domingo, 30 de marzo de 2014

La verdad es lo que queda


jornal i
29 março 2014




                                                         Ilustração de Carlos Ribeiro


Sólo se ama la verdad. Sólo puede amar la mentira quien la cree verdadera. La mentira no es ninguna cosa. Es el vacío de la verdad y de mí.

Debemos tratar a cada ser humano como una obra única, que se hace cada día. Es fundamental estar atentos a lo que se va construyendo, de forma sutil y constante… es un error común creer que conocemos bien al otro, sólo porque un día él nos dijese quien era… todas las personas cambian. Muchos para mejor, para mucho mejor… pobre de quien cree que alguien que erró no puede enmendarse y llegar a ser bueno.

Otros cambian a peor, sin grandes por qués o para qués. Se convierten en ruinas de lo que son, escombros de lo que podían ser… y, aún manteniendo la misma apariencia, ahora son sólo lo que queda de una obra que abatió o fue demolida por la fuerza del tiempo.

Es muy importante que cuidemos de no engañarnos a nosotros mismos respecto de nadie.

Las apariencias que hoy llegan a ser parte de la esencia de tantas personas tienden a deshacer la felicidad de una vida plena.

Hay quien lidia mal con el sufrimiento. Se fijan en las apariencias sólo en el tamaño y en la forma de la cruz y casi nunca se dan cuenta de la fuerza de los hombros que la soportan, de su capacidad de resistir, de las posibilidades que tenemos para vencer o, por lo menos, para perder sin perder la dignidad.

Es cierto que la gracia, la fuerza y los talentos van llegando a medida que son necesarios… es maravillosa nuestra capacidad de adaptarnos a nuevas realidades. Claro que  cuando son hipotéticas o mentirosas, no estamos preparados siquiera para entenderlas… y ¿¡ cuántas veces nos dejamos dominar por el pánico generado sólo por la mera posibilidad!?

Sólo se ama la verdad. Sólo se ama con verdad. Con la mentira no se llega a ser cosa alguna. Sólo quien tiene una vida auténtica puede llegar al punto de darse. De ofrecer algo concreto y valioso: su ser. Con mentira, somos solamente un vacío, una carencia que cuando llega a los otros nada lleva en las manos que esconden y van escondidas. Una para atacar y destruir al otro. La otra para suplicarle la limosna de algo esencial como el amor, que, aunque sea concedido, no podemos percibir… porque la mentira no tiene fondo, por lo que no conseguiremos guardar nada de lo que le fuere concedido.

También es un error preocuparnos con las expectativas que los otros tengan en relación a nosotros. Es grave. Nadie debe luchar por ser algo que agrade a alguien. Las opiniones ajenas no se modifican con facilidad. Quien piensa mal, pensará siempre mal, aunque le coloquen delante  las pruebas  irrefutables de la bondad del que juzga mal… quien piensa bien, pensará bien, no importa lo que venga. Las opiniones definen sólo a quien las alimenta y en ellas pone su seguridad

No debemos esperar de nadie que sea el cielo en la tierra. Debemos aceptar a cada persona por entero con sus limitaciones, acogiendo lo poco que nos pueda dar como lo mejor. También a ella le habrá sido concedido el don de aceptarnos,
con nuestras limitaciones, sin preocuparse de querer más, acogiendo lo que con amor conseguimos darle… nuestro don concordará con el suyo.

El perdón nos libra de la culpa de otro hacia nosotros. Por la reconciliación, se alteran los proyectos de vida, integrando en ellos la verdad así alcanzada. El perdón no es un olvido, sólo es una forma de volver a amar las perfecciones de aquello que es limitado.

 Sólo la verdad protege, ilumina y fortalece a quien, a pesar de todos los sufrimientos, vive con autenticidad.


La verdad es lo que queda después de la ilusión del momento.

sábado, 29 de marzo de 2014

La fortaleza de las relaciones familiares y vecinales evitan el riesgo de fractura social


Informe FOESA y Cáritas: “Análisis y Perspectivas 2014”

  • Fortaleza del capital social y relacional
* Según el El análisis “Pobreza y Cohesión Social”, no presenta indicios que indiquen que se esté viendo afectado por el deterioro significativo que sí se registra en ámbitos como el económico, la salud o la vivienda.  
* Esto supone una oportunidad a la hora de construir una respuesta más solidaria y participativa a los efectos de una crisis que siguen siendo visibles.
* La renta media de la población española es inferior a la que había en el año 2000;  
  • Caída de las rentas y aumento de la desigualdad. Exclusión social
Se da un doble proceso de empobrecimiento de la sociedad española, caracterizado por una caída de las rentas y el aumento de la desigualdad en su reparto, con un hundimiento de las rentas más bajas.
El porcentaje de hogares sin ingresos haya crecido del 2% al 4% en el último trimestre de 2013 y que
el número de hogares en esta situación haya pasado desde unos 300.000 a mediados de 2007 a casi 700.000 a finales de 2013.
La exclusión social:   solo 1 de cada 3 personas en nuestro país se encuentra libre de los 35 problemas que se han identificado en el primer avance de resultados la Encuesta FOESSA, (16,5 puntos menos que en 2007).
el espacio social de la exclusión social ha pasado del 16,3% de la población en 2007 al 25,1% de los hogares en 2013.
Un total de 11,7 millones de personas (3,8 millones de hogares) están afectadas en España por distintos procesos de exclusión social, lo que supone 4,4 millones de personas más que en 2007 (un incremento del 60,6%).
Asimismo, 5 millones de personas se encuentran ya afectadas por situaciones de exclusión severa, un 82,6% más que en 2007.
  • Retroceso en empleo, vivienda y salud
 La incidencia de los problemas de exclusión del empleo se multiplican por 2,5 y los de salud se duplican. ( a pesar de la reforma laboral y la reducción de la temporalidad de las nuevas contrataciones.
Los problemas de vivienda, que partían de un nivel relativamente elevado, se incrementan un 36%.
Y es también importante el aumento de hogares que presentan dificultades para comprar medicamentos.
  • El papel nuclear de la familia
El papel desempeñado por la familia ha sido una muestra evidente de un poderosísimo elemento nuclear con el que cuenta nuestra sociedad para enfrentar las situaciones más complicadas.
Aún con políticas sociales insuficiente y con escasa protección, la familia –y, en general, las redes sociales primarias y las relaciones entre la ciudadanía-- siguen resistiendo. Sufriendo el desgaste que implica la crisis, pero demostrando ser uno de los cimientos sobre los que construir.
  • ¿Qué está en juego?
ni la pobreza ni la exclusión social son exclusivas de esta época. Lo que la crisis ha evidenciado es el carácter contracíclico de nuestra economía, es decir, crece la pobreza en época de recesión, pero no se recupera en la misma medida en épocas expansivas.
Lo que corresponde revisar, por tanto, es el modelo, en el que la persona y su dignidad deben ocupar el lugar central de todas las prioridades, y donde el bien común marque la hoja de ruta.
Francisco Lorenzo y Guillermo Fernández, coordinador y técnico, respectivamente, del Equipo de Estudios de Cáritas Española y de FOESSA, denuncia  que algunas de esas apuestas parecen haber quedado en el olvido.
Así lo demuestra la  restricción en el acceso a los derechos sociales, el aumento de los recortes en algunos bienes básicos, la pérdida de intensidad protectora de prestaciones sociales y la creciente exclusión de grupos de población de algunos servicios básicos de bienestar.
Estos datos muestran una tendencia que podría resumirse en que la pobreza cree y los  derechos menguan.
  • Otro camino es posible
 Entidades como Cáritas ven incrementarse el número de personas que se acercan a sus puertas para implicarse como voluntarias y como colaboradores.
El gasto público en determinados ámbitos, debe ser considerado como una inversión social y no como un gasto a reducir.
Se consolidan determinadas iniciativas sociales o de economía solidaria, que dejan de ser prácticas marginales.
La propuesta de Cáritas es la de salir todos y cada uno, juntos y sin que nadie quede abandonado a su suerte y a las injusticias de un modelo que claramente ha mostrado sus debilidades.
Es necesario un compromiso firme por la cohesión social, por el ´rescate de las personas´, lo cual supondrá sentar las bases de la construcción de un proyecto común.



domingo, 23 de marzo de 2014

La razón de mi esperanza


                                                      Ilustração de Carlos Ribeiro

Mi buen amigo,
Sé que has sufrido bastante. No puedo olvidar que un día me enseñaste: que leal es quien no abandona; que debemos procurar ser personas dignas de confianza, más que intentar encontrar alguien así; y,  que la voluntad de amar ya es, en sí misma, amor.

Permíteme que comparta contigo, hoy, algunas ideas respecto de los momentos difíciles…

Son muchas las pruebas que la vida nos ofrece para demostrar que somos, la fuerza que tenemos en nosotros y nuestro valor. Algunas veces una piedra grande viene a caer justo delante de nosotros… otras veces son series interminables de pequeños obstáculos en el camino… largas etapas que nos obligan a seguir adelante sin descansar, en rutas donde casi nunca se ve el horizonte.

La agitación permanente en que vivimos lleva a muchos a desistir de encontrar referencias más adelante (hacia el futuro), pero es preciso que nos apartemos del tiempo para así encontrar la posición más segura, elevándonos por encima de los momentos pasajeros para comprenderlos mejor. En medio de la confusión es preciso ver más allá de lo que alcanza la vista... establecer los  cimientos sobre lo que es sólido, aunque sea preciso excavar mucho más hondo de lo normal… confiar siempre  que hay vida más allá de esta. Que nuestra existencia, tal como la conocemos, es sólo un trozo.

Recuerda que no hay tantas verdades como personas, hay una sola verdad… e inmensas mentiras, errores e imprecisiones. Confía en la verdad, aunque no la puedas ver o comprender.

No vayas donde te lleven las emociones. Ni vayas  donde van los demás. Construye tu plan con base en la verdad que es, construirte… y sé feliz. A pesar de todo.

No piense nunca que, por escribirte estas cosas, sabré más cosas o iré más adelante en el viaje… no. Soy tu compañero de camino y me preocupo por ti, y tu lucha, es inspiración para la mía. Escribir es algo fácil y vulgar. Lo importante y determinante es cumplir un proyecto de vida, con gestos concretos, sonriendo siempre a pesar de las ganas de llorar. Llorando, cuando así tenga que ser, pero nunca desistiendo de creer.

Hay una esperanza esencial en la vida: la fe. Importa cuidar bien de esta certeza. El sentido de nuestra existencia depende de ella.

No desperdicies energía en intentar eliminar el sufrimiento. Podemos combatirlo y limitarlo por medio de la fe, pero el sufrimiento forma parte de la vida. Huir de ella es escoger no vivir. Recuerda que Dios no está solo en la cima de la alegría, está también en el fondo de la tristeza. No estás solo. Nunca.

No dejes que la roca delante de ti te impida creer en el horizonte que hay más allá de él… recuerda que los obstáculos que encontramos en el camino muchas veces nos conducen a las alegrías que de otra forma no conseguiríamos abrazar. No permitas que los largos tiempos llenos de pequeñas nadas te aparten de la certeza de la fe en lo que es pleno, bueno e infinito.

Es la razón de mi esperanza; miro hacia atrás y veo que en la vida siempre me fue dado más de lo que yo soñé, que mis deseos fueran pequeños hace las maravillas que se realizarán delante de mí, para mí y en mí… aprendí con todo esto a esperar lo mejor, sin saber siquiera lo que eso significa… Creo que contigo no será diferente.

El futuro es un reino bien distinto de todos los que podemos imaginar. La única cosa cierta es que estamos en un camino que no tiene fin.

No permitas que nada turbe tu lealtad al amor.

Confío en ti y rezo por ti.

jueves, 20 de marzo de 2014

De los sufrimientos útiles y de los inútiles.

Por José Luís Nunes Martins
publicado em 24 Nov 2012 - 03:00

Conocer la historia de la vida de alguien puede revelar muy poco respecto de lo que ella va a hacer hoy. Las circunstancias cambian, la capacidad de escoger se altera, el simple hecho de estar convencido de estar siguiendo una línea puede ser lo suficiente para querer salir de ella.

Es cierto que el ser humano tiende a refugiarse en el hábito. Pero es también verdad que nunca deja de ser libre, aunque permanezca fiel a una determinada opción. Ser fiel a sí mismo es sinónimo de una libertad elevada, asumida y fuerte. Pero hay pocos hombres libres hasta este punto.

La consciencia reescribe los datos del pasado a fin de crear narrativas más o menos fantasiosas que, o nos disminuyen los fallos o nos aumentan los aciertos. Así, la imagen que tenemos de nosotros mismos es casi siempre fruto de esta distorsión. Verdaderamente, tal vez no seamos tan exitosos, inteligentes y dotados como nos juzgamos… tendemos a mirarnos como héroes que ya superaron mil y un cabos de otras tantas, o más, tormentas.

Hay en estas narrativas a posteriori un error corriente. Se trata de la idea de que hay una relación directa entre el valor del objetivo que se pretende y el sacrificio que es necesario para lograrlo. Como si las cosas buenas tuviesen siempre un precio justo a pagar en dolor, directo y proporcional. No es así. El sufrimiento de un camino, por sí sólo, no es garantía de que el camino sea, siquiera, cierto.

Se tiende a promover el sufrimiento como la pena a pagar por lo que es bueno. De este modo, hay muchas historias donde la moralidad subyacente es la de que sólo con espíritu de sacrificio se pueden alcanzar bienes valiosos. En la realidad, a veces es así como acontece, pero no siempre. Muchos más son los sacrificios que se hacen por  alcanzar… cosa humana. Hay, desgraciadamente, mucho dolor en vano. Y hay bienes, muy valiosos, raros, al alcance de nuestra mano, aquí, ahora… ¡y no los valoramos por ser tan sencillos!

El sufrimiento no es bueno. Es un mal. Y, todo aquel que quiere ser feliz, debe luchar contra el mal, en el campo del enemigo – si necesario fuese, pero nunca haciéndola en su propia casa.

Hay sufrimientos inevitables que llegan en la vida, no es necesario escoger lo que puede ser evitado.

Tampoco vivimos para estar alegres a cada minuto. La felicidad es una forma de caminar, más que un premio al final de cualquier camino escabroso. Debemos aprender a afrontar la vida con generosidad, dando siempre lo mejor de nosotros mismos, y, cuando fuere tiempo de afrontar el sufrimiento, que lo hagamos entonces con corazón lleno de amor, no por el dolor, sino por la vida.

Nacemos con una voluntad grande de vivir, pero hay quien teme tener que estar sufriendo a cada hora… ora porque no tiene lo que desea; ora porque lo tiene pero teme perderlo; ora, finalmente, porque perdió lo que tenía.

Aquí, tal vez sea así más justo mirar la vida como una dadiva continua que envuelve un mundo inmenso de posibilidades. Pero, tal vez la esencia de la vida sea su dimensión intemporal. Eterna. De ahí, esta voluntad profunda que es la certeza de un infinito.

Hay instantes en que experimentamos lo eterno aquí. Siempre breves. Sencillos. Pero una señal. Como un rayo de luz que nos ilumina el camino a partir del destino. A partir de nuestra casa.


Ser feliz tal vez pase por una capacidad de compartir nuestro camino, de aceptar como nuestras las dádivas de las alegrías y de los dolores de otros. Obedeciendo humildemente, a cada instante, a nuestra esencia, a esta voluntad infinita de ser feliz, en los caminos de este mundo, a pesar de todo. Luchando contra todo sufrimiento. Contra todo mal.

sábado, 15 de marzo de 2014

Las personas no son cosas


jornal i, 15 março 2014


                                                  Ilustração de Carlos Ribeiro

La dignidad de cada ser humano se mide por su capacidad de reconocer que una persona es en sí misma un fin, nunca un medio. Tratar al otro como una cosa, un instrumento, es no reconocer su valor fundamental. Su dignidad esencial.

Ser humano es sólo un estado entre el animal y la persona… al humano le falta crearse en cuanto ser único e irrepetible. Ser persona es cumplir el proyecto de sí (que tal vez exista desde mucho antes de nacer…), asumiendo la capacidad crítica que le permite conocer el bien y el mal y a partir de ahí realizarse. Sin quedarse en la intención.

Hay mucha gente impersonal, aplazada, que se esfuerza por parecerse a los demás… frágiles y cobardes que se olvidan de construir su personalidad, que nunca es un dato adquirido, sino una tarea para realizar siempre…

Intimidad inmensa, misterio profundo, cada uno de nosotros es un universo secreto lleno de estrellas entre las tinieblas. Cada hombre, a imagen y semejanza de Dios, debe ser creador. Autor de sí mismo… Original, verdadero y auténtico.

La construcción de la identidad personal se hace por la apertura del yo al otro, al mundo, por la capacidad que tengo de, más que de encerrarme, de comprometerme, asumiendo para mí alegrías y tristezas que, en el origen, no son mías. Será esta la dinámica que permite la (re)construcción de un mundo mejor. Sólo hay persona dentro de una vida compartida y comunitaria.

El otro es siempre un fin. La única persona que puede ser tenida como un medio soy yo… cuando me hago instrumento de la felicidad de aquel a quien fuere capaz de darme.


Un abrazo es la forma más simple de llegar al que está por detrás de las máscaras. A la sustancia que ama y es amada. A la real presencia de un nosotros.

viernes, 14 de marzo de 2014

De la Carta de Don Rafael Zornoza Boy, Obispo de Cádiz y Ceuta, para la Cuaresma

Queridos fieles diocesanos,

Cada año llega la Cuaresma puntualmente. ¿Cambiará nuestra vida?
La Cuaresma es un tiempo de profunda renovación bautismal. Debemos, pues, vivirla como un tiempo de gracia en el que Dios, como el Padre de la parábola del hijo pródigo, ansía nuestro regreso.
Os invito, por tanto, a vivir la Cuaresma intensamente.

He dispuesto para esta Cuaresma varias propuestas:     

  1. Charlas cuaresmales

que se ofrecerán en diferentes lugares y con diversos calendarios, centradas en la Exhortación del Papa Francisco Evangelii Gaudium.

  1. Renovar la vida de bautizados celebrando la liturgia dominical del Ciclo A

La liturgia del tiempo cuaresmal sigue propiamente el proceso con el que los catecúmenos se preparan para el bautismo. Este año (el Ciclo A) lo expresa más claramente. Seguir sencillamente este itinerario sería suficiente para la renovación interior de la vida de los hijos de Dios. Os invito, por tanto, a vivirla con la ayuda de vuestros sacerdotes y las indicaciones que la Delegación de Liturgia ofrece a las parroquias.

  1. Experimentar la gracia del perdón en el Sacramento de la    
             Reconciliación

La Cuaresma es el tiempo de la Misericordia por excelencia. La Reconciliación constituye un momento fundamental.
El Santo Padre, convencido de la necesidad del Sacramento de la Penitencia ha lanzado una iniciativa cuyo objetivo es mostrar que las puertas del corazón de Dios Padre están siempre abiertas… Esta iniciativa se llama “24 horas para el Señor”. Consiste en que se abran las puertas de las parroquias o iglesias a partir de las 17.00 h. del viernes 28 de marzo y por espacio de 24 horas se atiendan las confesiones de los penitentes que se acerquen, viviendo durante ese tiempo, un momento más o menos prolongado de adoración eucarística.
La iniciativa tiene la fuerza simbólica de las puertas abiertas, …la potencia de ser una acción eclesial, unitaria, con lo que esto significa de intensidad sobrenatural por la fuerza de la intercesión de tantos monasterios, enfermos y en general de todos los cristianos…   
El Santo Padre encabezará esta iniciativa, coincidiendo con las primeras vísperas del Domingo IV de Cuaresma, con idea de que a partir de este año se confirme una tradición en torno a este Domingo IV, llamado justamente Laetare por la alegría de la salvación.
Para preparar esta celebración podéis consultar la página web www.novaevangelizatio.va 

4.- Un esfuerzo significativo de caridad con los pobres y necesitados.

El ayuno y la limosna cuaresmal debe hacerse desprendimiento efectivo de aquello que nos cuesta. Ha dicho el Santo Padre recientemente: ”¡Aquél es el ayuno que quiere el Señor! Ayuno que se preocupa por la vida del hermano, que no se avergüenza de la carne del hermano. Nuestro acto de santidad más grande está precisamente en la carne del hermano y en la carne de Jesucristo. El acto de santidad de hoy no es un ayuno hipócrita: ¡es no avergonzarse de la carne de Cristo que hoy viene aquí! Es el misterio del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Es ir a compartir el pan con el hambriento, a curar a los enfermos, los ancianos, aquellos que no pueden darnos nada a cambio: ¡no avergonzarse de la carne, es eso!”

Deseo y pido al Señor que nos aproveche la oración común de toda la Iglesia y la oración nuestra de unos por otros, que es la expresión primera de nuestra fraternidad.

Dado en Roma, junto a los sepulcros de los apóstoles, durante la Visita ad limina
8 de marzo de 2014
+Rafael Zornoza Boy,
Obispo de Cádiz y Ceuta


sábado, 8 de marzo de 2014

El amor no se promete



                                                     Ilustração de Carlos Ribeiro

Hay una distancia fundamental entre las palabras y los gestos de cada hombre. Las palabras prometen mundos, los gestos nos construyen. Las palabras aclaran poco, los gestos definen casi todo.

El amor es un proyecto, una construcción que necesita ser realizada cada día. Sin grandes discursos. Cualquier hora es tiempo de amar. Si el amor es verdadero, no hay tiempos de descanso, porque el silencio en el corazón de los que buscan luchar contra las tinieblas de los egoísmos es la paz más profunda y el mayor descanso… aunque se claven espinos en la carne, aunque no sanen las heridas antiguas, aunque la esperanza tenga poco más donde apoyarse que en ella misma.

Cada uno de nosotros es aquello que fuera capaz de ir construyendo de firme y duradero cada día en medio de las tempestades de la vida.

Hay muchos que sueñan y pasan el tiempo en desear lo que no es… esperan y desesperan por algo que les ha de llegar de fuera… rechazando casi todo cuanto son, cuando, en verdad, con lo que tenemos y somos es con lo que debemos ser felices, por poco y peor que sea… somos nosotros. Pero nosotros no somos quien somos sólo para nosotros mismos. Yo soy quien soy, pero solamente lo seré si fuera capaz de encontrarme con el otro. Nadie se ve solo a sí mismo cuando se mira en el espejo. Ser es amar. Darse… sin grandes sueños o promesas, con pequeños gestos, en el heroico coraje de acreditar que no son sólo las palabras y los deseos los que nos devuelven al cielo.

Encarcelados nunca seremos auténticos, debemos pues liberarnos de todo cuanto nos pesa, de forma especial de las cosas materiales, romper con las redes de los sueños que nos embriagan e incapacitan para salir de nosotros mismos al mundo, de crear mundo… sin esperar nada, a que no consigamos llegar a lo mejor de nosotros mismos.

Este desprendimiento no será prudente a los ojos del mundo, pero es esencial confiar y seguir adelante, incluso porque las cosas y las personas son lo que son, independientemente de la forma como los ojos del mundo las ven, sienten o piensan…

A los sueños les falta existir de hecho, realizarse, o mejor, ser realizados por alguien. La existencia es uno de los más bellos y decisivos atributos para que algo se haga determinante de nuestra felicidad. Por eso la realidad más pobre es, aún así, más bella que el sueño más magnífico…

Casi todos los egoísmos tienen nombre de amor. Conscientes de lo que son, se esconden. Normalmente se juntas a pares… hacen poco, hablan mucho, prometen todo… mezclan su necesidad de tener más, de estar mejor, sin cuidar que cada hombre es mucho más que aquello que tiene o de lo que conforma como está… nosotros, humanos, no somos de este mundo… somos del lugar donde llegamos cuando nacemos  y del lugar para donde tenemos que ir después de la muerte… un mundo del cual este forma parte, pero mucho mayor, mucho mejor… mucho más profundo.

Es pues importante procurar la voluntad de otro, y encontrarnos en ella, ser lo mejor que él pueda percibir y merecer…

Amar es arriesgarlo todo, sin garantía alguna. Sólo con la fe de que, en el amor, nos completamos… Amar es desprenderse y perderse… abrirse y abandonarse a la voluntad de ser feliz.

Sólo el amor permite que se cumpla la más esencial de todas las promesas de la existencia: Una vida con valor y verdad.

Quien ama no promete… da.



domingo, 2 de marzo de 2014

La perfección es lo bueno, si eso fuera lo mejor posible



                                                      Ilustração de Carlos Ribeiro

Es lo que hacemos, lo que sale de nosotros, lo que nos crea, estructura y proyecta. No será nunca lo que nos acontece lo que nos determina, porque nada de lo que nos llega de fuera puede alterar nuestra esencia, sin nuestro consentimiento. Decidimos lo que somos y somos lo que decidimos, siempre. Y eso es bueno. Somos nuestras decisiones. La respuesta al mundo que nos es dado.

No somos omnipotentes, pero esa condición no nos impide que seamos buenos y, dentro de la bondad, nos cumple ser lo mejor que nos fuera posible, dentro de las
posibilidades que aceptamos cuando nos son dadas…

Puede incluso una circunstancia adversa tornar más fácil y cómodo ceder a la tentación de desistir y dejarnos contaminar por un mal exterior, pero es siempre y sólo la voluntad propia la que permite y protagoniza nuestras desgracias. Así, como también son nuestras elecciones las que nos apartan de los malos caminos y nos hacen avanzar por el menor.

No hay mayor obra humana que contribuir a la felicidad de otra persona. Pero, siendo que lo más profundo de cada hombre depende sólo de sí mismo, importa entender que nuestra ayuda (siempre externa) no garantiza cosa alguna, sólo podemos inspirar, compartir y amar…

Le falta a muchos el humilde heroísmo que, amando, abre el corazón al otro, con confianza y fe, lo deja actuar en nosotros… siendo que todos los pasos tienen siempre que ser dados por uno mismo. Todos. Los mejores y los peores. Sólo yo soy responsable por lo que fuere hecho en mí, al final, sólo yo puedo dejar esculpir mi alma.

Aquel cuyo corazón cumple su deber es feliz. Ser lo mejor que se puede ser es bueno, y ser bueno es ser perfecto, cuando se escoge lo mejor.

La perfección no es imposible, es ser bueno, tan bueno cuanto sea posible. Nadie nos puede exigir más de lo que está a nuestro alcance. Ni Dios, tampoco nosotros mismos, menos aún los otros… nadie tiene por deber algo por encima de sus posibilidades. Hacer el bien es bueno. Hacer lo mejor posible es… perfecto.

Muchos entienden que la perfección es inalcanzable. Les es más fácil pensar que se trata de una aspiración ideal, creen que  un esfuerzo para perfeccionarse bastará… y que algunas de sus faltas son trazos de su esencia, sin que haya ahí posibilidad de perfección…por lo que, no valdrá la pena (por mas leve que sea) insistir en perfeccionar lo existente…

Pero siempre que una esencia no se cumple, hay mal. Nada. Vacío. El mal es esta carencia: una distancia a la perfección posible… un desierto donde se escoge degenerar en vez de generar; abortar en vez de nacer.

Hay en mí un soplo que me estimula e ilumina, que me puede hacer volar sobrepasando las montañas de este mundo… es lo que debo ser. Lo mejor que puedo.

Ser perfecto es sólo eso, ser lo mejor que se puede ser. Ser perfecto no es ser mejor que ninguno, sino tan sólo lo mejor posible. La bondad no es una propiedad de los seres, es la generosidad sencilla de ser, es la perfección.

Ser feliz es posible y depende sólo de mí, en la medida en que soy capaz de amar. La estrella que me guía entre mis tinieblas está en mí, así como el cielo que tantas veces creo que es de otro mundo.