la desnuda y cruda estupidez humana. Aquí especialmente representada por la incapacidad radical de imaginar la soledad ajena de una u otra forma que no sea la altiva y diabólica voluntad de no comunicar, la del orgullo del miserable.

Job, naturalmente, no agradece tanta sabiduría venida en su auxilio. “En verdad vosotros sois hombres tenéis y con vosotros morirá la sabiduría”, apunta irónicamente. Para él, es escarnio invocar a Dios en busca de respuesta. Es con Dios, y no con gente que no sabe más que él y que pretende patrocinar  la causa divina, con quien le gustaría hablar. Job también se irrita con los largos discursos de los amigos, “consoladores inoportunos”: “¿Cuándo tendrán fin esas palabras que son viento?” Ellas sólo pueden venir, punto importante, de alguien que no se encuentra en su lugar: “Yo también podría hablar como vosotros, si estuvieseis en mi lugar” Tan vana consolación no es más que perfidia.

Después del discurso de un quinto personaje, Eliú, es el mismo Dios quien interviene en la querella. Ciertamente que para recordar a Job la ignorancia en que este se encuentra de su sabiduría, pero igualmente para censurar  a los amigos de Job la soberbia de pretender  conocer los designios divinos. De hecho, la censura a Job es mucho menos radical que aquella que va dirigida a sus amigos. En su  abandono, en su desamparo radical, Job había sido más recto para con Dios que sus amigos. Y Dios le restituyó con creces todo lo que había perdido.

No tengo, es claro, ninguna competencia en materia de teología bíblica, a pesar de haber procurado aplicadamente aprender una cosa u otra desde que (muy tarde, a los veinticinco años) comencé a leer la Biblia. Pero el libro de Job (toda la Biblia, el resto) habla por sí. Y no hice caso de los varios estratos de composición  del texto, que obviamente determinan el sentido de la lectura. Pero estas deficiencias, que ya no estoy a tiempo de enmendar, no me impiden ver en el Libro de Job el gran libro sobre el sufrimiento humano. No que el sufrimiento, o el mal, sean el más deseable objeto de pensamiento: el placer, el bien, son los preferidos – y de lejos. Pero el sufrimiento nos acompaña a lo largo de la vida entera y el Libro de Job nos dice, de hecho, algo esencial sobre él.

Nos dice, por ejemplo, que hay un valor del silencio frente al sufrimiento. Si los amigos de Job hubiesen mantenido su silencio de los primeros siete días y de las primeras siete noches, y no hubiesen pretendido instruir a Job, el sufrimiento de este, por mayor que fuera su estado de abandono, sería menor que aquel en que cayó. Los amigos, por descontado, eran probablemente bien intencionados, pero sufrían de aquella especie de estupidez ontológica que se nos atraviesa ante las grandes dolores ajenos, físicos o morales (llamémosles así). El sufrimiento, en su
dimensión más profunda, es incomunicable, viene de un lugar donde no estamos – o aún no hemos estado-, y, por eso, no susceptible de discusión. En esa medida, que es la gran medida, es Job quien tiene razón: no tiene, literalmente, sentido. Los amigos quieren que tenga sentido y caen infaliblemente en el parloteo, más o menos pedante y ciertamente obsceno. Es una tentación natural, sin duda. Queremos hablar, y, hablando, buscar sentido. Pero, pura y simplemente, en ciertas situaciones es una tentación que debemos evitar. Hay pretensiones de comunidad que son abusivas.


La irritación de Job es legítima contra la estupidez de los amigos. Esto tengo claro. En cuanto a Dios, no sé nada, nada más algo de lo que sobre Dios fue pensado, y por eso soy, prudentemente y sin heroísmo, antes al contrario, ateo. Pero lo que el Libro de Job dice va muy lejos en lo que respecta al sufrimiento. Y a la estupidez. El Libro de Job es también un gran escrito sobre la estupidez humana.

miércoles, 26 de agosto de 2015

El silencio de las grandes obras


José Luís Nunes Martins
22 de agosto de 2015 


                                                       Ilustração de Carlos Ribeiro

Querida amiga,

Cualquiera puede destruir una obra de arte, pero sólo un maestro es capaz de crear y erigir… a pesar de todas las adversidades y maledicencias. Después, repetir y hacer otra… y otra… sí, que la genialidad no es ser autor de una obra primera, sino ser capaz de arrancar un proceso de creación y perfeccionamiento permanentes, mientras los otros critican sin cesar.

Es fácil decir que una cosa no está bien y sacarle muchos defectos. Pero esta gente no tiene idea de lo que es estar delante del vacío de una hoja o de una tela en blanco, del silencio de una pauta o de un bloque de mármol en bruto…

Si al menos esos críticos, por una vez, experimentasen hacer aquello que acusan a los otros de hacer mal…

Acumulan tensión como muelles comprimidos, y, en el instante fatal, disparan todo de una sola vez.

Lo mejor que se puede hacer ante una catarata de injurias, insultos y ofensas, por más repintadas y bien vestidas que lleguen, es encogerse de hombros y seguir adelante. Sí, es duro. Durísimo. Pero de nada nos vale otra cosa. Es una pérdida de tiempo, y de fuerza, intentar apedrear a los canes que ladran mientras pasa nuestra caravana. La realidad es así: unos quedan ahí, otros no.

Somos todos miserables. Todos. Algunos tienen conciencia de eso, otros prefieren el juego  infantil de ir apuntando miserias que creen que son sólo del otro. Se creen reyes de un mundo en el que ellos están en la cima y donde todo gira a su alrededor.

Conoce por cierto aquellos malos pintores que trazan líneas sin gran sentido y después intentan convencer a los otros de que la realidad es así, una imagen perfecta de lo que intentaron retratar. Claro, se embarullan en argumentos tan malos que a veces cuesta creer que salgan de la cabeza de alguien inteligente.

Permítame algunos consejos que me repito a mí mismo:

Nunca se crea más que otros. Sólo si se reconoce igual a ellos podrá ser diferente, por las obras que ellos sólo critican.

Hay quien sólo existe a partir de las obras que otro crean por sí mismos.

Aún cuando tenemos razón nos falta acertar en dos cosas: el tiempo y el tono.  A veces, la frase acertada fuera del tiempo o del tono, corre el riesgo de ser mal entendida así como no ser oída.

No piense mal de nadie, por respeto a sí. Esfuércese por comprender al otro, imagine qué razones pueden existir que justifiquen lo que aparenta no tener sentido alguno.

No invente disculpas para sí misma. Perfecciónese. Siempre. Da trabajo. Mucho. Pero usted lo merece. Perfeccione su silencio. Cuanto más limpio estuviere el inicio más bella podrá serla obra que de allí nace.

La verdad es que buena parte de nuestras propias desgracias se deben al hecho de que todos acabamos, casi siempre, por decir más de lo que queríamos decir…

Las grandes obras se hacen con amor, verdad y trabajo, no con palabras o meras intenciones.

No es el peso de la cruz lo que importa, sino la fuerza de los hombros que la cargan.

Las grandes obras se pierden en el silencio que as envuelve.

… en la certeza de que pido también por usted en los silencios de los que soy capaz, le pido que se acuerde de mí en los suyos.



lunes, 24 de agosto de 2015

Amistad

             A lo largo de nuestras vidas van pasando una serie de personas, amigos, conocidos,
Daniel Medina Sierra
saludados... Es como una estación de tren; cada etapa de nuestra corta existencia es como estaciones, donde van subiendo y bajando de nuestro hipotético tren.
           Por norma general la mayoría de ellos bajan en estampida cuando el tren parece descarrilar, y una minoría aguanta a tu lado aunque el tren este en serio peligro, ese es el mejor amigo.

           En una ocasión uno de estos supuestos amigos me dijo que a los amigos hay que quererlos con sus virtudes pero también con sus defectos, y llevaba razón aunque éste nunca se lo aplicó a si mismo. La amistad no exige, no demanda, respeta tu espacio, es un compromiso sin esperar nada a cambio.
         Realmente los amigos lo son cuando están en tus peores momentos, para fiestas y risas están todos, amigos, conocidos y saludados, todos ellos se apuntan al cachondeo pero muy pocos están cuando las cosas van mal.


        Cuando te das cuanta de que has tenido falsos amigos y que estás de nuevo solo, es hora de reciclar, es decir, de que en tu vida otros pasajeros sigan el viaje contigo. Yo los encontré en cáritas, amigos de verdad, amigos que te dan la mano y te dicen aquí estoy y no me voy a marchar. Son amigos muy especiales puesto que me superan en edad, experiencia, y he de confesar que, son mucho mejores personas que yo. Soy, por tanto, un afortunado, ya que tengo maestros aventajados que me enseñan grandes cosas para mi vida y me enriquecen a nivel interior.



        Los quiero, sí, los quiero a pesar de sus errores, a pesar de sus defectos, porque acepto mis propios defectos y mis pocas virtudes como las de ellos. Están en los malos momentos, me animan, me cuidan, me hacen sentir que es posible una amistad sin condiciones, sin imposiciones, amistad con mayúsculas. Y también a perdonar a aquellos que me abandonaron cuando más falta me hacían. Perdonar, ¡ojo!, no olvidar, no volver a ser amigos puesto que sólo yo lo fui. Tan solo perdonar y continuar mi camino, sin rencores. Gracias amigos voluntarios por aportarme tanto, aunque no lo diga mucho, os quiero, y os admiro por vuestro gran corazón.

domingo, 23 de agosto de 2015

Fe, esperanza y caridad… hasta la vida eterna



Parece que ha encontrado de nuevo la tentación adecuada para socavar al menos el poder de Dios. Ya ha conseguido que muchos, incluso de los que han disfrutado de su hospitalidad, en la Iglesia, de su consideración y su compañía en el fondo de su corazón, de Quien han recibido cuanto han llegado a ser en esta vida, se pasen a la rebelión.

Otros muchos, no se atreven a dar el paso, a salir de la protección de que gozan, pero se rebelan en el interior mismo de la Casa que los ha acogido, gritan bien alto, para que el Enemigo los oiga, contra los que hasta ahora han tratado de conservarla para que siga siendo una referencia para el mundo. Lo han hecho con mayor o menor acierto, sin duda.

Pero los  hay, todavía más,  que quieren ‘renovar’ completamente la casa de Dios,  incluso  darla a los pobres, los de ahora, claro, aunque las ‘riquezas’ sean patrimonio de épocas pasadas, y debieran conservarse para que los puedan disfrutar con todo derecho los de las venideras, y así seguir siendo un referente para el mundo, y un lugar donde dirigir tantas veces la mirada en busca de algún consuelo espiritual para el alma atormentada, o en momentos de conflictos graves en las sociedades… Están tan seguros de sí mismos que creen que Dios bendice su temeridad y falta de amor con los de la casa. Nunca como hoy puede decirse que los árboles no nos permiten ver el bosque.



Buscando un amo

Hoy, recolocando los pocos libros y otros papeles que aún conservo, encontré este artículo de mi gran maestro J.J. Lozano, al que debo en gran parte la existencia de este humilde e insignificante blog. Así que no resisto la tentación de ponerlo a disposición de quien  quiera leerlo, o tenga interés aún en comprender mejor lo que nos está pasando, como sociedad, como personas…



 

Buscando un amo

POR JOSÉ JIMÉNEZ LOZANO ESCRITOR. PREMIO CERVANTES 2002

| LA TERCERA DE ABC |



... Las categorías del pensar han quedado aniquiladas, y ni quiera el tiempo ni el espacio son algo significativo, todo es política, nada hay neutro: ni razón, ni palabra, ni modo de conocimiento, ni recoveco de vida ni de alma...

DISTO mucho de ser un jurista ni nada que se le parezca, pero mi paso por la Facultad de Derecho hizo posible que, gracias a la excelencia de buena parte de mis maestros, quedase en mi inteligencia y en mi corazón no menos de un grosor de cuatro dedos de enjundia jurídica, como de cristiandad tenía Sancho; y, desde luego, el suficiente sabor de lo que es Derecho como para distinguir en este orden de cosas la mano derecha de la izquierda. Y para saber, además y por lo tanto, que el Derecho consiste en que vayan reyes do quieren leyes, y no a la inversa; y que toda burla del Derecho se paga, y no tan a la larga, con la esclavitud. Y por supuesto que algunos de esos nuestros excelentes profesores ya nos advirtieron de que, gracias sobre todo al enorme éxito moral de los dos grandes totalitarismos del XX, la figura penal de la prevaricación, pongamos por caso, sería una legal opción jurídica; y que eso significaría el triunfo legal del espíritu de muerte de aquellos totalitarismos, para los que el Derecho era siempre algo instrumental, nunca un obstáculo, ante las necesidades políticas. ¿Cómo podríamos extrañarnos entonces de lo que estamos viendo aquellos jóvenes de entonces para los que esas advertencias sonaban a apocalipsis, pero un apocalipsis que sabíamos que siempre sería posible?

Mi generación despreció y odió a aquellos siniestros totalitarismos como nunca lo serían después, porque las generaciones que vinieron tras la nuestra cedieron a las fascinaciones de uno de ellos o de los dos, y admitieron la política como valor supremo, y la violencia y la mentira fundantes como instrumentos políticos para lograr una extraña justicia en un mundo nuevo, que exigía la destrucción del nuestro. El desplome intelectual, ético, religioso, cultural, y de la mera civilidad, sobrevenido después, en medio del aplauso y de la complicidad que parecía asistir a la epifanía de ese mundo nuevo como en una víspera de Reyes, nos ha instalado donde estamos; esto es, en un mero reniego del pasado, en la quema de todas las naves de regreso a la pura racionalidad como una fiesta, en una pura nada que no va a ninguna parte, pero tampoco desea ir a ninguna, sino sólo hacer el tiempo banal y eterno, sin una arruga y sin que nos rayen el coche, alta metafísica, y ya la única posible. Una verdadera revolución cultural ha sido hecha, y el modo de conocer mismo y el lenguaje han sido cambiados y determinados. La tesis es que no hay verdad alguna ni esencia de las cosas, que nada es sino que se determina y se define, y naturalmente es el poder el que lo hace, medida de todas las cosas y aún creador de la realidad partiendo de la nada, o aniquilador de esa realidad tornándola a la nada. Cuatro patas no son necesariamente más que dos patas, y veintisiete puede ser más que veintiocho, como decía el señor Lenin, a tenor de la decisión del Partido que estaba en el secreto de la historia, pero ahora lo están sus epígonos de la modernidad y el progreso progresado. Nada debe oponérseles, sino que será arrojado a las tinieblas exteriores de la corrección política. Los media implantan higiénica y pedagógicamente en los cerebros tal sentir y doctrina, y lo que se espera de nosotros es autoinculpación y agradecimiento como en los famosos juicios de Moscú, o la alabanza de las reses condenadas al matadero que van clamando: ¡Es por nuestro bien! ¡Es por nuestro bien!

No hay ninguna sustancia y todo es accidente, y sólo el poder dicta lo que puede salvarnos, y lo que igualmente puede salvar del olvido indiferente a las víctimas que fueron sacrificadas igualmente por nuestro bien, y así podremos alimentarnos de cadáveres y engordar con ellos. Ya no habrá guardias nocturnas en el castillo de Elsinor, que antes del canto del gallo y del clarear del día puedan ver el fantasma del padre de Hamlet, porque tampoco hay ya fantasmas, y los muertos sólo se levantan para ser militarizados y apoyar las luchas de los vivos para que haya más muertos; ni tampoco hay Hamlets con dudas ni filosofías.

Las jóvenes generaciones no deben poner sus ojos sobre esos rancios textos de antiguos rostros pálidos europeos, muertos hace ya mucho tiempo, que no nos importan, ni pueden importarnos. Un nuevo mundo se está levantando, y los nuevos adanes, creados a sí mismos como demiurgos, están poniendo nuevos nombres a las cosas, los seres, los aconteceres. Y serán todos ellos los que así las determinen. Hasta en la literatura se habla como si tal cosa de creación del lenguaje, pero un lenguaje único va conformando nuestras mentes, exactamente como se conformó la de las gentes que en la construcción de la Torre de Babel abrían la boca del mismo modo, porque sus mentes pensaban del mismo modo, y al abrir la boca eran conformadas para pensar más del mismo modo, según el diseño del rey Nimrod, el Primer Gran Hermano.

Pero no hay nada sobre lo que pensar, y sólo hay accidentes de esa nada sobre los que se vierten opiniones. Nuestro pensamiento se abre a las opiniones como a la pura nada, como ya enseñó Sócrates, porque de las cosas que se sabe no se opina, ni tampoco de las que no se sabe, ni tampoco se opina sobre aquéllas de las que sólo se sabe algo, porque entonces nacen hipótesis y éstas algún pie de certeza han de tener que las sostenga. Pero ya no son así las cosas, sino que el respeto sólo debido a las personas sólo se pide para las opiniones, que así pueden ser incluso honradas aún siendo necias o sencillamente criminales. Lo que se odia es la construcción cristiana del yo individual y de la persona, y así muy bien pueden ser alabados la necedad y el crimen.

¿Qué es lo que no se podría pensar, hacer y magnificar en este estado de cosas en el que nos encontramos? Las categorías del pensar han quedado aniquiladas, y ni quiera el tiempo ni el espacio son algo significativo, todo es política, nada hay neutro: ni razón, ni palabra, ni modo de conocimiento, ni recoveco de vida ni de alma. Es el Palacio de Cristal dostoievskiano, la cámara oculta como el ojo vigilante del dios nuevo. La Torre ya va muy alta, y sólo un temblor de tierra y una nueva confusión de lenguas para que cada cual moviese sus labios según fuesen su yo y su ánima podrían salvarnos de lo que parece nuestro destino.

Pero, de momento, las que cayeron un 11 de setiembre bien cercano fueron los rascacielos de Nueva York con la advertencia y el estruendo de como Constantinopla cayó en manos de los sarracenos en 1453. Se tardó luego cien años en alejar de Europa aquel peligro, y se logró en Lepanto, porque entonces todavía nuestros abuelos sabían lo que eran y lo que no querían ser en modo alguno; lo que ahora no es nada seguro cuando menos.

En el momento del mayo revolucionario del 68, los alumnos que coreaban consignas de destrucción y nuevo mundo pedían a Jacques Lacan que fuera para ellos un guía, y él les dijo: Ustedes lo que piden es un amo. No se preocupen, lo tendrán.


miércoles, 19 de agosto de 2015

‘Asalto’ a la oficina


 Ayer ‘asaltó’ la oficina un joven, bueno, un ‘hombre maduro’ de aspecto joven,  porque hoy son muchos los que aparentan una juventud que ya no les corresponde, y digo asaltó, porque venía disparado ‘del norte’.

Entró sin saludar y en a penas unos minutos comenzó a dispararnos un discurso tan ideologizado, tan disparatado - con perdón, pues aquí todo el mundo tiene cabida y a todos se les escucha-, que no tuvo reparo, tan poseído está de su ideología, en insultar en nuestra propia casa, aquí en San Fernando, a los andaluces, los extremeños y el resto de los españoles, tal  como hacen los catalanes separatistas, y otros tantos nacionalismos.

Por norma, aquí no permitimos que se insulte a nadie, aunque a veces es inevitable, como hoy. Yo traté de hacerle ver que ‘este país’ no es tan malo, y que yo me siento orgulloso de él. Aunque en realidad debo decir me sentía, hasta que los enemigos naturales, separatistas, nacionalistas, y algunos ‘comunistas’ se han empeñado en imponernos su ‘Memoria histórica’, que no coincide con la de otros muchos.

Esto no se lo dije a él, claro, yo sólo le dije, cuando empezó a meterse con los que hicimos la transición, que mi compañero y yo habíamos ‘corrido delante de los grises’ y que habíamos hecho nuestra pequeña contribución a la llegada de la democracia, de lo que estábamos muy orgullosos. Él se rió de mi ingenuidad, y encima me lo reprochó, ‘eso, corristeis delante, nada más’… No sé en qué estaría pensando.

Yo, cansado, me fui a fregar la cafetera y dejé a mi compañero, que tiene más aguante que yo en estos temas de política, con la tarea de calmar un poco a este ‘joven’, incluso de que le corrigiera algunos errores que él proclamaba sobre la historia de España reciente. Él no sabía que mi compañero y yo hemos sido maestros…

Algo hemos hecho muy mal, sí, tiene razón este hombre, pero precisamente el mal que hemos hecho es permitir que se destroce la idea de España y su historia desde las mismas Leyes educativas y los gobiernos regionales, que quieren ahora ser los protagonistas de su pequeña historia, y para eso les estorban los vecinos. Van en contra del progreso, material, cultural y humano, no entienden que unidos somos más fuertes, mejores, podemos mirar al futuro y crecer, en vez de mirar al pasado cuando nuestros antepasados se portaron peor y se enfrentaron a muerte y se empobrecieron aún más.


Nunca había llegado a esta oficina de cáritas para personas sin hogar, una persona de este ‘perfil’, como se dice ahora. Menos mal que había pocas personas en ese momento, y a las que había poco daño podía hacerles, pues están ahí de voluntarios para todo. Pero ante a esa ‘pobreza’ ideológica y de espíritu, poco podemos hacer nosotros. Como solemos decir, rezar, y pedir a Dios que nos libre del odio entre hermanos y nunca volvamos a elevar fronteras que nos separen y nos empobrezcan aún más.

martes, 18 de agosto de 2015

A la Hermandad de la Divina Pastora de las Almas Coronada



El equipo de cáritas parroquial de la Divina Pastora agradece a dicha Hermandad el excelente trato y consideración con que ha sido tratado en los actos celebrados el día 15, en honor de su Titular, y co patrona de la ciudad,  la Divina Pastora de las Almas Coronada.

Hoy es un día para estar contentos, 15 de agosto, Día de la Asunción de la Virgen al cielo. Ha hecho  un día espléndido, fresquito, con sol, vamos, que el traje y la corbata no nos agobiaban, incluso algunos lo agradecimos.

Pero no es ese el motivo fundamental del contento, el verdadero motivo ha sido la respuesta de la Hermandad de la Divina Pastora al equipo de Cáritas de la parroquia. Todo el equipo estábamos dispuestos a demostrarle a la Hermandad lo agradecidos que estamos a su constante colaboración con cáritas, ya que contribuye de manera notable a incrementar la ayuda que este equipo puede ofrecer a sus acogidos. Por eso acordamos que  asistiríamos todos los que pudiéramos a los actos programados por dicha Hermandad el día 15 en honor de La Divina Pastora de las Almas Coronada.

Queríamos asistir, no sólo como demostración de agradecimiento como acabo de decir, sino para que quedara constancia ante todo el mundo de la importancia que esta Hermandad concede a la caridad entre sus fines y actividades.

Nuestro deseo fue satisfecho con creces, ya que nos situaron en un puesto preferente, tanto en la celebración solemne de la Eucaristía por la mañana, como en la solemne procesión de Alabanza por la tarde, incluso nos entregaron una pértiga a cada uno, como un hermano más, para acompañar a nuestra Señora hasta el convento de las Capuchinas.


A veces nos quejamos de la falta de voluntarios, y sobre todo jóvenes, pero también a veces nosotros mismos no hacemos todo lo posible para difundir la labor de caritas en nuestra misma parroquia y así  atraer a otros voluntarios. Pues que la Divina Pastora atraiga a los voluntarios que hagan falta, para que cáritas pueda dar la mejor respuesta a cuantos acudan a nuestra puerta pidiendo ayuda.

sábado, 15 de agosto de 2015

La familia cáritas

        

         Hoy ha sido otro día duro pero como todos los días aprendo algo nuevo y útil para mi vida.
Daniel Medina Sierra
Cáritas para personas sin hogar por la mañana. Echaba de menos a mi amigo G. y me apetecía verlo y charlar un rato sobre política y energías alternativas; todo un lujo poder intercambiar impresiones con uno de mis grandes maestros. Saludar a mis compañeros de fatigas y charlar otro rato.  A casa de mi buen amigo más tarde, comer unas caballitas fritas y un picadillito, austero, pero delicioso, y además en buena compañía. Luego atender mi casa y las mascotas, ducharme y después a cáritas del Cristo, con P. y L., atendimos y hablamos un poco de política, experiencias personales; siempre enriquecedoras para todos, en fin... una tarde muy aprovechada, con buenos compañeros y seguro que con el tiempo, amigos.

        Mi amigo X. se incorporó un poco más tarde y él y yo, cuando cerramos, nos fuimos a ver a unos amigos suyos muy majos a tomar algo. He acabado hecho polvo, ¡pero que día tan espléndido!


¿A qué viene esta narración sobre mi vida diaria? Cada día que escriba os regalaré una lección de las que aprendo, tanto por mi mismo, como por todos estos señores/as con tanto que enseñarme a mi y a todo el que quiera escuchar. Aquí va la introducción, la problemática. Mi compañero P. a veces necesita ánimos para que siga luchando por los más desfavorecidos, es un luchador nato por los derechos de las personas, pero como todo luchador, necesita energía y a veces, a todos nos pasa, te sientes cansado de luchar. Él no esta solo en esto, todos somos humanos y aquí estamos tus compañeros para lo que necesites. No siempre vas a ayudar tu, compañero. La lección de hoy es que los voluntarios de cáritas no solo somos compañeros, somos una gran familia.

viernes, 14 de agosto de 2015

Las redes sociales

          

            La era de la intercomunicación, la era de dioses hechos hombres u hombres hechos dioses; un
Daniel Meddina Sierra
truco de ilusionismo capaz de cegar las mentes más estables. Nos creíamos mejores que los demás hombres, más guapos, más inteligentes, simpáticos... Creíamos poder tocar nuestros sueños con las manos sin esfuerzo, por arte de magia.
            La televisión, internet y otros aparatejos nos manda imágenes de personas felices, con fama, dinero y poder; chicas guapas y relaciones esporádicas por doquier como un semental o como si no existiera un mañana. ¡ Vive la vida, disfruta, coge lo que quieras sin esfuerzo, sin problemas!.


          Desgraciadamente no es más que una estafa, mentiras disfrazadas de verdad o verdades disfrazadas de mentiras, lo mismo da. Es tal el convencimiento, que cada día, a cada minuto, necesitamos exhibir fotos, vídeos y comentarios en las redes sociales sin tener en cuenta algo tan importante como es la privacidad. Cada vez necesitamos más atenciones y para ello contamos y enseñamos lo que sea necesario por unos minutos de gloria que te puedan conceder los " amigos" de las redes sociales. A su vez, nos sentimos más vacíos, con la duda de si nuestra personalidad es propia o construida por otros.



         Curiosamente, nos sentimos más solos, más perdidos; puesto que van pasando los años y no eres rico, ni famoso, con lo cual el sentimiento de frustración es más evidente y creciente. Es casi imposible salir de la tela de araña que va manejándose por su cuenta dándote más necesidades y creando verdaderos enfermos de estas redes sociales y a ser posible, borregos de la moda o tendencias como así lo llaman. Lo curioso de todo este maremagnum de información no es la comunicación o el acercamiento a otros hombres, sino más bien lo contrario, puesto que el mensaje final es el individualismo. Curioso ¿Verdad?, tantas ganas de comunicarte, tantos medios para hacerlo, pero con cada uno de ellos sólo preocupado por sus propios asuntos.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Refugios de cartón



Por Anna Dietzsch, de Arquitectura de la Convivencia

De acuerdo con organizaciones locales, la ciudad de LosÁngeles tiene más de 58 mil moradores de la calle. Para lidiar con este número, la arquitecta Tina Hevespian creó un abrigo de papel :Cardborigami. Hecho de papel reciclado, el espacio instantáneo es resistente a las lluvias y puede ser montado por dos personas en 30 segundos. Después de usado, puede ser doblado y guardado o cargado con facilidad.

Pero Hevespian fue más allá y creó también una organización con elmismo nombre de su producto. El objetivo de Cardborigami es proporcionar un abrigo portátil y temporal para la población de la calle mientras ella es insertada en programas de habitación y de reinserción social. Además de eso, crear empleos en la fabricación de los Cardborigamis y termine con el vagabundeo de esas personas

https://catracalivre.com.br/geral/cidadania/indicacao/arquiteta-cria-abrigo-dobravel-de-papelao-para-moradores-de-rua/ 





martes, 11 de agosto de 2015

La Ley de Dependencia

Un buen amigo me pide que le ayude a divulgar esta denuncia y demanda de ayuda de una persona necesitada y enferma. Pues no faltaba más, con todo nuestro apoyo.

La Ley de Dependencia

Soy Isabel, una ciudadana ya mayor, de 79 años, con varias enfermedades y padecimientos crónicos diagnosticados, los cuales me obligan a estar postrada en una butaca durante todo el día. Alguien que está SOLO, a expensas de aquellas personas de mi familia, amigos y vecinos de grupos de a Parroquia, que por caridad me visitan y atienden, porque el CUIDADO que necesito es TOTAL, no puedo asearme ni comer sola, mi desplazamiento es con andador, y por mis atrofiadas manos, acompañada. Tienen que venir a acostarme, y mi inmovilidad es total, a penas muevo el cuerpo, hasta que me levantan. Cuando pueden me proporcionan algo de compañía.

Sólo voy a dar un dato para corroborar lo que antecede: El Tribunal Médico de la Junta de Andalucía, a través del examen correspondiente, me concedió hace tiempo un 90% de Discapacidad. –Parece ser que este documento para la Administración tiene poca importancia-, y, curiosamente, también para los trabajadores sociales ¿…?

Llevo esperando TRES largos AÑOS para que me pudieran hacer la primera valoración de grado, y la respuesta ha sido la consecución de una ayuda a domicilio de 35 horas al mes, es decir, una hora y pocos minutos al día, excepto los domingos. –No sé si indignarme, tomarlo a risa, o pensarlo un poco.

Ahora llevo meses esperando que me hagan una segunda valoración al no estar, por supuesto, conforme con la primera respuesta dada, y haber efectuado la reclamación oportuna.

Me siento maltratada por los poderes públicos y “me siento un objeto”, pero además inservible y molesto. Aquellos que toman las decisiones en los despachos “no me ven con sus ojos, ni me palpan”, no sienten empatía, por lo tanto, es imposible esperar de ellos la consideración debida. Mi situación personal, para su responsabilidad, consiste en la traducción de mis padecimientos en un coste monetario, a eso se reduce todo. La importancia que le suelen dar a los servicios sociales la comprobamos al ver el lugar que ocupamos en los presupuestos. Y así es, lo mismo, en las tres Administraciones de las que dependemos.

Sufro –sufrimos- si comparamos esa merma de atención tan necesaria con las recientes subidas del presupuesto en un 4% y las de algunos cargos de reciente elección, con el argumento de compensar las bajadas de los años anteriores. Esto es un signo palpable de las prioridades de nuestros gobernantes y su modo de gestionar las arcas públicas, que no debemos olvidar que se nutren de lo que aportamos los ciudadanos. Creo que el dinero público debe administrarse y encauzarse en la cultura de la búsqueda de bienestar social para quienes más lo necesitan, y en la corrección de las injusticias. No se puede decir que perseguimos un mundo más justo, y con nuestras equivocadas decisiones propiciar lo contrario.

Como digo, el ser demasiado mayor, no es un obstáculo para que DENUNCIE una situación que considero injusta a todas luces, y así deberíamos hacerlo, junto con familiares y amigos, sustituyendo la comodidad y la resignación por un mayor compromiso, auténtico y cristiano, y espero que el DEFENSOR DEL PUEBLO tome buena nota de esta denuncia, y zarandee sin miedo a quien deba. Él está para eso, si no, se convertirá en defensor de la Administración y será un funcionario más.

Lo pido y solicito por el colectivo de desfavorecidos, yo, al fin y al cabo, con la edad que tengo, y mi fortaleza en la creencia de un Dios Misericordioso, voy aguantando como puedo, pero lo suplico para todos los implicados, por la JUSTICIA y no por CARIDAD.

Isabel Carrasco Montes




domingo, 9 de agosto de 2015

Donde había pecadores, ahora, por decreto o por descuido, incautos ‘multidelincuentes’

Iba a escribir un comentario al último post de mi amigo Daniel, y me salió tan largo, que se convirtió en otro post. Y dice así:

Este Estado, bueno, todos o casi todos, desde la ONU hasta el último rincón de la tierra, han empezado hace ya un tiempo a hacerse los dueños de la conciencia de las personas. Están empeñados en elaborar un laberinto de  leyes, tan absurdas, que la justicia se ha vuelto meramente humana, y es ‘un cachondeo’, ¿o qué es si no, que terroristas confesos, y otros criminales, con penas a medio cumplir, sin haberse arrepentido de sus crímenes abominables, anden sueltos; o qué pensar de normas de tráfico absurdas, que ni los mismos políticos cumplen por agobiantes y que sólo buscan crear ‘delincuentes de tráfico’ y cobrar multas, para excitar así el miedo y la frustración en los ciudadanos. Muchos hay que, por ser pobres además, han de cumplir condenas sociales al no poder pagar tan elevadas multas.

Y ya el colmo, el empeño en considerar el ‘cambio climático’ consecuencia de la maldad de los ‘hombres-ciudadanos-consumidores’, al que nos han abocado en cualquier caso por su codicia y su ineptitud; si tan listos son para verlo ahora lo pudieron haber previsto, los grandes sabios de la URSS al menos… Ahora debemos pagar todos la culpa que hemos cometido contra la naturaleza, de la que se creen dueños, ni mucho menos responsables ante Dios y las futuras generaciones, o ante los mismos ciudadanos que los eligen.

No quisiera meterme con las leyes que destruyen el concepto de familia, o las que regulan las separaciones y divorcios (porque soy una víctima más, y puede que no sea imparcial…jaja)  y los demás posibles estados civiles en la actualidad. No hay forma más atroz de fomentar el odio y la división, la ruina individualizada, la pobreza, y hasta la exclusión.

¿Hay contradicción más evidente, visible y desvergonzada que ver escrito en un paquete de tabaco ‘fumar mata’? Pero tú consume, que así elevamos los impuestos y vas pagando cigarro a cigarro la culpa por fumar, enfermarte… Después,  ya veremos si te curamos, por haber sido  ‘consumidor- fumador-pecador’ según el concepto sanitario moderno, que  busca la felicidad en ‘calidad de vida’, o en la prolongación de la misma, aunque no sé yo bien para qué, ni cuántos podrán disfrutar de estas ‘bendiciones estatales’ si la mayoría de la población es pobre.

Y así muchas cosas más: el relativismo, la ‘falsa tolerancia discriminatoria’ para justificar los ataques a la Iglesia católica, por ejemplo, o a la fiesta nacional de los toros, que está muy bien regulada; para impedir algunas manifestaciones públicas de fe, y en cambio sí permitir otras expresiones artísticas, o cabalgatas,  desvergonzadas,  de mal gusto y provocativas; permitir en la educación de los niños ciertos contenidos y prohibir otros, atentando contra la libertad de cátedra; así como impedir la objeción de conciencia a los médicos antiabortistas…

Sigo: ¡la aprobación de derechos para acortar o interrumpir la vida humana! ¡Cabe mayor despropósito, pues va contra el respeto sagrado a la vida humana, que indudablemente no nos pertenece. Estamos obligados a cuidarla, al menos por instinto de supervivencia de la especie! Matan cristianos o enemigos políticos, mueren africanos que huyen despavoridos de la miseria económica y política, de la violencia tribal exterminadora… a un occidente en crisis total, caótico, incapaz de regular su propia sociedad con verdadera justicia pacificadora.


Y termino, pues no pensaba extenderme tanto hoy, no quería juntar tantos agravios para no caer el desánimo. Prefiero elevar una oración al Dios Altísimo, que por los méritos de la pasión, muerte y resurrección de su querido Hijo, y hermano nuestro,  perdone nuestras ofensas, nos salve y nos proteja de nosotros mismos, para que seamos fuertes, y no caigamos en las garras del Gran Adulador y sus secuaces.

sábado, 8 de agosto de 2015

¡Qué administración o control tan exquisito con los pobres!

            Recientemente, hace unos dos meses aproximadamente, los acogidos que recogemos víveres
Daniel Medina Sierra
de primera necesidad teníamos que firmar un documento con el objeto de llevar una gestión individual el banco de alimentos. Una vez que me explican a que se debe, firmo sin problema alguno.
             Entiendo que el banco de alimentos lo requiera, hasta entonces todo bien.

            A primeros del mes pasado nos llegó otro documento más a firmar, los firmaban éste mes, y digo los firmaban por que yo no lo hice; por lo tanto, no pude recoger esos alimentos.
            Se trata de un documento en el cuál se hace saber que el gobierno contribuye a que tengamos esos pocos alimentos, es decir, que no sólo ha contribuido a nuestra propia miseria, ahora pretenden darse golpecitos en el pecho a costa de los pobres. Usurpar el lugar de la iglesia y de otros tantos que intentan dar consuelo, cariño y, si pueden, pagar algún recibo de luz o agua, pretenden usurpar al voluntario, al donante... y pretender hacer creer que luchan contra la pobreza, y los demás, incluido los usuarios, pasamos a ser piezas al servicio del gobierno.

           No, yo soy usuario por necesidad y voluntario por elección propia, así pues, tengo que elegir; o cojo los alimentos que tanta falta me hacen, firmo y me callo.... O no firmo y me quedo sin alimentos. La única opción que me quedó fue no firmar, por principios, eso que no da de comer pero que algunos aún conservamos. ¿Como voy a cogerle alimentos a los mismos que me han llevado a esta situación. Ya sabemos que hay una partida destinada a estos menesteres ¿A que viene esta nueva ocurrencia? Nadie me lo ha explicado.

         Se trata de un censo, dicen, a nivel europeo. Todos los organismos han claudicado por que lo importante son las personas y esa es la prioridad de todas las O.N.Gs  entiendo, pero la cadena termina en el usuario y es entonces cuando decidí romper con ella, yo, el usuario, el excluido social. Mis compañeros voluntarios, aunque entienden mi postura, me pedían que fuese, que me hacia falta; pero como ya dije, mis principios están por encima de cualquier firma o documento.

         Yo, como voluntario me niego rotundamente a darle a ningún acogido ese documento sin que le haya explicado el motivo, y por Dios o por quien queráis, leer antes de firmar y si no entendéis algo, algún concepto, preguntar que es gratis, al menos de momento.
         Ya lo veis, nosotros no tenemos un céntimo en el bolsillo, pero alrededor del pobre hay un mercado que a otros enriquecen. En vez de fomentar el empleo, dar oportunidades para ganarnos en pan sin mendigar; prefiere contribuir con los escasos alimentos que una vez al mes recogemos, a la creciente pobreza.

        Ningún voluntario que se precie de serlo va a pavonearse por ayudar a los más desfavorecidos, al contrario, preferimos pasar desapercibidos porque lo importante son las personas, con nombres y apellidos, con problemas, con virtudes y defectos ¿El gobierno nos va a escuchar, a consolar, a acompañar en los momentos más difíciles de nuestras vidas? No, rotundamente no.
        El precio de ser pobre y tener valores y compasión por los compañeros es este, aún así creo que he hecho lo correcto, no se...

        Talvez otros piensen que hice mal. Agradezco, por supuesto, la ayuda que he recibido durante estos meses, pero es más fuerte mi indignación. Talvez, talvez me equivoque pero desde que estoy en esta situación he visto como " Trabajan" las trabajadoras/res sociales, el INEM, las orientadoras/res laborales y les importamos una mierda, somos estadísticas, como he dicho muchas veces; sólo nos ayudan las parroquias y cáritas. Así pues, decirme, si a estos les hemos puesto nosotros, si son sólo gestores de los contribuyentes, si están para, supuestamente, arreglar los problemas de los ciudadanos ¿Que coño pintan en el banco de alimentos, la iglesia, ongs?

        Casi todos los pobres, los excluidos sociales, me dicen que es cuestión de adaptación, te adaptas y te aguantas, siendo un pobre infeliz hasta que suene la flauta ¿O eran las gaitas? Pero yo no espero a que alguien me rescate, no claudico a la mendicidad, ni a despojarme de lo poco que me queda de hombre por unos euros, un pedazo de pan o una falsa palmadita en la espalda. Yo estoy acostumbrado a ganarme el pan y el pan me lo ganaré trabando y si no, pues adelgazaré más si cabe, me he acostumbrado a pasar hambre, teniendo como alimentos mis valores, la dignidad como ser humano... Ya sé, eso ni alimenta ni satisface mi cuerpo, pero sí mi alma. Como dice el dicho: Prefiero morir de pie, que vivir arrodillado. Sí, seguramente sean estupideces mías y no acabe bien, pero yo estaré en paz con mi consciencia y eso me importa más.



viernes, 7 de agosto de 2015

“te noto un poco… pesimista, o negativo”


“te noto un poco… pesimista, o negativo”, así me saludó un buen amigo el otro día, aunque poco a poco, él mismo repetía casi al pie de la letra mis palabras, que expresaban, a su entender, un poco de ‘negatividad’. Se refería a cuando yo denunciaba no hace mucho  el silencio de cáritas, o su conformidad en aceptar las condiciones del reparto de víveres entre los acogidos, que les obliga a firmar al recoger el lote de alimentos, y me quejaba yo del control riguroso  que ponen en la recepción de una limosna, frente a la pasividad y descontrol de la corrupción a lo grande.

Mi amigo, que no es creyente, es sin embargo un defensor extraordinario de la Iglesia, pero sobre todo de su función social, de su utilidad en beneficio de los más desfavorecidos. Incluso sufre cuando alguien, sobre todo si se considera creyente, critica sin la menor consideración a la Iglesia. Y le preocupaba que yo, que siempre he defendido a la Iglesia y a cáritas, ahora me atreviera a criticarla públicamente.

Yo le expliqué, dialogamos, y al final estábamos de acuerdo en que efectivamente, el afán manipulador del poder político es insaciable, y no dudará lo más mínimo en quitarle a las organizaciones su protagonismo. Añado yo, controlando el abastecimiento controla a las organizaciones, y mediante ellas a las capas desprotegidas, los excluidos, evitando que se rebelen, mientras esperan, sin esperanza, un trabajo, estabilizados en la crisis permanente.

Rebelarse hoy es muy difícil, así lo demuestra lo poco que ha durado el movimiento del 15M, y su transformación en una fuerza política ansiosa de poder para cambiar a su modo las cosas, en plan frentista y generando división, como en tiempos pasados. Porque son incapaces de ofrecer algo nuevo y fresco, sin revanchas, sin odios, como cuando aquel “socialismo utópico” ‘desengañado’ de los excesos de la revolución francesa, confiaba en la capacidad de la educación para cambiar el mundo desde las personas, que por naturaleza tienden a la verdad, y al bien, que, cuando es auténtico, es bien común.

Ayer mismo también hablaba con un hombre, de mediana edad, que vive en el albergue desde hace unos días,  al que le cuesta mucho hablar, además, a penas se le oye, no tiene fuerzas para la esperanza  y ¡tiene tanto que decir!... terminamos con la frase demoda, ‘vamos a creer que algo está cambiando’, porque yo me había encontrado el día antes con dos personas, parados de larga duración, y con familia numerosa uno de ellos, que habían encontrado trabajo.

Otro, en cambio, parado de larga duración también y con familia numerosa a su cargo, me llega la noticia de que ha terminado con sus huesos en la cárcel o el calabozo, porque la desesperación y la contención en que vivía terminaron por ceder y se tomó un respiro, tan contrario a lo que él acostumbraba, que perdió el control y… a continuación la separación, si Dios no lo remedia.

¿¡Cómo puede pretender mi amigo que yo me contenga, que no diga cosas como estas!? Si no las digo yo por estos que conozco, seguramente nadie supiera que existen, estando en los márgenes, en las zonas excluidas de la sociedad. Y  para que si alguien encuentra a una de ellas, por favor, se fije y actúe en consecuencia, si no lo ha hecho alguna vez antes,  o sea, con humanidad samaritana.

Si asumiéramos que todos somos responsables de todos, no habría tanta crisis, o por lo menos los que nos han conducido a ella perderían su fuerza y su poder, y muchos volverían a tener motivos para la esperanza, sabiendo que alguien se ocupa o preocupa por ellos, aunque nada más hubiera para compartir que la compañía, palabras, y un ‘mendrugo de pan’, sin tener que rendir cuentas por ello a los nuevos estados manipuladores de la beneficencia, incapaces de encontrar fórmulas eficientes para hacer realidad el derecho al trabajo de todo el que lo quisiera, naturalmente.


Porque hay otras formas de vida, sorprendentes, sin duda… que se conforman con vivir a su manera, libres, hasta un punto verdaderamente admirable, aunque no logremos comprenderlos, o no nos quepa en la cabeza cómo pueden vivir así: sin techo, comiendo en comedores o de otros modos; hoy aquí y mañana allí, o sea, sin fronteras; practicando alguna artesanía o habilidad con la que ganarse el sustento de cada día, a merced de la generosidad de los viandantes; como peregrinos del Camino de Santiago he conocido a algunos, que lo han hecho una, dos y tres veces…

martes, 4 de agosto de 2015

…No hay cantidad que pague mi sufrimiento

          
           Llevó muchos años escuchando el mismo argumento a casi todos con los que hablo sobre la
Daniel Medina Sierra
crisis, de como y por qué llegamos a esta situación. La respuesta que me suelen dar, todos, es la misma: los políticos. Ellos son los culpables de todo este desastre. Pactan con bancos, multinacionales, con los mercados y con otros países; nos roban, nos despojan de todos nuestros derechos, y en cambio ellos se blindan con leyes específicas hechas expresamente para no rendir cuentas a la "justicia".
            Yo debo de ser un excluido social muy raro porque todos se olvidan del protagonista principal del cuento, me refiero a la sociedad, por supuesto.

           Ahora resulta que somos personajes pasivos, que estamos por encima del bien y del mal. Y se engalanan con virtudes que dudosamente, y es mi opinión, tenemos.
          “Yo no tengo la culpa de nada”, me decía una amiga. No sólo son culpables algunos políticos, bancos.... También lo es la sociedad ¿Acaso es la sociedad víctima inocente de este desastre? Los habrá, desde luego.
       Pero somos cuarentaisiete millones de españoles, ¿y de esos españoles sólo los políticos han contribuido para que otros suframos las consecuencias? Ojalá fuera tan fácil, pero no seríamos realistas; tan culpable es el que comete un delito como el que lo consiente, y eso es lo que obviamos.

          Manda narices que sea un excluido social quien tenga que explicarlo, es la sociedad, el pueblo, quien te excluye,  quien te culpa y  consiente, la víctima y el verdugo. Es en quien pongo la responsabilidad,  y dentro de cada uno también lo sabe. Me dicen, yo no, yo no he contribuido en nada malo; estamos ante casos extraordinarios puesto que no conocen a nadie que trabaje sin contrato, nadie que haya pedido una factura falsa o que haya requerido de personal para un arreglo sin factura. Al parecer os encaramáis a las puertas de las familias para que los policías no los echen a la calle, lucháis por el débil.... No, os quedáis en casita y cuando pasa la tormenta, a sacar la cabeza y criticar al político, pero nunca a vosotros por cobardes.

         Estoy más que harto de tanta hipocresía, harto de excusas baratas, harto de ver como decís una cosa pero hacéis la contraria. Sois la gran estafa y sois vosotros el problema principal. No es sólo cuestión de derechas e izquierdas, a ellos les pusimos nosotros con nuestro voto. Ya está, los votamos y hay terminó nuestra responsabilidad. Yo no veo a millones de españoles luchando por un bien común, yo no veo a nadie dándole trabajo a un pobre para que pueda salir de la calle; es más, es recomendable que nadie se entere que eres un excluido social, un leproso. Id e informaros, id a comedores sociales, a albergues y otros lugares donde nos concentramos los apestados. Yo conozco el verdadero rostro de esta sociedad, si quitamos a voluntarios y personas de buen corazón que las hay, y muchas, están vacíos por dentro, me recuerdan a esas cazas de brujas de la inquisición, poco seso, mucho miedo. Lo siento pero me cansa tanta estupidez junta.

          El colmo es cuando me dicen que son los políticos los que nos hacen sentir culpables ¿Pero pensáis que estoy ciego? Soy yo el excluido social, yo, quien pague un precio tan alto que no hay cantidad que pague mi sufrimiento. El gobierno es culpable de todo esto, sí, y ojalá algún día veamos a estos chorizos entre rejas; pero vosotros también tendréis que pagar el precio de la indiferencia y tal vez este que escribe sufra por vosotros lo que nunca hicisteis con otro ser humano.
          Habrá quien me diga que he sido un poco brusco en mi alegato, pero teniendo en cuenta que almorzáis viendo a seres humanos muriendo de hambre, de golpes, heridas en la distintas guerras... Si tenéis estómago para eso, lo que yo diga es papel mojado.


Amores



Daniel Mdina Sierra
Hay amores que son capaces de llenar el silencio. Amores pasajeros, amores para siempre. Algunos son incluso mortales, los hay leales y traicioneros. Amores de bares que saltan de cama en cama hasta encontrar su alma. Amores deseados, amores soñados, amores desesperados¿ y el amor verdadero, cual es? El misterio del amor, llega sin avisar como si no necesitase permiso para presentarse, de golpe un buen día remueve tu corazón y estas atrapado. Los soldados más aguerridos han caído a sus encantos; nada, sólo el odio lo asemeja.

El amor es travieso y a veces muy cruel. Una sabanas blancas y un cuerpo envuelto de amor y pasión; el sudor frío, el calor abrasador. Una noche eterna, besos infinitos, la suavidad de la piel y el tacto de tu otra mitad; el olor a perfume, una mirada fugaz, un pellizco en el alma. Amores imposibles y amores no correspondidos, amores interesados, amores de verano; los hay enfermizos y también dependientes. Como no, infantiles, maduros, libres, ocultos; salvados y secuestrados. Amores fáciles, amores truncados, amores olvidados y otros recordados.


Amores verdes, amores de burbujas, amores inquietos, amores celosos, amores perseguidos, amores vacíos, amores dormidos. Cuantas clases de amores... ¡Aún no sé cual es el mío!.

domingo, 2 de agosto de 2015

Los milagros no se dejan ver


José Luís Nunes Martins
1 de agosto de 2015 


                                                       Ilustração de Carlos Ribeiro

Cuando se hace un bien, importa cuidar las apariencias, revelando sólo lo esencial. ¡El ideal se consigue cuando todo parece fruto de la casualidad! El mal procura siempre crear grandezas pomposas en torno a sus gestos. La vanidad es señal clara de un mal que pretende disfrazarse.

El amor y la inteligencia exigen delicadeza. Sólo a través de ella se alcanzan las profundidades. No se trata de una fragilidad, en el sentido de flaqueza, sino de una perfección que solamente busca no dejarse ver a los ojos de la multitud.

Del mismo modo cuando son grandes milagros, pasan desapercibidos. Hay gente que no sabe que el suelo que pisa es sagrado, que no se da cuenta de que lo fundamental de su existencia no es lo que parece…

La fuerza bruta puede muy poco. Los milagros parecen muchas veces insignificancias. ¿Quien no ha visto que cosas pequeñas se revelan como enormes y cosas grandiosas sin ningún valor?

No se trata de un disfraz, un fraude o engaño. Sino que sólo el bien cuida de no manifestarse de forma evidente como su autor. Recogiéndose, sin ocultarse.

Importa aprender a mirar. Distinguir los aspectos sutiles y delicados de cada cosa, reconocer las relaciones, las diferencias y las armonías.

Es necesario que el corazón aprenda a estar atento.

Los milagros no son tan raros como parece. Los árboles crecen y las flores brotan todos los días, siempre sin el mínimo alboroto. Esla belleza pura, solamente.

Todos los días, hay gente que nace y gente que muere… mientras muchos otros creen que en el mundo continúa todo igual… la creación es una constante del tiempo.

Lo que comienza siendo una sospecha, puede revelarse, cuando se es capaz de ver hasta el fondo, un milagro. Una especie de enigma que se aprende a develar y, después, a admirar.

No hay suertes ni destino, el bien está en el corazón y en las manos de los que saben soñar, vivir y amar. Lejos de las apariencias engañadoras y vanidosas. La libertad humana tiene los ojos bien abiertos y no tiene alas ni ruedas en los pies. Sólo la voluntad de crear, de dar al mundo un mundo mejor. La capacidad de crear por pura bondad. El bien quiere construir mundos nuevos y buenos en tanto que el mal es constante en deshacer todo, destruyendo cada cosa.

Hacer que ocurra un milagro es posible a cualquiera de nosotros. Alimentar a un hambriento, acoger con la mirada a aquel que es invisible a los otros, sonreír cuando se llora, dar la mano a quien sufre… acoger en la intimida de nuestros silencios a aquellos que más  necesitan de nuestro amor.

Nada sucede por casualidad. No hay fado ni suerte. Esas cosas sólo tienen sentido en las mentes que han desistido de comprender, haciendo a su enemigo más fuerte, al entregarle las armas que deberían servir para combatir. Más: para, en seguida, pedirle benevolencia y perdón por el bien y por el mal que no se hace…

Frágil es quien no sabe lo que quiere.

Es así mismo posible conducir el propio destino, llevándolo de la mano.

La sabiduría conoce y usa la dosis cierta de cada gesto. La perfección es siempre simple, mínima y sutil. ¡Aún así, a pesar de toda su divina delicadeza, hay milagros que se repiten hasta alcanzar su propósito!